Despiden a familia masacrada en Guaynabo
El padre de la familia, su esposa e hijo menor serán enterrados en la tarde de hoy en el Cementerio Nacional.
Nota de archivo: esta historia fue publicada hace más de 10 años.
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Con los rigores militares y una ceremonia especial por parte de los cadetes del Jr. ROTC, cientos de familiares y amigos se despidieron del sargento Miguel Ortiz, su esposa Carmita Uceda y el mayor de los hijos de ambos, Michael Ortiz Uceda, asesinados el martes pasado en medio de una disputa por una orden de desahucio.
Tres tiros de balas de salva y el triste toque de queda entonado por un trompetista fueron parte de la ceremonia a la que la prensa no tuvo acceso.
Se había descrito anteriormente que para el acto de doblar las banderas los cadetes harían un antiguo rito con los redobles de los tambores por cada doblez en forma de triángulo.
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Luego de unos 45 minutos de que los féretros llegaran al Cementerio Nacional, se escuchó un cerrado aplauso.
El joven de 13 años que sobrevivió la matanza se encontraba rodeado de sus familiares, se indicó.
En la mañana, el monseñor Roberto González Nieves se encontraba en la funeraria Guaynabo Memorial acompañando a la familia y allegados de las víctimas.
En un aparte con los medios, el líder religioso dijo que deseaba expresar la solidaridad y el dolor de la Iglesia con ellos.
Asimismo, aseguró que ha encontrado una familia fortalecida en la fe cristiana.
González Nieves incluso relató que visitó al único sobreviviente de la matanza, un jovencito de 13 años a quien describió como "sereno, disciplinado, sin pensamientos vindicativos". El adolescente se encontraba en la funeraria acompañado de sus familiares.
"Hemos visto a raíz de esto unos gestos de solidaridad y bondad. Dios quiera que estos gestos puedan opacar la crueldad de esta tragedia", manifestó el monseñor.
González Nieves oficiaría un responso exequial previo a la salida del cortejo fúnebre, pautado para las 12:50 p.m. de la tarde.
La caravana con los restos hizo parada por la American Military Academy, donde trabajaba el exsargento Ortiz y estudiaban sus hijos.
Los restos de doña Clementina, de 73 años, serían cremados y trasladados a su natal Perú, confirmó el secretario de Estado David Bernier, quien también se encontraba en la funeraria.