Guayama. El juicio contra el reportero radial José Raúl Arriaga Esteva, acusado de agresión sexual a un menor, se reanudó ayer luego de un receso de cuatro meses.

Durante el proceso ante la jueza Mariela Miranda Recio, los fiscales Judith Borrás y Juan Carlos Martin presentaron una moción para incluir como testigo a una seróloga, petición que fue denegada por la magistrada. El testimonio no se permitió debido a que la evidencia que analizó no está relacionada con los hechos que se discuten en este juicio.

Por consiguiente, el Ministerio Público presentó el testimonio de la examinadora de evidencia digital del Instituto de Ciencias Forenses (ICF), Julia Hernández, quien explicó que sus funciones son analizar todo tipo de equipos electrónicos en los que se almacena información.

Sostuvo que recibió una computadora portátil marca Acer, la que fue entregada por la agente de la División de Delitos Sexuales, Alma Montañez. La misma fue sometida para análisis a través de una orden del Tribunal de Guayama, donde se ordenaba evaluar los historiales de conversaciones en las redes sociales My Space, Facebook, Messenger y Hotmail, al igual que los mensajes privados.

Ésta señaló que recibió la computadora el 23 de septiembre y la analizó el 29 del mismo mes.

Durante el interrogatorio, las abogadas Mayra López Mulero y Lucille Borges objetaron las preguntas de la fiscal, e insistieron en que la información que buscaba resaltar con este testigo no se señalaron durante el interrogatorio de la funcionaria de My Space que el Ministerio Público trajo desde California.

“Es un esfuerzo descabellado el que está haciendo la fiscalía para desvirtuar la atención”, dijo López Mulero.

Indicó que se pueden crear muchos perfiles falsos, lo que convierte la evidencia de la examinadora como “no confiable”.

Sostuvo que la funcionaria de My Space sólo se limitó a hablar del contenido que tenía el perfil del alegado perjudicado y que nunca se tocó el tema de las conversaciones del usuario.

El juicio continúa hoy en la tarde con los testimonios de una agente y un sargento de la policía, quienes trabajaron los informes de las querellas hechas por el menor luego del incidente.

Los hechos ocurrieron en mayo de 2009 luego que, según el joven, que hoy tiene 18 años, fuera supuestamente sodomizado por el periodista radial en un paraje solitario de Cayey.