El juicio en su fondo contra Christopher Sánchez Asencio reanudó en la mañana de hoy, martes, con el testimonio del policía municipal de Guaynabo, Eduardo López Ríos, quien con otro compañero socorrió al adolescente que sobrevivió malherido a la matanza de cuatro miembros de su familia.

En el segundo día del juicio por jurado, que se ventila en el Tribunal de Primera Instancia de Bayamón, López Ríos declaró que el 18 de noviembre de 2014 había entrado a trabajar en el turno de las 3:00 a.m. y en el cuartel, se recibió una llamada alertando de que en el barrio Guaraguao había una persona sin camisa.

“Al llegar al lugar, nos percatamos de que era un menor de edad… Me encontré con el menor ensangrentado, con las rodillas laceradas y tenía una mirada temerosa. Me indicó que habían matado a su papá, mamá, abuela y que su hermano se encontraba muerto también, en una carretera, en Guaraguao. Llamé enseguida al centro de mando”, narró el policía a preguntas de la fiscal Janet Parra Mercado.

El agente relató que el jovencito le indicó los nombres de Christopher Sánchez y El Gordo como los autores del crimen de su familia.

Dijo que procedió a dar información al centro de mando de la Policía Municipal de Guaynabo de que el menor había dicho que su familia había sido asesinada en su residencia en la urbanización Los Frailes. Indicó también que informó del lugar dónde encontró al niño “y dónde residía la persona (Sánchez Asencio) que nos dijo que era inquilino de una de las residencias que su padre poseía y que ese lugar era en la urbanización Versalles, en Bayamón”.

A Sánchez Asencio se le acusa de cuatro cargos de asesinato en primer grado, un cargo de tentativa de asesinato, secuestro, agresión grave, destrucción de prueba, robo, conspiración y varias infracciones a la Ley de Armas. Se le imputa actuar en concierto y común acuerdo con José Luis Bosch Mulero, quien encara los mismos cargos que Sánchez Asencio, pero en un juicio separado.

Según las acusaciones, el dúo asesinó de un disparo en la cabeza a Miguel Ortiz Díaz, un militar retirado de 66 años; a su esposa Carmita Uceda Ciriaco, de 45 años, y a la madre de ésta, Clementina Ciriaco López, de 73 años. Los hechos ocurrieron en la casa de la familia en la urbanización Parque de Los Frailes, en Guaynabo, entre el 17 y 18 de noviembre de 2014.

De acuerdo con la pesquisa de las autoridades, luego de cometer el triple crimen, los acusados secuestraron a dos hijos adolescentes de la pareja y en un trayecto por un sector rural de Guaynabo asesinaron a Miguel Ortiz Uceda, de 15 años, y agredieron brutalmente a su hermano de 13 años, a quien arrojaron por un puente y milagrosamente sobrevivió.

El menor es el testigo principal del caso y se espera que declare en la etapa final del juicio, que es presidido por la jueza superior Vivian Durieux Rodríguez.

El jurado que aquilata la prueba en el caso está compuesto por nueve mujeres y tres hombres. Dos suplentes, un hombre y una mujer, completan la plantilla.

La jueza recesó el caso al mediodía y los trabajos reanudarán a la 1:30 p.m. en la sala 704.