El jurado en el caso contra un joven que hirió al ex periodista radial José Raúl Arriaga encontró culpable por agresión agravada en tercer grado y Ley de Armas a Luis Miguel Pérez Quiles.

La decisión fue por mayoría diez a dos. En el asunto de armas, fue nueve a tres. El cargo original era por tentativa de asesinato.

Después de deliberar desde las 10:38 de la mañana, el jurado compuesto por siete hombres y cinco mujeres informó a las 3:42 de la tarde al juez Nelson Canabal Pérez, del Tribunal de Bayamón, su intención de regresar a sala.

La fiscalía sometió a consideración dos agravantes, que el convicto planificó el hecho delictivo y que utilizó un objeto peligroso o dañino para la salud de la víctima, pero el jurado no los aceptó.

La lectura de sentencia será el 20 de junio.

Daño permanente

Fuera de sala y antes del veredicto, Arriaga aseguró que todavía recibe tratamiento médico y que sufrió daño permanente, dado que en su brazo izquierdo tuvieron que ponerle un tubo tras sufrir fractura, por lo que no lo puede subir completo ni cargar y se le hace difícil guiar.

“Estoy tranquilo, ahora es esperar la decisión del jurado. Ya yo dije mi verdad. A pesar que está el que se cuestione que haya daño permanente, es palpable. Sólo hay que mirar y tocar”, dijo Arriaga.

Cuando se le preguntó si no estaría de acuerdo con un veredicto de culpabilidad por agresión en cuarto grado, dijo que “tendría que respetar la decisión del jurado, pero no es fácil que yo todos los días tenga que verme en un espejo, que tenga que ver mis dedos porque puedo cerrar mi mano, pero no puedo abrirla, y digan que tal vez no soy un lanzador zurdo, pero yo esa mano la utilizo para guiar, ahora mismo no puedo cargar peso y algo tan sencillo como el dedo meñique, y el uso de computadora, ¿no es parte de mi trabajo?”.

Arriaga agregó que su vida cambió pero, “no hay mal que por bien no venga”.

“Lo que pasa en la vida, nos hace mejor persona. Me siento tranquilo porque independientemente de lo que puedan pensar algunas personas, pude desahogarme y decir la verdad”, expresó Arriaga.

“Creo que el jurado tiene la oportunidad de enviar un mensaje de que la justicia llega no importa tu edad, sexo, color de piel u orientación sexual”, añadió.

Los hechos de este caso ocurrieron el 7 de septiembre de 2010 en el sector El Quinto, en Corozal. Ambos incurrieron en favores sexuales y Arriaga le pagaba, pero ese día se detuvieron a orinar. Arriaga alegó que el joven le iba a robar, pero no se llevó dinero ni sus pertenencias. El acusado dijo que lo hizo para defenderse porque lo iba a violar.
Jurado aclaró dudas

A las 2:38 de la tarde, el jurado salió a sala al tener dos dudas sobre los cargos.

El juez Nelson Canabal Pérez, del Tribunal de Bayamón, contestó las dos preguntas del panel compuesto por siete hombres y cinco mujeres.

La primera duda del jurado era si tenía que recuperarse el arma para que se pudiera dar el cargo de Ley de Armas que pesa contra el joven de 18 años. El juez les aclaró que no.

De hecho, el cuchillo usado por el acusado para cometer el acto el 7 de septiembre pasado nunca apareció.
La segunda pregunta fue que volviera a explicar la diferencia entre tentativa de asesinato y agresión.

Canabal Pérez les recordó que para que sea tentativa de asesinato, la intención era asesinar a la persona. La agresión agravada no conlleva intención de matar, pero causa grave daño corporal.

Satisfecho Arriaga

"Yo me siento satisfecho, me siento reinvindicado. Creo que se hizo justicia. Creo que se me devuelve la paz y la dignidad", expresó Arriaga."Creo que la decisión determina que en efecto yo soy la víctima. Se me trató de criminalizar en un caso donde yo soy la víctima", agregó.

Aunque  Pérez Quiles no resultó culpable por tentativa de asesinato como se sometió el caso en principio, Arriaga dijo sentirse satisfecho porque "la decisión determina que los argumentos de presión de mi parte, la perdosa maquiavélica, quedó derrotada".

La madre del joven, María Pérez, salió rápidamente y no quiso emitir comentarios.

Tanto la fiscalía como la defensa salieron satisfechos con el veredicto.

"No prevaleció la tentativa de asesinato, pero si agresión agravada en tercer grado y Ley de Armas. Esa fue la interpretación del jurado, de que fue una agresión, aún así, estamos satisfechos", manifestaron los fiscales Edmanuel Santiago y Lorraine Pietri.

El abogado del ahora convicto, Federico López Santiago, también celebró el veredicto.

"Es una victoria para mi cliente porque el jurado entendió que no se probó la intención de matar al señor Arriaga y le creyeron a mi cliente. El número de heridas no se puede ocultar... Lo importante es que salió a relucir muchas cosas de este señor (Arriaga). Como él dijo, él se lo buscó", expresó López Santiago.

Ahora se celebrará una vista en la que la fiscalía le presentará al jurado razones para imponer agravantes a la eventual sentencia, y el abogado presentará atenuantes.

El cargo de agresión agravada en tercer grado tiene una pena de entre tres y ocho años, y la Ley de Armas, entre uno y cinco años.

López Santiago solicitará referir a su cliente a un oficial social para ver si cualifica para probatoria.