Defensa de Abel Nazario sigue atacando a los testigos de la fiscalía
Buscan cuestionar su credibilidad y al mismo tiempo crear una impresión de que cualquier acción del hoy senador fue sin mala intención.
Nota de archivo: esta historia fue publicada hace más de 4 años.
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El juicio federal contra el senador y exacalde de Yauco, Abel Nazario Quiñones, continuó en la mañana de este miércoles con un extenso testimonio de un testigo de la defensa, que comenzó el martes, y que busca poner en dudas la credibilidad de varios empleados que han testificado que fueron engañados por Nazario y en consecuencia trabajaron durante meses sin recibir paga.
El senador está acusado de haber cometido fraude y haberle mentido al gobierno federal, violando así un acuerdo al que había llegado con el Departamento del Trabajo federal, para pagar las horas voluntarias que habían trabajado un sinnúmero de empleados sin ser remunerados entre 2012 y 2014, práctica que se determinó era contraria a las leyes laborales.
Según ha transcendido por la evidencia mostrada en corte, Nazario, que para entonces era alcalde de Yauco, se habría valido de diferentes estrategias para hacer creer a empleados que el cheque que estaban recibiendo para pagarle por las horas voluntarias, según el acuerdo con el DT federal, era un pago por algún otro concepto, como salario por adelantado.
Luego, según la fiscalía, esos empleados dejaban de emitir sus pagos de nómina regular, o cancelaban los cheques emitidos. Al no saber que el cheque era por las horas voluntarias, los empleados asumían que se les continuaba remunerando por su trabajo.
La defensa de Nazario, formada por los abogados María Domínguez, Edga Vega, Javier Micheo y Carlos Andréu, como parte de su estrategia ha presentado testigos que buscan poner en duda la credibilidad de varios testigos presentados por la fiscalía, así como sus testimonios. De manera simultánea, busca crear una impresión de que cualquier acción de Nazario que pudiera percibirse como negativa habría sido sin mala intención, y que en realidad entonces alcalde de Yauco solo perseguía ayudar a sus empleados.
A tales efectos, continuó el testimonio de José Rodríguez Rodríguez, exdirector de Obras Públicas del municipio, y quien supervisó a los testigos de la fiscalía Antonio Irizarry, Aramis Burgos Caraballo, Francis Rodríguez Dastas y Leonard López.
A preguntas de Domínguez, el testigo continuó describiendo un patrón de ausencias y salidas antes de hora de Irizarry, quien ofreció uno de los testimonios más fuertes en contra de Nazario y además podría decirse que generó mucha simpatía en sala con sus respuestas. De hecho, Domínguez dedicó bastante tiempo a detallar la conducta de Irizarry, de acuerdo a Rodríguez Rodríguez.
El exdirector de Obras Públicas reiteró que Irizarry pedía ayuda todo el tiempo porque tenía dificultades financieras y que, para ayudarlo, le llenaban las hojas de asistencia aún si faltaba o salía antes de hora, de manera que pudiera cobrar su quincena completa. Agregó que, a cambio, Irizarry le debía horas que tenía que pagar luego trabajando, y cuyo cómputo llevaba aparte, en un sistema paralelo interno de su oficina.
Rodríguez Rodríguez afirmó además que Irizarry, contrario al testimonio que dio, no estaba solo cuando recibió de manos de Nazario el cheque por horas voluntarias como parte del acuerdo con el DT federal. Aseveró que él estaba también presente y varios otros empleados, y que el alcalde explicó por qué razón se estaba dando ese cheque.
Sobre Burgos, dijo que “también me debía muchas horas. Menos que Antonio (Irizarry) pero debía muchas”.
Admitió que en algún momento lo enviaron a trabajar al cementerio, pero aseguró que “no fue un castigo”, sino que era una forma que tenían “para que repusiera las horas que debía”.
Sobre López, sostuvo que era un empleado “muy irresponsable. Faltaba mucho y no se excusaba con nadie. Y tuvimos varios problemas por eso”. Agregó que “también me debía horas”.
Por último, sobre Rodríguez Dastas, dijo que “también faltaba mucho, porque tenía un familiar delicadito de salud”.
Repetidamente, con cada uno de los empleados, Rodríguez Rodríguez insistió en que entendía que no tenían derecho a cobrar por periodos que la fiscalía sostiene deben remunerárseles, porque estaban pagando por las horas que debían.
Sin embargo, durante el contrainterrogatorio, que no ha terminado, el testigo entró en varias contradicciones, describiendo un patrón de irregularidades y violaciones de los reglamentos del municipio de Yauco, y con toda probabilidad de las leyes laborales, con el permiso expreso de Nazario.
De hecho, se resistió repetidamente a responder directamente las preguntas del fiscal Scott Anderson, provocando la intervención del juez en más de una ocasión.
El contrainterrogatorio en el caso de Nazario continúa en horas de la tarde.