Culpable Pablo Casellas por el asesinato de su esposa Carmen Paredes
Un jurado -compuesto por seis hombres y seis mujeres- encontró hoy culpable al corredor de seguros Pablo Casellas.
Nota de archivo: esta historia fue publicada hace más de 10 años.
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El corredor de seguros Pablo Casellas Toro dormirá esta noche en la cárcel, luego que un jurado lo encontró culpable por el asesinato de su esposa Carmen Paredes Cintrón, ultimada a tiros el 14 de julio de 2012.
En una decisión 11-1, el panel de ciudadanos compuesto por seis hombres y seis mujeres, que deliberó por espacio de 10 horas, declaró a Casellas Toro culpable por cargos de asesinato en primer grado, destrucción de evidencia y violación de Ley de Armas.
"Declaro a Pablo José Casellas Toro culpable del cargo de asesinato en primer grado, violación a ley de armas, y destrucción de prueba", afirmó el juez José Ramírez Lluch, del Tribunal de Bayamón, al certificar el veredicto del jurado.
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"Siendo estos delitos graves que no conllevan derecho a probatoria este tribunal ordena su ingreso inmediato a prisión hasta el acto de dictar sentencia, el jueves 6 de febrero", agregó, mientras que en la sala 706 se escuchaban sollozos de sus familiares.
Ramírez Lluch también declaró al hombre de 49 años culpable de un cargo menos grave por informar falsamente un delito y denegó la petición de absolución perentoria solicitada previamente por la defensa del hijo del juez federal Salvador Casellas Moreno.
Solo por el cargo de asesinato Casellas Toro se expone a una pena de cárcel de 99 años.
Con el rostro serio, el convicto escuchó la lectura de los laudos del jurado, mientras que su hija menor estallaba en llanto.
Poco después, los alguaciles esposaron al Casellas Toro quien abandonó el recinto cabizbajo y sin mirar hacia atrás. Segundos antes su padre lo despidió con un abrazo.
Apelación en ciernes
Al salir de la sala 706, el licenciado Harry Padilla Martínez anticipó que apelará la decisión en contra de su cliente. "En mi opinión, ese veredicto es contrario a derecho. Este es un proceso largo, continuamos la batalla. Seguimos el proceso apelativo correspondiente", apuntó el letrado, quien encabezó el equipo de la defensa compuesto también por Juan Ramón Acevedo Cruz, Arturo Negrón García y Francisco Rebollo Casalduc, a la salida del salón de sesiones.
Poco después los familiares de Casellas Toro abandonaron el centro judicial sin ofrecer expresiones a la prensa.
Después salieron de sala Aracelis Cintrón y Joseph Paredes, madre y hermano de la víctima, acompañados de amigos y familiares. Tampoco realizaron expresiones a la prensa.
El Ministerio Público, representado por los fiscales Janet Parra Mercado, Phoebe Isales Forsythe y Sergio Rubio Paredes, se mostró complacido con el veredicto.
"Esperamos que el resultado de este caso le devuelva la fe a un sector de la población que sabemos que había perdido la fe en el sistema de justicia en términos de que si un acusado tenía los recursos para abogados, peritos, etcétera, siempre salía bien. Ya ven que no es así, nuestro sistema de justicia funciona", apuntó Rubio Paredes.
"De la misma manera que estuvimos preparados para ver este caso, una vez llegue la apelación la vamos a enfrentar", agregó la fiscal.
Júbilo y pesar en la sala 706
Mientras el corredor de seguros escuchó su veredicto, un contraste de emociones se percibió en sala.
Hubo sollozos en el banco donde estaba sentada su familia y su hija menor no pudo contener el llanto. El juez Casellas, después de despedirse de su hijo, estrechó las manos de los abogados que condujeron la defensa.
La familia de Paredes, mientras agradeció a los fiscales. Los representantes del Ministerio Público también lloraron y se abrazaron entre sí.
En el pasillo, mientras, decenas de periodistas procuraban resumir lo ocurrido en sala y captar todos los detalles del dramático momento
Casi 10 horas de deliberaciones
La jornada, para los seis hombres y seis mujeres que componían el jurado, arrancó a las 9:42 a.m. cuando el magistrado inició la lectura de las instrucciones.
Durante la larga exposición, que se extendió casi dos horas, el juez repasó los derechos que cobijan el corredor de seguros como el silencio del acusado y la presunción de inocencia.
"El grado de prueba que se exige al Ministerio Fiscal es aquel que satisface la conciencia y convence la razón", afirmó.
También disertó sobre la credibilidad, la impugnación de testigos y la duda razonable.
"La duda razonable no es cualquier duda posible", apuntó el magistrado ante un sala repleta de público.
En ocasiones, la densidad del silencio en el salón de sesiones permitía escuchar el crujir de las butacas y el movimiento de los periodistas al tuitear.
Sentado al lado de sus abogados Casellas Toro siguió con atención el proceso en la sala.
En el banco a su espalda, sus dos hijas, su papá, su hermano mayor Salvador y otros familiares se mantuvieron a su lado en apoyo al corredor de seguros.
Al otro extremo del salón, detrás de la banca de los fiscales, se sentaron Joseph Paredes y Aracelis Cintrón, junto a otros amigos y familiares.
En su cartera, Cintrón mantuvo tres fotografías de su única hija y, en un momento durante la larga espera, las mostró al agente investigador del caso Abiel Soto, quien observando las imágenes recordó a sus hermanas.
Antes de que el jurado se retirara a deliberar, el juez Ramírez Lluch escogió a la presidenta del jurado y despachó a los tres jurados suplentes. Poco después los seis hombres y seis mujeres abandonaron la sala con la evidencia presentada durante el proceso de desfile de prueba, que se extendió 15 días.
A las 9:40 p.m. regresaron a informar su veredicto a una sala todavía repleta de público y custodiada por una docena de alguaciles.
El martes, el jurado escuchó las argumentaciones finales del Ministerio Público y la defensa. Después el juez Ramírez Lluch ordenó su secuestro para evitar que reciban influencias indebidas.
Según la teoría de los fiscales, Casellas Toro fingió un “carjacking” para reportar como hurtada la pistola FN Five Seven, que posteriormente usó para matar a su compañera de vida durante las pasadas dos décadas.
Los fiscales también plantearon que el corredor de seguros mató a su esposa, de 45 años, para evitar un divorcio que lo obligaría a dividir los bienes gananciales.
Pero la defensa arguyó que Casellas Toro, de 49 años, no tenía motivación para el crimen y que la muerte de la ejecutiva de ventas y mercadeo de una compañía de seguros era el resultado de un intento de robo de armas.
Resumen:
En un veredicto de 11-1, Pablo Casellas Toro fue hallado culpable esta noche de asesinato en primer grado, destrucción de prueba y violación al artículo 5.15 de la Ley de Armas, por la muerte de su esposa Carmen Paredes Cintrón.
Además, el juez José Ramírez Lluch lo encontró culpable del delito menos grave de reportar falsamente sobre la comisión de un delito (el “carjacking”) y declaró no ha lugar la moción de absolución perentoria presentada por la defensa la semana pasada.
El jurado de 6 hombres y 6 mujeres retornó a sala 706 del Tribunal de Bayamón con su decisión cerca de las 9:40 p.m., tras 10 horas de deliberación. La presidenta del panel, la jurado #8, le entregó el sobre al juez y este se lo entregó a la secretaria para su lectura.
Mientras eso ocurría, se escuchaban en sala los sollozos de la hija menor de Casellas y Paredes, así como de su nana. Casellas miró a la secretaria mientras leía la decisión del jurado y luego bajó la cabeza al momento de los alguaciles esposarlo y sacarlo de sala.
Casellas estará preso desde hoy. La lectura de sentencia será el 6 de febrero. Solamente por el cargo de asesinato en primer grado se expone a una sentencia de 99 años de cárcel.
“Mi opinión es que ese veredicto es contrario a derecho”, dijo el líder de la defensa, Harry Padilla, al salir de la sala. Confirmó que apelarán, pero que para ello tienen que esperar a que el juez dicte la sentencia.
Por su parte, la fiscal Janet Parra lloró al abrazar a la madre y el hermano de Carmen Paredes, Aracelis Cintrón y Joseph Paredes, y también cuando felicitó a su colega Sergio Rubio.
“Desde el 14 de julio de 2012 nosotros hemos trabajado incansablemente en este caso. Hicimos nuestro trabajo junto al honroso cuerpo de la Policía de Puerto Rico”, expresó.
Rubio manifestó que “esperamos que el resultado de este caso le devuelva la fe a un sector de la población que sabemos que había perdido la fe en el sistema de justicia en términos de que si un acusado tenía los recursos para abogados, peritos, etcétera, siempre salía bien. Ya ven que no es así, nuestro sistema de justicia funciona”.
“Tienen el derecho de apelar. El abogado puede escribir lo que quiera, nosotros entendemos que (el veredicto) es conforme a derecho”, dijo la fiscal Phoebe Isales.