Cura acusado de abuso sexual seguirá preso en cárcel federal
Fue descrito hoy como "un lobo vestido de oveja" por el fiscal federal.
Nota de archivo: esta historia fue publicada hace más de 10 años.
PUBLICIDAD
Israel Berríos Berríos, suspendido sacerdote católico imputado de abusar sexualmente de un menor, fue descrito este jueves como "un lobo vestido de oveja" por el fiscal federal a cargo de su caso durante la vista de fianza celebrada en el Tribunal Federal, en Hato Rey.
En la vista ante el magistrado federal Marcos E. López, el fiscal Marshal D. Morgan presentó como parte de la evidencia en contra del acusado las admisiones que hizo sobre los actos de índole sexual que sostuvo con el menor, que comenzaron cuando tenía 14 años y que ocurrieron entre 2007 y 2008. La presunta víctima ahora tiene 21 años.
Relacionadas
Mientras, la defensa de Berríos Berríos, quien fue arrestado a principios de mes, presentó a varios posibles testigos a favor del religioso.
El magistrado escuchó a las partes e informó que evaluará a fondo el caso para entonces decidir si concede o no fianza a Berríos Berríos y lo emitirá por escrito.
Durante la vista -que duró alrededor de dos horas- el fiscal Morgan planteó que el padre Israel, como le dicen sus feligreses y allegados, es un peligro a la comunidad y un riesgo de fuga por la naturaleza de los cargos que enfrenta de tráfico sexual de menores y transportar a un menor con fines de sostener actos sexuales ilícitos, dado a que se enfrenta a una pena que podría ir desde un mínimo de 10 años hasta cárcel de por vida.
Para refutar dicho planteamiento, el abogado Héctor Guzmán Silva, jefe de la Oficina del Defensor Público federal, presentó un listado de 13 personas dispuestas a testificar a favor de su representado, incluyendo al alcalde de Aibonito, William Alicea Pérez quien, según dijo el letrado, hasta le envió un mensaje al acusado, diciéndole: "Hola y que Dios lo bendiga". El abogado agregó que el alcalde le dio la llave de la ciudadad al sacerdote de 58 años.
Alicea Pérez, sin embargo, aseguró a través de su cuenta de Twitter que es falso que va a testificar a favor del religioso.
Guzmán Silva destacó que de permitirle salir bajo fianza, sus hermanos Eduardo, Lucy, Sonia, María Teresa y Carmen estarían dispuestos a ser custodios del acusado.
Otro de los testigos de reputación era Alexis Rodríguez, quien el abogado dijo que tiene 24 años y vivía con Berríos Berríos en Naranjito al momento de su arresto. Guzmán Silva indicó que conoce al padre Israel desde que tenía 14 años y que fue su padrino de confirmación, pero que nunca ocurrieron actos inapropiados.
"Puedo traer a muchos, muchos testigos. Llenar esta sala de gente tres veces", manifestó Guzmán Silva. "Los cargos son por hechos ocurridos en 2008, ya han pasado seis o siete años y no hay alegaciones de que pasara algo después de eso, con esta presunta víctima ni con ninguna otra", agregó.
En relación a Rodríguez, Morgan recalcó que al momento de arrestar a Berríos Berríos, el joven salió en calzoncillos de la misma habitación del hoy acusado y, con las manos arriba, le dijo a los agentes que "yo no tengo nada que ver". Él, al igual que la víctima en este caso, era su ahijado de confirmación, por lo que el fiscal resaltó que había un "patrón" en su conducta.
Morgan ofreció más detalles del caso, como que el padre conoció al entonces menor durante un proceso de crisis y depresión por la falta de su padre, por lo que su madre contactó al sacerdote para que lo ayudara. Entonces tenía entre 6 y 7 años. A los 10 años, el padre le dio la llave de la iglesia.
Fue después de lo que llamó un proceso de "grooming" o preparación, que a los 14 años, el hoy acusado lo llevó a su casa en Naranjito y le pidió que le pusiera una crema en la espalda, desnudo.
"El menor se quedó en 'shock'. Le puso la crema y el sacerdote lo convenció a desnudarse. De ese punto en adelante, sostuvieron actos de masturbación mutua en el carro de la iglesia y en su casa", detalló Morgan.
El 21 de julio de 2008 fue cuando el acusado llevó al entonces joven de 15 años a Miami para ir en el crucero Majesty of the Seas por las Bahamas por cuatro días, y presentó el pasaje de ambos, que se quedaron en la misma cabina.
Cuando el magistrado le preguntó si tenía evidencia que corroborara la versión del entonces menor, Morgan presentó la propia admisión que hizo Berríos Berríos ante las autoridades eclesiásticas el 18 de enero de 2013, previo a que las autoridades investigaran el caso en marzo de 2014.
En el escrito, cuando le preguntan a Berríos Berríos sobre la situación ocurrida en el crucero en 2008, el religioso contesta: "Es cierto. Hice esas indiscreciones. Fue un error que marcó mi vida, pero pasó y no puedo negarlo. Cometimos un error, pero soy el adulto. Fue un error. Esa situación pasó y fue desafortunada para mí y para él".
Cuando se le cuestionó si los actos de índole sexual ocurrieron en más de una ocasión, dijo que sí. No obstante, alegó no recordar si hubo sexo oral, pero "sí caricias y besos".También aceptó que se tocaron sus genitales. Al preguntarle cuántas veces pasó, Berríos Berríos respondió que "no recuerdo porque son cosas que quiero borrar de mi mente, pero definitivamente fue más de una vez".
"Él trata de mitigar los actos. Es mucho más que indiscreciones o negligencia", indicó el fiscal.
"El hecho de que es un sacerdote activo agrava la situación. Representa un peligro a la comunidad y riesgo de fuga", concluyó Morgan, quien destacó que aunque el religioso está suspendido, no ha sido expulsado y aún tiene una identificación de sacerdote que expira en 2018.
"Es un lobo vestido de oveja. Usa su habilidad para convencer a la gente para que le crean y lo quieran. Pero hay algo malo en la cabeza cuando un hombre de 55 años quieren tener actos sexuales con un niño de 14 años... Se ganó la confianza de la madre y del menor para usarlo para sus necesidades sexuales", expresó Morgan.
Guzmán Silva opinó que si se le permite salir bajo fianza y se le impone la condición de encarcelamiento domiciliario, "todos los argumentos se esfuman", pero entiende que no se presentó prueba de que represente un peligro a la comunidad, ni al presunto perjudicado, ya que este es mayor de edad y no hay vínculos entre ellos.
El abogado recalcó que su cliente sabía que lo estaban investigando y no huyó del País, y recalcó que tiene "serias condiciones de salud", por lo que solicitó sea liberado bajo fianza. Recordó que no ha vuelto a ser ofensor y que, aún después de los hechos en el crucero en verano de 2008, meses después el joven le pidió que fuera su padrino de confirmación.
Fue entonces que el magistrado federal determinó recesar y que emitirá su determinación por escrito en los próximos días. Por lo pronto, continuará detenido en el Centro de Detención Metropolitano (MDC, por sus siglas en inglés), en Guaynabo.
En el foro estatal, Berríos Berríos enfrenta cargos por actos lascivos, caso que se verá en el Tribunal de Primera Instancia de Aibonito.