Aunque el perito del Estado indicó que había mejorado dentro de su condición, Luis Gustavo Rivera Seijo, mejor conocido como "El Manco", continuará su tratamiento psiquiátrico en un hogar transicional.

“Para esto no existe un tiempo fijo, por eso se va de vista en vista. Es una enfermedad, no hay fecha (para que Rivera Seijo pueda salir del hogar). Puede ir, venir, tener remisión, estar mejor, pero es incurable. Es una condición que, como dijo el doctor, (requiere) actividades conducentes a que él aprenda a vivir con su condición, que la aprenda a manejar”, dijo a su salida del Centro Judicial de San Juan la representante legal de Rivera Seijo, María Soledad Sáez.

La jueza Eloína Torres Cancel pautó la próxima evaluación psiquiátrica de Rivera Seijo para el 12 de diciembre, y el seguimiento de la vista de inimputabilidad (regla 241) para dos días después.

“Lo primero que se evalúa y se busca es la introspección que él tenga en cuanto a su condición, o la manera que él reconoce su condición. El control que él tenga sobre la misma y reconocimiento de si (entiende) para qué son los medicamentos, (así como) el comportamiento que él exhiba con otras personas y si tiene o no tiene síntomas sicóticos, delirantes o alucinaciones”, explicó William Lugo, psiquiatra del Estado, sobre el tipo de examen que se le realiza a Rivera Seijo, quien hace dos años fuera exonerado del asesinato del niño Lorenzo González Cacho.

En el hogar transicional  “él va a estar participando en diferentes clases, manejo de medicamentos, reconocimiento de su condición, clases en el centro de recuperación, todo con metas a que él mejore el entendimiento de su condición y el manejo de la misma”, agregó el experto, quien evaluó a Rivera Seijo el pasado miércoles.

El hombre de 40 años ha estado en el hogar transicional desde el 14 de septiembre, cuando fue trasladado allí desde un hospital psiquiátrico.

Rivera Seijo fue absuelto por inimputabilidad tras ser acusado de agredir en el 6 de febrero de 2010, al deambulante Oscar Pacheco, quien falleció el 1 de marzo de ese año producto del presunto ataque con una botella al rostro y el cuello.

Poco después, el 9 de marzo de 2010, luego de que Rivera Seijo fuera excarcelado por equivocación mientras esperaba para ser procesado tras la agresión a Pacheco, ocurrió el asesinato de González Cacho, por el que también fue acusado. Sin embargo, en junio de 2016 el Tribunal de Bayamón determinó que no había causa para juicio contra Rivera Seijo por la muerte del menor.