Declaran testigos en el caso de la ginecóloga Galinaltis
Raisa Rodríguez Ortega, maestra del centro de cuido El Paraíso, en Manatí, dijo que la madre de Julián era quien siempre llevaba al pequeño en las mañanas y en las tardes era recogido por la nana, América Caballero.
Nota de archivo: esta historia fue publicada hace más de 13 años.
PUBLICIDAD
Dos testigos declararon hoy en el Centro Judicial de Arecibo que la doctora Cynthia Galinaltis Vega acostumbraba a llevar a su hijo todos los días a su centro de cuido en Manatí para luego seguir hasta su oficina profesional en Barceloneta.
Sin embargo, el 4 de abril del año pasado, Galinaltis Vega, de 44 años de edad, no dejó al niño en la escuelita maternal.
Cerca de las 2:30 de la tarde de ese día, tras recibir una llamada telefónica, bajó desde su oficina hasta su vehículo de donde sacó a su niño de dos años en un estado flácido y sin signos vitales, según describió la enfermera Gloria Pagán, quien ayudó a su jefa a intentar resucitar al menor.
El fiscal Rafael Freites sentó hoy a cuatro testigos en el inicio del juicio contra la doctora, acusada del homicidio involuntario de su hijo Julián Pereira Galinaltis. La acusada renunció a ver su juicio por jurado por lo que la jueza Marta María Rosaría, será quien evalué la prueba.
Raisa Rodríguez Ortega, maestra del centro de cuido El Paraíso, en Manatí, dijo que la madre de Julián era quien siempre llevaba al pequeño en las mañanas y en las tardes era recogido por la nana, América Caballero.
Sin embargo, ese lunes de abril cuando Caballero llegó al cuido le informaron que el pequeño no asistió, según declaró en el Tribunal. Como a la nana le extrañó que los padres no le avisaran, llamó al padre del niño, Omar Pereira, para preguntar si tenía que recoger al niño en otra parte.
“El me pidió cinco o 10 minutos para llamar a Cynthia”, declaró la nana.
La llamada no llegó y como a las 3:30 de la tarde, la mujer volvió a llamar a su empleador, quien le informó que algo había pasado con el niño pero no le ofreció detalles en ese momento.
La secretaria Jesley Pagán, así como la enfermera de la oficina ginecológica, narraron que cerca de las 2:30 de esa tarde observaron a la doctora contestar el teléfono, coger la llave de su guagua y salir a prisa hasta el estacionamiento.
La secretaria siguió a la ginecóloga mientras que la enfermera observaba lo que pasaba desde una ventana de la oficina. Ambos observaron a la doctora sacar al bebé del asiento posterior del vehículo.
Una patrulla de la Policía que pasaba llevó a la doctora con el bebé hasta un centro de salud en Barceloneta.
“Ay, bendito Gloria, se me olvidó”, dijo la Secretaria que le escuchó decir a su jefa mientras aguardaban en el hospital.
A preguntas del abogado Roberto Alonso, tanto la nana como la enfermera describieron a Galinaltis Vega como una madre atenta y protectora de sus tres hijos.
La enfermera dijo que durante los primeros años de vida de Julián, su madre lo llevaba a la oficina para poder lactarlo y que tras su nacimiento, dejó la práctica de la obstetricia para reducir sus horas de guardia en el hospital y dedicarle más tiempo a su familia.