David Oquendo “apuntó a un testigo” el día de la masacre en La Tómbola
Por el crimen, David Oquendo no enfrenta pena de muerte, pero sí una cadena perpetua.
Nota de archivo: esta historia fue publicada hace más de 12 años.
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Un segundo testigo identificó ayer a David Oquendo como el pistolero que, junto a Alexis Candelario Santana, desató la balacera que culminó con la muerte de ocho personas durante la inauguración del negocio La Tómbola en Sabana Seca, Toa Baja, ocurrida el 17 de octubre de 2009.
William Ramos, hijo del propietario de la estructura que albergaba La Tómbola, relató que fue a la inauguración del negocio, cerca de las 7:30 de la noche, pero que se mantuvo afuera, en la entrada de un callejoncito que quedaba frente al negocio.
“A las 11:45, me encontraba en el callejón sentado, mirando hacia la esquina derecha y a la izquierda, cuando veo dos individuos vestidos de negro y con gorra. Veo que caminan. Yo cambio mi vista hacia la izquierda y cuando vuelvo a la derecha, veo que sacan dos pistolas de la cintura”, relató.
“Mira a esos dos con pistola”, dijo el testigo que comentó.
“Uno de los individuos se volteó, cuando veo que me apunta, y me tiré a mi derecha y el tiroteo empezó”, narró.
El abogado de Oquendo, José Aguayo, recalcó que el testigo dijo “pistola”, y no rifle, como declaró el testigo estrella Wilfredo “Rufo” Semprit.
Contrario a lo declarado por el testigo estrella de que había llegado a las 11:30 de la noche con su esposa, Ramos sostuvo que lo vio a las 7:30 de la noche.
Otra testigo, Yanet Martínez, prima de Alexis Candelario Santana, declaró en el juicio capital que su primo asesinó a su hermano “Guelo”, un usuario de heroína, frente a su residencia en 1996, en su presencia, y que también fue el asesino de su hijo.
Cayón, su hijo, un sicario de Semprit, fue una de las víctimas de la Masacre de La Tómbola. Esa es la razón por la que decidió declarar contra su primo. La defensa le cuestionó por qué no hizo lo mismo cuando asesinó a su hermano en 1996.