Así lo indicó el licenciado Ernie Cabán, portavoz de la familia de la víctima, cuyo cuerpo fue encontrado ayer, luego de transcurridos cinco días del incidente, tras aparentes negligencias por parte de la Policía. 

Chevrés Rivera, de 46 años y quien laboraba en la Autoridad de Energía Eléctrica, estuvo “desparecido” desde el jueves cuando se encontró su guagua accidentada en la PR-165 entre Toa Baja y Dorado. 

La Policía había informado que sus pertenencias estaban en el vehículo y se comenzó una búsqueda por tierra y aire, pues se teorizaba que luego del accidente pudo haber quedado aturdido y perderse en un terreno cercano.

Relacionadas

Pero ayer, la Uniformada informó que el cuerpo de Chevrés Rivera estaba en la zona de carga de la guagua sin que nadie se percatara en los pasados días.

“Según la investigación que se llevó a cabo luego de removido el vehículo, durante los días que estaban en la búsqueda del cuerpo de Chevrés, está la identificación de que él llegó a salir del vehículo y caminar. Un perro de la Policía detectó que él tuvo movimiento en el lugar de la escena, fuera del vehículo. Eso lo que impone es la posibilidad de que en realidad él haya estado con vida cuando se llevaron el vehículo de la escena… Es increíble. Esas cosas solo pasan aquí”, sostuvo Cabán. 

Agregó que es prematuro establecer cuáles acciones legales tomaría la familia y que lo primero es esperar por la autopsia.

“Ahora hay que esperar el resultado de la autopsia de que él haya llegado vivo al cuartel (División de Tránsito), que haya estado vivo en la escena cuando dispusieron del carro y no le hayan dado la atención, o los primeros auxilios, o la asistencia médica; pero ese es un asunto que tendremos que esperar por la autopsia para ver la naturaleza de los daños ocasionados por la negligencia evidente de la Policía de Puerto Rico”, sentenció Cabán.

Según la versión oficial, Chevrés Rivera fue encontrado pasadas las 9:00 a.m. de ayer en la parte posterior de su propia guagua cuando el encargado de custodiar los vehículos ocupados, el agente Joel Ríos, presuntamente, se disponía a sellarlo y sintió un fuerte hedor, observando un brazo en la parte posterior. Luego notificó al teniente Elvis Zeno, Negociado de Ciencias Forenses y a la División de Homicidios de Bayamón.

El cuerpo estaba en el área de carga de la guagua, de manera visible. Sin embargo, ni los agentes interventores, ni los familiares del occiso, a quienes se les había dado acceso para que sacaran una pieza de ropa para facilitar la búsqueda de la Unidad Canina, se percataron. 

“Entendemos que no se abrió esa puerta (trasera). Obviamente, eso es parte de la investigación que se ordenó de parte del señor Comisionado a la Superintendencia Auxiliar de Responsabilidad Profesional, a los efectos de determinar si se cumplió con el protocolo establecido”, respondió el teniente coronel Rolando Trinidad.

“El cadáver estaba completamente en la parte posterior” y en la carrocería no se observan impactos de bala, agregó el coronel.

El licenciado Cabán aclaró que el vehículo accidentado era parte de la escena y se convirtió en una pieza de evidencia, razón por la cual el agente que la ocupó tenía que seguir el protocolo para salvaguardar y preservarla. 

Además, la guagua se tenía que abrir e inspeccionar en la escena en busca de un cuerpo o de cualquier otra evidencia vital para esclarecer el caso. 

Una vez el vehículo se transporta al cuartel como requisito para aceptarlo hay que hacerle un registro de inventario, lo que le llaman el formulario PPR-128, de manera que el estado salvaguarde su responsabilidad de la propiedad que hay en su interior y del estado en el que se encuentra el mismo.  

“Sale a relucir que no se hace tampoco el registro de inventario y provoca finalmente encontrar el cuerpo de Chevrés en el interior del vehículo, una persona de 6 pies, sobre 250 libras (de peso) que era fácil de identificar con una gestión mínima de la Policía de Puerto Rico”, advirtió el abogado.

Fue un primo de la víctima, Ernesto Ramos, quien tuvo la dura tarea de identificarlo en la escena. 

“Ya ustedes saben lo que pasó… lamentablemente es él”, comentó a su salida de la División de Patrullas de Carreteras de Bayamón luego de que el Negociado de Ciencias Forenses concluyera con el levantamiento del cadáver.

Serán varias las investigaciones

El increíble hallazgo, que ha causado la indignación del país, fue calificado por el comisionado del Negociado de la Policía, Henry Escalera, como un caso de “negligencia crasa” por no verificar la compuerta trasera de la guagua ocupada e impartió instrucciones para iniciar una investigación administrativa y adjudicar responsabilidades.  

A su vez, el gobernador Ricardo Rosselló ordenó a la Policía a investigar hasta la saciedad lo ocurrido. 

“La Policía va a estar investigando. Le exhorto a que investiguen, a que desglosen la investigación y que se tomen los pasos necesarios y afirmativos una vez se lleguen a las conclusiones”, afirmó Rosselló, luego de insistir en que su administración trabaja en la búsqueda de alternativas y soluciones para mejorar la seguridad.

De igual manera, la secretaria de Justicia, Wanda Vázquez, ordenó a la Fiscalía “que no solamente realice una investigación sobre la causa y manera de muerte del empleado de la Autoridad de Energía Eléctrica, sino que también se investigue si hubo negligencia por parte de algún servidor público en el descargue de su responsabilidad”.

Añadió que la fiscal de Distrito de Bayamón, Sonia Otero, asignó al fiscal Josué Padilla para la investigación relacionada a la causa y manera de muerte de Chevrés Rivera. Mientras que el fiscal Obdulio Meléndez Torra, de la División de Integridad Pública, evaluará la posible comisión de negligencia por parte de algún funcionario relacionado a este caso.