“El pueblo de Maunabo siente un profundo dolor”
El alcalde lamentó la tragedia vivida en su pueblo luego de que el oficial correccional Pedro A. Montes Collazo se quitara la vida al ser sospechoso de tres crímenes en la zona sur.
Nota de archivo: esta historia fue publicada hace más de 4 años.
PUBLICIDAD
El alcalde de Maunabo, Jorge L. Márquez Pérez, expresó hoy que en su pueblo hay un profundo dolor y consternación por el trágico escenario vivido durante los pasados dos días luego de que el oficial correccional Pedro A. Montes Collazo, de 46 años, se privara de la vida mientras negociaba su entrega a las autoridades como sospechoso de cometer tres crímenes en el área sur.
El comisionado del Negociado de la Policía de Puerto Rico, Henry Escalera Rivera, confirmó que luego que Montes Collazo -quien alegadamente dio muerte a su expareja, a un guardia penal de la Cárcel Guayama 500 y a una vecina suya en Patillas- iniciara a eso de las 8:00 a.m. de hoy el diálogo con una negociadora en el sector California del barrio Calzada, en Maunabo, mientras caminaba fuera del área boscosa para entregarse, se disparó detrás de una residencia.
“Es muy lamentable que esto haya sucedido, nos solidarizamos con todas las familias que está pasando por este momento tan difícil. Son cosas que en nuestro pueblo no son comunes, pero al momento que pasa como pueblo, como ciudad pequeña, como ciudad que nos conocemos, todos sentimos un profundo dolor”, manifestó el alcalde.
El ejecutivo municipal dijo que sabía quién era Montes Collazo, aunque no lo conocía estrechamente. En cambio a su familia sí, la que describió como “de profundos valores”. Indicó que se comunicará próximamente con ellos para poner a disposición cualquier asistencia que necesiten.
Asimismo, envió un mensaje a su pueblo para que se reponga del dolor que estos sucesos han traído a sus familiares y a la comunidad, tras reconocer que la salud mental de la sociedad en general está muy afectada.
“Es una familia muy buena, una familia muy querida todos ellos… conozco a su familia (de Montes Collazo) de parte de su papá, mamá, los conozco a ellos. Son cosas que suelen suceder y que en el momento que pasan uno se pone en el lugar de ellos. Es un momento muy difícil, un momento muy doloroso, hay que agarrarse de las manos del Señor y que entonces que Él quien les dé fortaleza a todos ellos. Lo conocía por sus familiares, porque sé que era un servidor dentro del Departamento de Corrección”, añadió.
La saga de estos eventos comenzó durante la noche del miércoles, con el asesinato de Marilyn Reyes Ayala, de 46 años, quien laboraba como técnica socio penal en la misma institución que Montes Collazo, tras supuestamente rechazar su propuesta para una reconciliación.
Luego de su asesinato frente a su apartamento localizado en los predios del restaurante El Platanal, en Santa Isabel, el individuo se dirigió hacia el portón de entrada de su centro de trabajo en la Cárcel Guayama 500 donde exigió ver a varios de sus compañeros. Cuando el armero Alvin R. Sugrañes Lebrón, de 37 años, se acercó el portón para entregar un arma larga al oficial de vigilancia, se alega que Montes Collazo lo ultimó.
Acto seguido, el fugitivo manejó hasta su residencia localizada en la urbanización Valles de Providencia, en Patillas, donde llamó a su vecina con quien tenía problemas por la construcción de una pared en la colindancia de sus casas y cuando salió al balcón le disparó en varias ocasiones.
El oficial correccional pertenecía a la Unidad de Operaciones Tácticas de la Administración de Corrección en Guayama por lo que estaba adiestrado para este tipo de situación, además de tener la ventaja de que fue criado en el sector donde se concentró su búsqueda.