Los ladridos de perros le dieron la alerta al violador de los “walk ups” de que la Policía le había cerrado el cerco y escapó nuevamente internándose en un monte.

Efraín González González, alias "El Chewi", de 32 años, presuntamente evadió a la Policía mientras se cree estaba visitando a su esposa Glenda Sánchez, quien se encuentra bajo arresto domiciliario con un grillete electrónico, en el sector La Grúa, camino Los González, en Cupey, Río Piedras.

Los agentes de la División de Arrestos Especiales de la Policía rodearon a pie el oscuro y escabroso sector, donde viven familiares de González, para no advertirle con la movilización de vehículos sobre su presencia, sin embargo, cuando se acercaron los perros comenzaron a ladrar sin parar y se observó una sombra, que se cree era “El Chewi”, que se internó en un monte.

A pesar de que de inmediato, solicitaron como refuerzo el helicóptero de  las Fuerzas Unidas de Rápida Acción (FURA), para alumbrar el lugar, se mantuvieron rondando desde el aire el lugar hasta las 4:00 a.m., sin éxito.

Los agentes visitaron la residencia donde se hospeda su esposa, para entrevistarla y ocuparon dos vehículos: un Chevrolet Lumina color blanco, en el que según las confidencias un amigo le ofrecía transportación y una guagua Mitsubishi Outlander que aparentemente tenía un gravamen por falta de pago, pero ambos vehículos fueron entregados a sus propietarios posteriormente.  

Luego de que el Departamento de Justicia anunciara la semana pasada que González González fue vinculado mediante unas pruebas de ADN que se realizaron en el Instituto de Ciencias Forenses (ICF), con sus pertenencias ocupadas con las violaciones de los robos domiciliarios, la Policía lo colocó entre la lista de los Diez Más Buscados y ofrece una recompensa de $25 mil, por información que los lleve a su arresto y convicción.

El 24 de febrero,  "El Chewi" también se le escapó a la policía, cuando intervinieron en la residencia alquilada en que vivía con sus hijos, esposa y madre en el barrio Celada de Gurabo, donde ocuparon cientos de piezas robadas durante los asaltos domiciliarios cometidos en todas partes de la Isla, por él y su familia.

Allí se arrestó a su madre Sara M. González quien se encuentra en prisión y a un adolescente, hijo del fugitivo, que tiene 16 años, a quien se le presentaron faltas, por infracción a la Ley de Armas y la posesión de propiedad hurtada.