Dolida Nilza Gierbolini con rechazo de Crystal Leann Anzaldi
Gierbolini sigue hablando de la niña Crystal Leann Anzaldi como su “hija”.
Nota de archivo: esta historia fue publicada hace más de 12 años.
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El 8 de diciembre de 1990, Nilza Gierbolini tomó a una bebé ajena en Estados Unidos, viajó ilegalmente con ella a Puerto Rico, le puso un nombre falso y la hizo pasar como su hija biológica hasta que fue descubierta por las autoridades locales y la Interpol.
Hoy, 14 años después de aquella increíble historia de secuestro que fue descubierta en 1997, Gierbolini sigue hablando de la niña Crystal Leann Anzaldi –quien actualmente tiene 22 años y lleva una vida independiente en Portland, Oregón– como su “hija” y en un acto de súplica le solicita espacio a la joven para que escuche su “lado de la historia”.
Así lo expresó Gierbolini cuando este diario la confrontó con el hecho de que en una entrevista exclusiva con Primera Hora, Crystal fue enfática en aclarar que superó lo sucedido, que no tiene sentimientos ni desea ver a quien creyó que era su madre hasta los ocho años pero que, sobre todas las cosas, anhela saber qué fue lo que realmente sucedió cuando la separaron de su padre biológico, Jeff Anzaldi, quien al momento del secuestro tenía la custodia de la menor tras divorciarse de su verdadera mamá, Dorothy.
“No siento nada (por Nilza), realmente ella no me importa... Yo lo que quiero algún día es saber lo que pasó en realidad”, fueron las palabras exactas que pronunció Crystal durante el reportaje que Gierbolini supo que publicó pero que se negó a leer.
“Me enteré que salió por la Internet porque una amiga me llamó y me dijo ‘Acabo de ver a tu nena en Internet’. Y yo le dije: ‘¿Qué? No puede ser’. Pero no la pude ver”, expresó.
¿Por qué no quisiste leerlo?
Porque me duele. Yo nunca dejé de amarla como una hija. Es mi hija. Todavía la quiero y la siento como una hija.
Pero, Nilza, tú eres consciente de que Crystal no es tu hija... fue secuestrada.
No, yo no la secuestré. Si el padre le dijo eso, le mintió. Fue la mamá de ella, la ex esposa del papá (Dorothy), la que me la dio. Ellos se habían divorciado y ella no tenía la custodia. Ella se la quitó, cogió la nena y la dio pa’ alante. Ella (Crystal) tiene que exigirle a la madre que fue la que la regaló... yo solamente la cogí cuando me la dieron y después, al tiempo, fue que yo me enteré de todo.
La versión oficial que les ofreció Jeff a las autoridades es que el 8 de diciembre de 1990, Crystal fue secuestrada de su habitación en San Diego, California, sin que volviera a saber de ella. De inmediato, se inició una búsqueda que llamó la atención de los medios noticiosos en Estados Unidos y Puerto Rico. Años después, la investigación descubrió que mientras se realizaba el gigante operativo, Gierbolini cruzó la frontera hacia Nuevo México y luego se trasladó con la niña robada a la Isla, consciente de lo que sucedía.
Nilza, ¿por qué te quedaste con la nena?
Ella (Dorothy) era mi vecina para ese entonces y me dio la nena a mí y a mi esposo, que era militar, y se desapareció y no supimos más de ella... De ahí, nos vinimos para Puerto Rico y yo no la iba a botar. ¿Qué iba a hacer? Pero yo no la secuestré.
Pero, hiciste algo ilegal...
Bueno, eso sí. Me metí a mona y falsifiqué documentos para que pudiera ir a la escuela y me dieron ocho años de probatoria por eso. Pero no hice más nada. Si no, ¿por qué la madre va presa y yo no? Porque yo no la secuestré y eso tiene que estar claro, y yo quiero que la nena lo sepa.
Una vez la Interpol destapó el caso en Puerto Rico, Fiscalía Federal en California inició los trámites para acusar de secuestro a Gierbolini. Sin embargo, según explicó a Primera Hora José Berríos, director de Interpol en la Isla para aquel entonces, “el caso nunca se sometió porque había varias versiones de los hechos”. “No tenían un caso sólido del secuestro, aun cuando sabemos que Nilza se quedó con la nena de forma ilegal”, dijo.
Por su parte, Gierbolini dijo estar tranquila de que Crystal esté bien e insiste en un encuentro con la niña que hizo pasar como su hija bajo el nombre falso de Sonia Guzmán.
Pero ella no quiere saber nada de ti...
(Llorando) Si ella no se quiere dar la oportunidad de conocer el otro lado de la historia, es bien triste. Ella debe conocer la historia completa... Si viene a Puerto Rico algún día, como siempre he pensado que va a hacer, que me busque. Que me dé la oportunidad.