Horas antes de su muerte, la teatrera Valerie Ann Almodóvar Ojeda visitó la residencia de su amiga Génesis en San Germán a donde permaneció por espacio de 63 minutos, luego de salir de la Universidad Católica en Mayagüez.

Durante el camino, intercambió mensajes y audios con el muralista Juan Luis Cornier Torres, alias Manwe Uno, con quien planificaba encontrarse tan pronto llegara a Ponce, según la conversación que iniciaron por WhatsApp a las 7:43 de la mañana del lunes, 17 de diciembre de 2018.

Mientras estaba en la casa de su amiga, la joven de 23 años recibió mensajes de un contacto que tenía identificado en su celular como el “Godfather”, que requirió su presencia al escribirle: “Avanza, papi te necesita ya”. A lo que Valerie Ann contestó con un “okey”.

De acuerdo con la agente Igneris Negrón de la Unidad de Crímenes Cibernéticos de la Policía Estatal, el “Godfather” era el novio de la occisa; el farmacéutico Osvaldo Andrés Antommattei Pesavento, con quien pernoctó la noche del domingo para entonces, levantarse temprano y acudir a Mayagüez, a tomar un examen final de Inglés.

Las conversaciones extraídas del teléfono de la víctima salieron a relucir durante la continuación del juicio contra Cornier Torres celebrado hoy en la sala 606 del Tribunal de Ponce ante el juez Daniel R. López.

Allí la agente Negrón presentó un informe de 602 páginas que incluye el chat con Manwe Uno que está acusado del asesinato de Almodóvar Ojeda y el correspondiente a Antommattei Pesavento, de acuerdo con la información solicitada por el ministerio público.

Durante el contrainterrogatorio, la defensa representada por el abogado Juan de Jesús Vélez Rodríguez, inquirió detalles de la conversación con el “Godfather”, registrada a las 11:06:52 de la mañana.

“Qn (quién) lo manda. Je, je, je”, lee otro de los mensajes generados por Antommattei Pesavento a las 11:07 a.m., quien vuelve a escribirle a la 1:56 p.m. para preguntarle: “¿Dónde estás?”.

Según la especialista en crímenes cibernéticos, ese último mensaje no aparece como leído en el teléfono de la víctima que, minutos antes, a la 1:34 p.m., tenía un texto de Manwe que tampoco leyó y que decía: “Me fui, mano, porque mami me vino a buscar”.

Sin embargo, la ruta trazada por el dispositivo que instalaron los padres de Valerie Ann en la guagua que usaba la occisa, marcó una trayectoria desde San Germán de donde salió a las 11:59 de la mañana en dirección a Ponce, de acuerdo con Omar Binet Ojeda, quien testificó también en sala sobre la información que arrojó el Sistema de Posicionamiento Global (GPS).

“Ella tomó la carretera PR-2 a Ponce no se detuvo ni redujo velocidad”, sostuvo Binet el cual es primo de la madre de Valerie Ann.

“(La guagua) se detuvo en el 28 de la calle Global de Ponce a la 1:28 p.m. por 23 minutos.  Volvió a encenderse a la 1:51 y tira la señal al GPS, el 28 Global en Ponce”, resaltó sobre la ubicación del vehículo que, según el sistema, había llegado a la residencia del acusado en la barriada Baldorioty de Ponce.

“La segunda ruta que se traza en el sistema GPS donde parte de la calle Global hasta la calle Gardel en Ponce con 18 minutos. En el punto rojo se detiene bruscamente frente a Progreso Cash & Carry porque el sistema provee información sobre paradas bruscas, aceleradas y cuando arranca o se detiene”, agregó de la trayectoria marcada a las 2:09 de la tarde del lunes, 17 de diciembre de 2018.

De otra parte, la víctima continuaba recibiendo mensajes de su novio que, a medida que pasaban las horas parecía estar desesperado.

“Baby”, escribió Antommattei en dos ocasiones: 1:56 y 2:05 p.m.

“¿Estás bien?”, continuó indagando a las 2:54 p.m. sin recibir respuesta.

“Todos estos mensajes no están leídos”, aclaró la agente Negrón durante el contrainterrogatorio del abogado Juan de Jesús Vélez Rodríguez, que integra la defensa de Cornier Torres junto con José Figueroa Zayas, José Colón Pérez y Andrés Vélez Rodríguez.

Otros mensajes originados desde el celular de Osvaldo Andrés “Godfather”, fluctúan entre las 10:29 p.m. hasta las 8:26 a.m. del martes, 18 de diciembre de 2018.

“Quédate en San Germán. Esta es la segunda vez”, escribió a las 10:29 de la noche.

“Por qué. Dónde estás. Esto se terminó. No lo puedo creer, espero que te encuentres bien, respirando. En serio, esto nunca pasa. En serio, espero que estes bien”, fueron algunos textos enviados por Osvaldo Andrés.

Testifica el agente investigador

Durante la tarde, llamaron al estrado al agente investigador del caso, Félix Rodríguez Cortés, a quien le asignaron una querella el martes, 18 de diciembre de 2018 a las 3:00 de la tarde, relacionada a una llamada recibida a través del Sistema de Emergencias 9-1-1 que reportaba el hallazgo de una persona muerta a orillas de la carretera PR-518 cerca del lago Garzas en Adjuntas.

“En ese lugar, se encontraba un cuerpo bocabajo envuelto en bolsas negras y un ‘comforter’; tenía dos heridas profundas. Se trabajó la escena allí, se tomaron fotografías, cercano al cuerpo había un cigarrillo, una caja Newport. Debajo del cuerpo había dos recibos; uno pertenecía al colmado Baldorioty y otro de Everyday Buffet en la avenida Hostos de Ponce”, detalló el agente investigador a preguntas del fiscal Ildefonso Torres Rodríguez.

“Había unos guantes de látex, se pudo apreciar unas botellas de jugo. Luego se pasa a la parte de abajo y se comienza a trabajar el cuerpo que estaba envuelto en bolsas negras, un comforter y un cable eléctrico que estaba amarrado en el cuerpo de la joven. También había pintura azul en diferentes tonalidades de potes de aerosol”, continuó describiendo la dantesca escena.

Durante su exposición, Rodríguez mencionó que la víctima tenía en su mano derecha, una pulsera color violeta con el nombre impreso del Museo de Arte de Ponce.

Para confirmar la procedencia de las piezas de evidencia, el investigador llegó a los establecimientos descritos en los recibos de compra que estaban parcialmente quemados e intentó llegar al Museo, pero a esa hora estaba cerrado.

“Voy al museo, mostré la fotografía de Valerie Ann y el guardia de seguridad me indica que el 16 de diciembre de 2018, domingo, se realizó una actividad donde se utilizó esa pulsera. Ese día (miércoles, 19 de diciembre de 2018) se me acercó una joven de apellido Morales para indicarme que su amiga estaba desaparecida y luego se pasa a San Germán para verificar, porque los compañeros (policías) dijeron que en el cuartel había unas personas reportando una joven desaparecida”, contó.

“Allí entrevisto a señora Zaida Ojeda Pérez, madre de la persona, quien me indica que su hija se llama Valerie Almodóvar. Me indica que ese fin de semana, ella estuvo trabajando con ellos en catering, que su hija tenía una relación con Osvaldo Antommattei hace tres años, que son novios y alega que el 16 (domingo) su hija se fue para Ponce para la casa de su novio porque iban para una actividad. Ella pernoctó en la residencia de Osvaldo en la urbanización Quintas de Monserrate en Ponce”, relató.

En medio de la entrevista, doña Zaida enlaza varios sucesos antes de la desaparición de la joven con quien habló el lunes, 17 de diciembre en horas de la mañana mientras se trasladaba a la universidad en Mayagüez y luego cuando la llamó para decirle que tenía hambre.

“La hija le dice que tiene hambre y ella le dice que en la casa hay mofongo, alcapurrias, ‘cordon bleu’ y que podía pasar a buscarla para que comiera y le llevara a Osvaldo Andrés. (También dijo) que iba a buscar un cargador a la casa de Génesis, una amiga que vive en San Germán. La madre nota que cuando llega a su casa, Valerie Ann se llevó la comida”, resaltó.

Así las cosas, la progenitora de Almodóvar Ojeda recibe un mensaje de Antommattei Pesavento mientras era entrevistada por la Policía, preguntándole por la muchacha.

“Ese mismo día, Osvaldo sigue enviando mensajes a Zaida, luego la llama y volvió a preguntarle. Ella le dice que iba a verificar el GPS porque la guagua tenía un rastreador y le envía la ubicación de la guagua entre McDonald’s y Walgreens en Ponce. Entonces, me enseñó una foto que le envía Osvaldo Andrés que era de Manwe y le dijo que la había amenazado de muerte, que era grafitero pintor”, mencionó.

Esa noche, el agente entrevistó al novio de la occisa que también le mostró la fotografía del muralista y reitera que esa persona había amenazado de muerte a la joven.

“Me indica que hace como tres años eran novios y que el sábado, ella se había quedado con sus papás. Alega que el sábado 15, él se encontraba en una actividad de Navidad de una farmacia en Yauco. Que él había bebido bastante, que estaba borracho y que su mamá lo fue a buscar porque no podía guiar. Que Jorge (se conocen de la farmacia Aurora en Yauco) y Alberto, (hijo del dueño), lo estaban aguantando porque no se podía sostener porque estaba borracho”, manifestó.

“El día 16, él se comunica con Valerie para que lo llevara a recoger su guagua en Yauco. Ella estaba en la casa de su mamá en San Germán. Se acuestan un rato y después van al museo. Ella se va con él en la guagua de él y allá se encuentran con un amigo llamado Bobby, comparten en una actividad de máscaras. Luego, Osvaldo y Valerie van para el buffet. Después que comieron, fueron a su casa y se acostaron”, agregó.

Según el agente investigador, Osvaldo mencionó que ese lunes cuando Valerie se fue para Mayagüez, se mantuvieron en comunicación y, entre las cosas que acordaron fue que ella le llevaría comida de la casa de su madre.

“En la última conversación que tuvo con ella, le dijo que iba de camino. Luego de eso, Osvaldo le dijo que le iba a dejar la puerta abierta y se había acostado a dormir. Se levanta a la 1:50 p.m. y comienza a llamarla insistentemente, a enviarle mensajes de texto, pero no contesta, el teléfono estaba apagado. Según Osvaldo, Zaida le dijo que la guagua tenía un GPS, pero que Valerie Ann ni se entere. Osvaldo parecía que estaba desesperado, buscándola”, expuso.

“Osvaldo también me muestra una foto de Manwe y me dijo que esta era la persona que había amenazado de muerte a Valerie. Le pregunto por qué la había amenazado e indica que ella, él le había hecho un desnudo y que la había amenazado. Que lo conoció de vista en una actividad y que no tenía comunicación con él porque Valerie Ann se las había pegado con él, que se habían separado a consecuencia de lo que le dijo que se las había pegado con Manwe”, recordó.

De otra parte, el agente del Cuerpo de Investigaciones Criminales (CIC) de Utuado, expresó que durante la entrevista a Antommattei, notó que el hombre tenía rasguños en ambos antebrazos y un hematoma, pero le contestó que pudo haber sido en la actividad donde se emborrachó y se cayó, o que quizás fueron los perros.

Para corroborar las rutas que le dio doña Zaida, el investigador llegó hasta la casa donde marcaba el rastreador y encontró el vehículo de la sangermeña. Estaba estacionado en reversa en la marquesina de la residencia ubicada en la barriada Baldorioty de Ponce.

“Me bajo del vehículo para corroborar la guagua, el caballero (dijo señalando a Manwe Uno), salió de la residencia y era el mismo que me enseñó Osvaldo en la foto. Le pregunté de quién era esa guagua y me dijo que era de Valerie Ann, que la había dejado ahí y se fue con unas amistades. Se le pregunta quién estaba en la residencia y dijo que su hija, que había una muchacha de nombre Lorein que se había ido, pero no autorizó a que registrara la guagua”, señaló.

Para lograrlo, el agente solicitó una orden de allanamiento que le fue concedida por una jueza del Tribunal de Ponce, pero, cuando regresa al lugar no había nadie. Ya Cornier se había ido.

“Cornier se fue; lo supe porque él estaba cuando fui a la escena.  En la puerta y columna del baño había sangre, en la ventana del cuarto había una pistola de embuste. En el piso y pared había manchas de sangre.  En el gabinete de la cocina había una bolsa de Econo y dentro de esa bolsita que tenía dos identificaciones de la PUCPR de Mayagüez, la licencia de conducir de Valerie Ann, su tarjeta electoral, tarjeta de plan médico a nombre de la víctima, tarjetas de ATH y una libreta de dibujo”, describió.

“Se verificaron las gavetas del gabinete de la cocina y en una se ocupó un rollo de cinta adhesiva transparente, compatible al tape en que ella estaba envuelta. Estaba usado. En la parte de debajo de las gavetas del fregadero se ocuparon las bolsas negras, compatibles a donde estaba envuelta la víctima. Luego pasamos a un cuarto que queda en el medio de la residencia y allí había un ‘car seat’ con múltiples manchas de sangre”, resaltó.

Destacó, que dentro del asiento protector había un cuchillo con mangos de madera, que encontraron tras sacar unos juguetes que lo cubrían.

“Luego se pasa a la sala donde hay un sofá marrón con una sábana blanca, tenía aparentes manchas de sangre en el espaldar al lado derecho, en el cojín había otra mancha de sangre que fueron levantadas. En medio de los cojines de ese sofá, ocupamos un collar que pertenecía a la víctima. Estaba partido”, explicó.

“Después me dirijo al balcón donde se ocupó un radio que le faltaba un cable; el cuerpo estaba amarrado con un cable y debíamos corroborar si el cable le pertenecía a ese radio. Se ocuparon unos tenis marca Nike donde en la parte de abajo se podía apreciar una mancha de sangre”, indicó.

“En la parte de atrás, verificamos los zafacones y dentro de las bolsas había múltiples cosas de mujer, ropa, cartera, zapatos, la mayoría eran accesorios de mujer, bulto con libros de la universidad, otro bulto, pañuelos, hay una sombrilla que le pertenece a ella al igual que una libreta. Su celular estaba dentro de la envoltura que se usa para tabaco, tenía la pantalla rota”, agregó al validar en fotos las piezas de evidencia recuperadas de la residencia y la guagua de la occisa.

El agente será el último testigo del ministerio público, según informó el juez López quien agregó que este viernes se dilucidará qué testigos estarán asistiendo por parte de la defensa. Estos deberán comparecer el miércoles, 3 de noviembre a las 9:30 de la mañana.

Mientras tanto, la defensa contrainterrogará al investigador del caso, mañana jueves a la 1:30 de la tarde.