El Manco fue llevado el domingo a la residencia del niño Lorenzo
El sujeto fue considerado en un momento dado como sospechoso del crimen luego que confesara a agentes del FBI que entró a robar a la casa de Lorenzo.
Nota de archivo: esta historia fue publicada hace más de 10 años.
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Luego de casi cuatro años del asesinato del niño Lorenzo González Cacho, ocurrido el 9 de marzo de 2010, una fuente con conocimiento de la pesquisa confirmó que Luis Gustavo “El Manco” Rivera Seijo fue el testigo misterioso que las autoridades llevaron el domingo en un auto compacto, con cristales oscuros, a la casa de Ana Cacho.
A “El Manco” se le consideró en un momento dado sospechoso del crimen luego que confesara a agentes del FBI que entró a robar a la casa de Lorenzo y que mató al niño cuando el menor le sorprendió en medio de su fechoría. El cuchillo que supuestamente utilizó nunca fue recuperado.
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El ex secretario de Justicia, Guillermo Somoza, públicamente lo descartó como sospechoso del crimen.
La presencia de este testigo, del que se desconocía su identidad durante la incursión del domingo, levantó interrogantes en torno a si el Departamento de Justicia llegó a algún un acuerdo de cooperación u otorgó inmunidad a un testigo sospechoso.
Por otro lado, una fuente indicó a este diario que el jefe de los fiscales, José Capó, se llevó el expediente del caso Lorenzo, que estuvo bajo la custodia de la fiscal Wanda Casiano, en la Fiscalía de Bayamón, para sus oficinas en Miramar.
De acuerdo a una fuente, “el expediente es voluminoso, consta de un ‘montón’ de cajas y habría que cargarlos en una carretilla”.
Preguntamos también si Casiano continúa en el caso y si se le otorgó inmunidad a alguno de los hasta ahora sospechosos, pero no hubo respuesta.
¿A qué se vuelve a una escena?
Preguntamos a expertos en torno a las razones para regresar a una escena, pasados casi cuatro años de ocurridos los hechos, y todos coinciden en que puede ser que haya nuevos ángulos, nuevos ojos o un testigo.
El portavoz del FBI, Moisés Quiñones, declinó hablar del caso Lorenzo en específico, pero en términos generales dijo que se vuelve a una escena “porque hay información nueva; una evidencia nueva; un ángulo nuevo; que haya un investigador distinto, que tenga otro ángulo”.
“Que tengan que repasar cómo el caso sucedió. Cuando se hace una escena, se hacen unos croquis. Los cuartos de las residencias no cambian. Si surge un testigo nuevo, puede decir: ‘Mira, si me llevas a la escena te explico cómo pasó, en vez de trabajar con el croquis’”, dijo.
“A veces los investigadores traen un investigador nuevo, que está fresco. Quizás vio un detalle que otro investigador no vio. Quizás brifiaron (entrevistaron) a todos, pero ve algo que los otros ojos no consideraron. Eso es el ejemplo de unos ojos frescos viendo el caso. Alguien que no esté prejuiciado. Alguien que no tenga que ver, que no tenga la idea en su cabeza, una idea prehecha de quién mató a la persona”, expuso el agente.
El abogado criminalista Joaquín Monserrate indicó que si se trata de que llevaron un testigo y este puede dar una opinión detallada del lugar en que comenzó el incidente, pues ayuda mucho en determinar cómo ocurrieron los hechos.
“Si se trata de eso, aunque haya pasado mucho tiempo, ayuda en la reinvestigación del caso”, dijo Monserrate.
“Puede ser de una importancia extrema si se trata de un individuo que estuvo presente durante la ocurrencia de los lamentables hechos y en este momento le han dado inmunidad. Si era sospechoso, tenía que mantenerse callado. Puede ser la pajita que le rompe la espalda al camello y que por fin den con un resultado que esclarezca el caso”, apuntó.
La abogada criminalista Mayra López Mulero indicó que se puede inferir que el regreso se fundamenta en el testimonio de alguien que está hablando sobre los hechos.
“Con toda probabilidad están evaluando la estructura a la luz de algún relato o algún testimonio que dio alguien”, apuntó.
El ex secretario de Justicia y ex fiscal de la investigación senatorial del Cerro Maravilla, Héctor Rivera Cruz, dijo que cuando se reinvestiga una escena en un caso que lleva tanto tiempo, están buscando clarificar un punto; corroborar o clarificar algún ángulo que le dé mayor certeza a algún testimonio o información que ha quedado fuera de la escena.