Viviana Hernández, esposa del jinete que está en estado crítico tras ser arrollado el pasado sábado por una conductora que presuntamente manejaba ebria en Loíza, hizo un llamado a la ciudadanía a ejercer responsabilidad y no operar sus vehículos bajo los efectos del alcohol.

“Cada vez que están pasando más cosas, porque uno cree que no va a pasar nada, que yo estoy bien y sí, pasan cosas. Pasa la llave y (dile) a alguien ‘guía tú’. Tú crees que no va a pasar nada y pasa”, advirtió Hernández a Telemundo PR, al también recordarles a los televidentes que los momentos de la vida “hay que disfrutárselas ahora” por la incertidumbre de lo que podría presentar el futuro.

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Según el informe policiaco, la conductora de un vehículo Toyota, modelo Tundra e identificada como Ruthy Trenche Chávez de 40 años, conducía por la carretera PR-188 cuando se desvió de la vía de rodaje hacia el área del paseo en el kilómetro 3.9. Así, impactó con la parte frontal de su vehículo a dos caballos y sus jinetes- identificados como José Jaime Díaz y Eduardo Álvarez Sosa- los cuales cabalgaban por la misma dirección.

Debido al impacto, los jinetes cayeron al pavimento. Díaz falleció en el acto, mientras que Álvarez Sosa, de 43 años y padre de dos niños, resultó con heridas de gravedad. Permanece en estado crítico y está internado en Centro Médico, en Río Piedras.

Los perjudicados, quienes eran amigos, terminaban de compartir de una cabalgata familiar. Mientras, ambos caballos fallecieron en la escena, se indicó.

“Se llevó mi compadre (Díaz) y mi esposo (Álvarez Sosa), pues, está luchando”, dijo entre lágrimas Hernández. “Él sigue en estado crítico. Ya los médicos no pueden, como quien dice, hacer nada”, agregó.

Trenche Chávez arrojó .154 % de alcohol en su organismo tras realizarse una prueba de alcohol mediante aliento. El límite establecido por la Ley 22 de Vehículos y Tránsito para manejar un vehículo es de 0.08.

Según el noticiario, la fémina es propietaria de una escuela de manejo en Canóvanas.

El agente Alexander Gaztambide, adscrito a la División de Patrullas de Carreteras de Carolina, y el fiscal Gilberto Gierbolini se hicieron cargo de la investigación.