Luego de la caída de Luis A. Rodríguez Isaac, mejor conocido como el “Chacal”, el bichote del residencial Luis Lloréns Torres, no llegará la calma.

Al menos por el momento.

Tras la muerte del legendario dueño del punto de la calle 4 en Lloréns Torres, asesinado el sábado en la tarde en Isla Verde en hechos en los que murieron otros dos, el superintendente de la Policía, José Figueroa Sancha, hizo un llamado directo a los vecinos de ese complejo de vivienda.

"El mensaje para Lloréns es que ya es hora de que no se maten más jóvenes. Hay que unir a la comunidad, sabemos que la mayoría de los vecinos no quieren que personas como el Chacal operen desde allí llevando y trayendo miedo. Le pido a Lloréns que es tiempo de rescatar el área donde viven. Es tiempo de sacar a los criminales de Lloréns y romper las divisiones de los de la calle 20 o Las Malvinas y los de la calle 4", sentenció Figueroa Sancha.

El Chacal, de apenas 29 años y con una larga trayectoria de convicciones estatales y federales, murió a tiros el sábado a las 4:25 de la tarde. Su cuerpo baleado en la espalda y los brazos fue hallado en el interior de un carro frente al local Zokkus, en la marginal Villamar, en Isla Verde. En la lluvia de disparos murieron también Carlos Rubén Morales Encarnación, de 26 años, y un hombre no identificado, de 45 años.

El director del Centro Médico, Ernesto Torres, confirmó que permanecía ayer estable Christopher Cruz Morales, de 26 años, el único sobreviviente de la matanza.

"No vamos a entrar a hablar sobre los tentáculos de esa persona por motivos de la investigación. Sin embargo, podemos decir que controló por muchos años el punto de la calle 4 de Lloréns", dijo Figueroa Sancha.

Acto seguido, pasó a establecer una similitud entre el residencial y la guerra de drogas en Loíza, entre las comunidades de Las Carreras y los vecinos del sector Melilla.

"Esto que ocurrió el sábado fue un crimen de acecho que iba a ocurrir en dicha marginal o más adelante en Canóvanas. Éste era el día para ejecutar a esta persona", agregó Figueroa Sancha.

Y es que los de la calle 4, que dominaba el Chacal, siempre estuvieron en guerra con los del punto de la calle 20 o Las Malvinas.

Para evitar que se puedan incrementar las muertes como repercusión del asesinato del Chacal el Superintendente advirtió ayer que la Guardia Nacional conjuntamente con la Policía reforzarán la vigilancia preventiva en el área.