“Demasiado humilde, demasiado recto”: hijo de víctima fatal en accidente en la PR-52 llora a su padre
En el accidente también falleció el pasajero y otras dos personas resultaron heridas.
Nota de archivo: esta historia fue publicada hace más de 1 año.
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El fallecimiento de Bernardo Ocasio Rosa, quien se accidentó ayer mientras transitaba por la autopista Luis A. Ferré (PR-52) de Salinas hacia Cayey, ha dejado un vacío enorme en el corazón de su hijo.
“Fatal. No lo creía, hasta que verdad, pues, pude verlo fijamente”, lamentó su hijo, quien comparte el mismo nombre, a Noticentro. “Es mi padre, mi rey, mi todo y, pues, son cosas de Dios. Es un poquito fuerte, me tiene un poquito en ‘shock’, pero seguimos fuerte”, agregó Ocasio Rosa.
El accidente fatal también cobró la vida del pasajero, identificado como Eddie Rosa Soto, de 59 años y vecino de Arroyo, e hirió a dos pasajeros en la parte posterior del vehículo: Eliberto Rosa Soto, hermano del pasajero, y Eliezer Rosa Morales, hijo de Eliberto. Ambos fueron transportados a hospitales del área y sus condiciones son estables dentro de la gravedad de sus heridas.
El cuarteto, todos familiares, trabajaban para la empresa JR Insulation, la cual se especializa en aislamiento y eliminación de asbesto y ubica en Peñuelas. Según reveló el compañero de trabajo del grupo, Brian Caquías, a Noticentro, se dirigían hacia Puerto Nuevo, en San Juan, para trabajar.
“Era un hombre demasiado humilde, demasiado recto en su trabajo, en todo. No hay nada malo de qué hablar de ese hombre”, aseguró el hijo de Bernardo, quien tenía 57 años.
A eso de las 5:30 a.m., una agente de la División de Patrullas de Carreteras, que transitaba en dirección hacia San Juan, se topó con la escena del accidente. Esta no vio el momento en el que ocurrió, sino que observó la camioneta marca Ford F-150, color rojo, con el logo de la compañía JL Insulation, estrellada contra un árbol a orillas de la carretera.
El comisionado auxiliar del Negociado de Patrullas de Carreteras, teniente Elvis Zeno, explicó que la investigación atribuye el accidente al exceso de velocidad, aunque se desconoce si el conductor se quedó dormido y, con el peso que ejerce el cuerpo, se aceleró la guagua. La guagua será ocupada para su análisis pericial para determinar si hubo algún desperfecto mecánico.