La Uniformada está trabajando en la elaboración de un retrato hablado del asesino del naturópata Carlos Iglesias Álvarez, de 63 años, mediante la descripción ofrecida por la testigo de los hechos, su esposa Damaris Maldonado, quien presenció la ejecución ocurrida el miércoles al atardecer mientras cerraban su negocio, Centro de Salud Natural, localizado en la calle Magnolia de Bayamón.

La directora de la Rama Investigativa de la región de Bayamón, la inspectora Nívea Collazo, sostuvo que, tras una segunda entrevista a la que fue sometida Maldonado, se indagó en mayor detalle en torno a la descripción del asesino de su esposo, quien le disparó a una distancia de tres pies, y se le mostraron fichas de delincuentes antes de que sea llevada ante un bocetista para elaborar el retrato hablado lo más pronto posible.

El sicario fue descrito como joven, alto, delgado, trigueño claro, de pelo bien recortado y con espejuelos, que vestía una camisa oscura y un pantalón un poco más claro, bien vestido, y no tenía aspecto de delincuente.

Con frialdad, el asesino le disparó al médico en unas doce ocasiones, pero sólo lo alcanzó con un impacto con entrada por la axila izquierda y con salida por el hombro derecho. Luego caminó por la avenida hasta un área cercana, donde lo esperaba su compinche en una guagua de color oscuro.

Al preguntarle a la inspectora Collazo si la viuda del naturópata se mantuvo en la misma versión ofrecida a los investigadores la noche de los fatídicos hechos, indicó que sí, al igual que en la descripción del gatillero.

Sin embargo, aclaró que se proponen corroborar, mediante otras entrevistas, varios detalles que ofreció en su declaración, que brindó en calidad de testigo, para corroborar o aclarar algunos aspectos de su relato.

Collazo había adelantado el jueves que también se indagaría sobre la relación matrimonial de la pareja y otros aspectos relacionados.

El motivo del crimen no ha sido establecido aún, pero se descartó el robo como motivo, ya que el delincuente nunca anunció el asalto, sino que preguntó si allí vendían productos naturales. Tampoco cargó con el dinero que Iglesias tenía en los bolsillos, que ascendía a $9,000 en efectivo y $6,000 en cheques.

“Estamos tratando de identificar el móvil, pero no podemos establecerlo todavía”, declaró la inspectora, tras aclarar que ningún otro motivo se ha descartado en esta etapa de los hechos cuando aún no se tiene un sospechoso.

Collazo reveló que las cámaras de seguridad de negocios aledaños al consultorio no les aportaron ninguna pista, ya que algunas estaban fuera de servicio y otras no estaban apuntando en esa dirección.