El Cuerpo de Investigaciones Criminales (CIC) de Caguas determinó que un arma de fuego que fue encontrada por un ciudadano durante la tarde de este sábado en medio de la carretera PR-31 en Juncos no está vinculada con el caso del asesinato de una maestra en el kilómetro 15.7 de la carretera PR-183 del barrio Valenciano Abajo.

El cadáver de Ivette Vélez Flores de 61 años presentaba dos impactos de bala en el lado izquierdo del pecho y en el abdomen.

“Por el número de serie identificamos la persona que la tenía registrada y alegó que la había dejado puesta sobre la capota y se le cayó. (La pistola Glock modelo 43 calibre 9 milímetros cargada con diez balas) fue enviada al Depósito de Armas ya que podría enfrentar cargos por negligencia”, reveló el director del CIC de Caguas, capitán Carlos Alicea Contreras.

Señaló que durante el fin de semana los investigadores estuvieron corroborando información contenida en testimonios y se diligenciaría una orden judicial para requerir las imágenes de un vídeo de seguridad cercano a la escena, como parte del proceso de recopilación de prueba.

“Hasta ahora contamos con evidencia circunstancial, pero tenemos la interrogante si alguien presenció los hechos”, aseveró Alicea Contreras, quien hizo un llamado a la ciudadanía a que si posee información que ayude al esclarecimiento del caso que se comunique a través de la línea confidencial del Negociado de la Policía al (787) 343-2020.

Algunas personas entrevistadas les indicaron que las detonaciones se escucharon a eso de las 6:30 a.m. y no a las 4:00 a.m. como se especuló al inicio, lo que abre la posibilidad a que hubiese más tránsito por esa carretera.

“No hemos dejado de investigar el caso. Hemos hecho un gran esfuerzo como lo hacemos con todos los casos para recopilar toda la prueba que esté disponible”, subrayó el capitán.

Este viernes el Instituto de Ciencias Forenses (ICF) culminó con la autopsia que estableció que murió a causa de las heridas de bala recibidas y con el análisis de los dos vehículos de motor del viudo de la víctima, ocupados durante un allanamiento en su residencia. Estos fueron descritos como una guagua Toyota Highlander y una Suzuki Vitara. La fallecida no manejaba y acostumbraba a caminar al trabajo o a aceptar transportación de conocidos para llegar al colegio privado en San Lorenzo donde laboraba como maestra de segundo grado.

Los investigadores del ICF trabajan en otros análisis periciales y de las muestras de ADN que le fueron tomadas durante la tarde del jueves a Víctor Sánchez Hernández de 64 años, quien tras ser señalado como sospechoso de los hechos quedó en libertad mientras se completa la evidencia que sostenga la radicación de cargos.

Durante la noche del miércoles, se allanó la residencia que compartían ambos, localizada a solo minutos de la escena del crimen donde se recuperaron piezas de evidencia como ropa que fueron enviadas al ICF para su análisis de ADN.

Como medida cautelar la familia de Vélez Flores recibe patrullaje preventivo por su residencia al expresar que temían por su seguridad cuando su esposo por más de 30 años quedó en libertad sin restricciones ya que no está imputado de ningún delito.

No había querellas de violencia doméstica entre la pareja, pero el capitán Alicea Contreras comentó que eso no quiere decir que la mujer no hubiese sido sometida a un patrón como se alega que le expresó a compañeros de trabajo y familiares.