Cuando el agente Francisco J. Meléndez Álvarez, acudió al Centro Médico Episcopal San Lucas en Ponce para investigar el caso de una menor fallecida, quizá no imaginaba la magnitud del cuadro clínico al que se enfrentaría.

La bebé que, al principio le pareció que tenía aproximadamente un año, estaba tapada con una sábana, luego de que personal médico permaneciera examinando a la paciente hasta las 3:30 de la tarde del miércoles, 7 de junio de 2023.

Al entrar a la habitación, el policía con 19 años de experiencia se colocó al lado de la víctima, identificada como April Thais Ortiz Quiñones de quien luego corroboró mediante un certificado de nacimiento, que tan solo había cumplido dos años.

Así lo contó el primer testigo en la vista preliminar contra Jiovan Francisco Ortiz Soto, imputado de violar y asesinar a su hija menor, en hechos registrados en la vivienda que compartía la familia en un residencial de Guayanilla.

A preguntas de la fiscal Natasha Muñoz, el agente investigador del espeluznante crimen narró la desgarradora escena que observó, mientras el personal del Instituto de Ciencias Forenses (ICF) documentaba los golpes que presentaba la niña en distintas partes de su cuerpo.

“Llegué a las 12:20 (del mediodía) al hospital, esperé hasta las 3:30 (de la tarde) para saber la condición. Luego, en ese momento, la doctora Yahaira Guzmán me indica que la paciente había fallecido horas antes.”, relató el testigo frente al juez Rubén Serrano de la sala 402 del Tribunal de Ponce.

Meléndez Álvarez destacó que, mientras el personal técnico forense tomaba fotos y vídeos de la escena, “observo el cuerpo de una bebé, una infante de aproximadamente un añito, (estaba) bocarriba; tenía suerito, una manga en la boca y sangre en el rostro”.

Visiblemente compungido, el agente investigador describió que, la bebé “tenía un golpe en la cabeza, en la frente, el abdomen, codito izquierdo, rodilla, manos, pies, (entre otras contusiones)”.

“Luego, se identifica la menor, obtuve el acta de nacimiento. Se había identificado la menor como April Thais Ortiz Rivera”, sentenció.

“¿Quién se encontraba en el cuarto?”, preguntó la fiscal.

“En un inicio estaba la doctora que, me mostró el cuerpo de la niña, tres técnicos forenses, entre estos, Gabriely Dedós y Harry Natal. Una vez observo esos golpes que tenía la menor, el ICF comenzó a retratar el cuerpo de la menor, más en detalles, fotos más cercanas a los golpes que presentaba la menor”, contestó el agente de la División de Homicidios de la región de Ponce.

“Hubo un momento que había que hacerle un ‘closeup’ a las partes íntimas de la menor porque había sospecha de violación”, apuntó, mientras la defensa, integrada por los abogados Emanuel Gierbolini y Julián Claudio Gotay, cuestionaron qué peritaje tiene el testigo que respaldara su alegación.

Entretanto, el testigo, ataviado con chaqueta negra, espejuelos y con cierto nerviosismo, reflejado por el movimiento de sus manos, señaló que, las heridas en la zona genital de la niña “se observaban que no eran normales”.

Al momento, la defensa volvió a objetar al reclamar “que el agente no tiene el peritaje para saber qué es lo normal”.

“¿Por qué pensó que había la posibilidad de violación?”, insistió la representante del ministerio público. Sobre esto, la fiscal Muñoz aclaró que, “el testigo está en calidad de agente investigador de la escena”.

Al continuar con su relato, Meléndez sostuvo que: “Yo estaba dentro del cuarto, tengo que estar en ese momento donde se está documentando el cuerpo de la menor, estaba al lado con las fiscales”.

“Describa cómo eran las heridas que usted observó”, intervino el juez.

“No eran normales, no eran normales… Cualquier persona que sea inteligente (puede darse cuenta). Estaban abiertas, demasiado abiertas para… (ser de una niña)”, dijo al bajar el tono de voz.

El relato del testigo siguió al describir sus próximos pasos que lo llevaron a la residencia de la menor fallecida, ubicada en Guayanilla.

“Una vez estando dentro de la residencia, me percato que hay tres cuartos, sala, cocina y en uno de los cuartos hay una cama grande y dos cuartitos más con camas pequeñas. Uno de los cuartos tenía una camita en forma de tren, el otro, tenía una camita bajita, con sábanas blancas y una mancha de sangre”, explicó.

Horas antes del relato, el Tribunal juramentó a tres de ocho testigos del ministerio público, entre estos, el agente investigador, la investigadora forense Gabriely Dedós Santiago y la patóloga forense, doctora Rosa Rodríguez.