El caso contra Salvatore Anello, el abuelastro que enfrenta juicio por un cargo menor de homicidio negligente por la muerte de su nieta que cayó por la ventana de un barco crucero anclado en el muelle de San Juan, se aplazó hasta el próximo 27 de enero, para dar espacio a la defensa a que contrate a unos peritos que evaluarían la escena donde ocurrió la muerte y las condiciones médicas de Anello.

El abuelastro compareció ante el tribunal hoy para una vista de estatus de su caso, y en la misma se informó que ya el ministerio público completó el descubrimiento de prueba a la defensa, a excepción de unas notas tomadas por unos agentes, que entregarían en los próximos días. 

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En la vista de estatus ante la jueza Gisela Alfonso Fernández, el abogado defensor José Guillermo Pérez Ortiz indicó que tenía la intención de contratar peritos para hacer una reconstrucción de la escena de los hechos, y para declarar sobre las condiciones médicas de Anello. Indicó que, aunque tenía varios nombres identificados, aún no había contratado a nadie. Pidió un tiempo adicional de 30 días para completar la contratación y otros 20 días para que produjeran los respectivos informes, que serían entonces entregado al ministerio público para ser evaluados y contestados.

El abogado indicó además que tendría al menos un testigo que hablaría de la reputación de Anello, así como la posibilidad de que fuera llamado también como testigo el médico de su representado para hablar sobre sus condiciones médicas. 

Asimismo, el abogado sostuvo que aun su representado no había tomado la decisión final sobre si llevarían el juicio por derecho o por jurado. Agregó que por ahora no renunciaban al derecho a tener el juicio por jurado, y dejó ver ante la jueza que se inclinaban a que esa probablemente sea la decisión que tomen. 

Según comentaron al terminar la vista las fiscales Ivette Nieves Cordero y Laura Hernández Gutiérrez, al momento, “no hay posibilidad de negociación (en el caso), no lo hemos contemplado todavía. Pero tampoco se descarta esa posibilidad”. 

Agregaron que, si la defensa determina contratar los peritos y rinden informes, la fiscalía luego podría contratar sus propios peritos y hacer sus informes, de considerarlo necesario.

Contra Salvatore Anello se encontró causa para arresto por el cargo en octubre pasado, pero por tratarse de un cargo menos grave el mismo va directo a juicio en su fondo sin pasar por vista preliminar.

Los hechos que se le imputan ocurrieron el pasado 7 de julio, cuando la menor estaba a su cuidado y cayó por una ventana del piso 11 del crucero Freedom of the Seas, de Royal Caribbean, mientras estaba anclado en el muelle Panamericano II. La niña Chloe Wiegand, de 1 año y 7 meses, no pudo sobrevivir la caída desde unos 115 pies de altura. 

Anello, que permaneció sombrío en todo momento y no emitió declaraciones al terminar la vista, ha dicho antes que pensó que había un cristal en la ventana por donde cayó la niña. Su abogado indicó que él “se mantiene firme en que es inocente” y está renuente a buscar un acuerdo con la fiscalía en el que se declare culpable, por lo que, al menos por ahora, continuarían con el proceso de juicio. 

“Esto es una tortura para él (Anello). Esto es bien fuerte para él. Él está viviendo un infierno desde que pasó el accidente. Y cada vez… venir a Puerto Rico, es bien fuerte para él”, aseguró Pérez Ortiz.

De ser hallado culpable, Anello podría enfrentar una pena de tres años de prisión con derecho a cumplirla bajo probatoria.