Dan credibilidad a testimonios de confinados contra Roberto Quiñones
El exsuperintendente de la cárcel Guayama 500 admitió que los testigos no precisaron la fecha y hora
Nota de archivo: esta historia fue publicada hace más de 10 años.
PUBLICIDAD
Aunque dio credibilidad a los confinados que afirman haber escuchado una confesión de Roberto Quiñones Rivera sobre la muerte de la bailarina Yexeira Torres Pacheco, el exsuperintendente de la cárcel Guayama 500, Carlos González Rosario, reconoció hoy, lunes, que no conocía a los reos Luis Joel Rodríguez López y a Héctor Rivera Cruz y que pasó poco tiempo con el dúo, cuando los entrevistó al respecto en la institución penal.
Durante la continuación del juicio contra Quiñones Rivera por la muerte y desaparición de Torres Pacheco, el entonces superintendente de Guayama 500 también admitió que los confinados no precisaron la fecha y hora en que ocurrió la conversación en la cual el expolicía confesó haber matado a la bailarina, que desapareció en octubre de 2011, según señalan Rivera Cruz y Rodríguez López.
Relacionadas
Ante el juez Francisco Borelli Irizarry, del Tribunal de Carolina, el testigo González Rosario tampoco pudo explicar por qué el dúo de confinados fue trasladado de Bayamón a la cárcel Guayama 500, de "seguridad protectora", para prisioneros que son testigos del Estado, temen por su vida, han sido convictos de crímenes sexuales o por otras razones.
Al responder preguntas de la fiscal Alma Méndez Ríos, González Rosario explicó que hacía una ronda por la institución la mañana del 10 de abril de 2012, cuando le informaron que dos confinados, que estaban en el área médica, querían hablar con él.
En un breve intercambio inicial, los confinados Rodríguez López y Rivera Cruz le indicaron que tenían información del caso de Yexeira.
Debido a su agenda, y por la seguridad de los confinados, decidió atenderlos al día siguiente, en el área de trabajo social de la institución.
Relató que entrevistó a los confinados por separado, en compañía de un agente y una trabajadora social.
A Rodríguez López lo entrevistó en la mañana y a Rivera Cruz en la tarde. A ambos le hizo las advertencias para garantizar la pureza del proceso.
Durante la entrevista, Rodríguez López, quien fue compañero de celda de Quiñones Rivera, le indicó que el acusado le admitió haber matado a Yexeira y que en un momento de la conversación Rivera Cruz se paró en la puerta de la celda y también escuchó la admisión.
"El confinado estaba tranquilo, cooperador. Lo vi honesto en lo que me estaba diciendo", afirmó sobre Rodríguez López.
Apuntó también que concluyó que los confinados decían la verdad porque hablaron de forma voluntaria, no pidieron nada a cambio y cumplían penas de cárcel pequeñas, uno de un año y otro de tres años.
Sin embargo, en el contrainterrogatorio del licenciado Jorge Gordon Menéndez, el testigo indicó que no conocía previamente a los confinados y que desconocía la razón del traslado de la cárcel de Bayamón 705 a la de Guayama 500.
Aceptó también que ambos confinados pidieron ser trasladados a la cárcel 501 de Bayamón, donde estarían más cercas de sus familias, y que dicha solicitud constituía una petición.
Indicó que ninguno de los confinados ofreció una fecha exacta de la conversación en esa primera ocasión en que divulgaban la confesión del acusado.
"No le puedo decir ni sí, ni que no", respondió sobre una pregunta de Gordon Menéndez sobre si era posible que los confinados se pusieran de acuerdo en su versión antes de llamarlo.
Apuntó que la entrevista con Rodríguez López duró dos horas y la entrevista con Rivera Cruz "menos tiempo".
"Esa conclusión está basada en mi experiencia y su 'demeanor' (forma de expresarse). Yo le di credibilidad", apuntó el testigo sobre la razón para dar crédito a lo manifestado por los citados confinados.
Ambos confinados declararon en el juicio contra Quiñones Rivera la semana pasada haber escuchado al acusado admitir que mató a Yexeira y decir que su cuerpo no iba a aparecer.
Rodríguez López dijo que la conversación ocurrió el 22 o el 23 de marzo, pero no precisó la hora.
Mientras, Rivera Cruz dijo que no sabía la fecha exacta, aunque en la vista preliminar indicó que había sido en el recreo de la mañana de la semana del 10 de marzo.
El juicio continúa mañana.