Bajo la vigilancia de un amplio contingente de agentes de ley y orden estatales y municipales se llevó a cabo el velorio y sepelio del exponente de música urbana conocido como Pacho El Antifeka, quien fue asesinado el 1 de junio en circunstancias que son objeto de investigación.

Durante horas de la calurosa mañana de hoy, jueves, el cuerpo de Neftalí Álvarez Núñez, su nombre de pila, fue velado por familiares y amigos en el residencial Juana Matos, en Cataño, todo el tiempo bajo vigilancia de las autoridades, ante los temores de que pudieran ocurrir disparos al aire, un ataque por venganza, o algún otro incidente violento.

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El traslado de restos del reguetonero asesinado el 1 de junio contó con amplia participación de allegados y corrió sin incidencias.

El velatorio del exponente de 42 años se llevó a cabo sin incidentes, bajo el sonido casi ininterrumpido de música urbana.

La prensa se mantuvo distante en todo momento, respetando los deseos de varias personas presentes en el área donde se llevaba a cabo la despedida de Álvarez Núñez, quienes pidieron que los medios de comunicación se mantuvieran al otro lado de la verja que rodea al residencial.

En la calle, en tanto, a pesar de la fuerte presencia policial, se percibía cierta tensión entre la gente, ante los rumores de que pudieran suscitarse algún incidente violento en torno al velorio.

Pacho fue acribillado en la mañana del pasado 1 de junio en Bayamón, sin que haya trascendido la identificación de sus sicarios.

Cerca del mediodía, antes que partiera el cortejo fúnebre hacia el Cementerio Nacional Porta Coeli, en Bayamón, la música cesó por un instante, para que unas personas emitieran unos mensajes.

A la distancia, se pudo escuchar que se hacía un llamado al perdón y a no buscar venganza, así como a aceptar a Jesús en sus corazones.

Pacho fue asesinado el pasado 1 de junio en Bayamón.
Pacho fue asesinado el pasado 1 de junio en Bayamón. (David Villafañe Ramos)

A eso de las 12:40, la comitiva partió al cementerio. El féretro de Álvarez Núñez, colocado entre varias coronas de flores, encabezó la caravana que fue seguida por varias motoras y “four tracks”, una veintena de carros y una guagua de sonido que continuaba tocando música urbana.

Como es ya una práctica bastante habitual, algunas personas iban sentadas en las ventanillas de sus autos, con el cuerpo fuera de los vehículos, y grabando con sus celulares. De igual forma, como es ya también costumbre, algunas personas llevaban camisetas con mensajes alusivos al difunto.

La caravana se movió bajo la vigilancia de un amplio contingente policial, que mantuvo estrictas medidas de seguridad, cortando el tránsito en varios puntos para dar prioridad al cortejo, lo que llegó a provocar momentáneas congestiones en el tránsito.

Algunas personas iban sentadas en las ventanillas de sus autos, con el cuerpo fuera de los vehículos, y grabando con sus celulares.
Algunas personas iban sentadas en las ventanillas de sus autos, con el cuerpo fuera de los vehículos, y grabando con sus celulares. (Carlos Giusti/Staff)

En varios puntos, como cafetines y gasolineras, algunos curiosos desafiaron el sofocante calor y se asomaron a ver qué ocurría que conllevaba tanta presencia de la Uniformada y una caravana tan llamativa.

Durante el recorrido hacia el cementerio se fueron uniendo decenas de carros y motoras más, hasta llegar a casi triplicar la cantidad de vehículos que siguió al féretro hasta el área del cementerio donde, finalmente, sería sepultado el cuerpo de Álvarez Núñez.

Sobre la 1:15 de la tarde, los familiares y amigos de Pacho El Antifeka le dieron su último adiós, para que sus restos finalmente fueran sepultados.

Poco después, comenzaron a retirarse del cementerio, siempre bajo el ritmo y las letras de temas música urbana, sin que se registrara ningún incidente.