Cuidado con el violador en serie
Nota de archivo: esta historia fue publicada hace más de 16 años.
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Una estudiante de la Universidad de Puerto Rico fue ultrajada ayer de madrugada, en su hospedaje en la urbanización Santa Ana de Río Piedras, por un violador en serie que lleva varios meses atacando.
Ésta es la cuarta víctima del violador, que desde julio ha abusado de al menos cuatro estudiantes universitarias de entre 19 y 23 años, en hospedajes de Río Piedras y Hato Rey, siempre en horas de la madrugada.
Ayer a las 4:30 a.m., mientras la universitaria de 19 años dormía en una habitación que comparte con otra estudiante de la misma edad, la despertó una luz como de linterna. Desorientada, intentó ver la hora en su celular cuando el desconocido la encañonó.
“Si gritas voy a matar a tu amiga”, le dijo, según narró el agente investigador Rubén Nieves, de la División de Delitos Sexuales de San Juan.
De todos modos, la joven gritó y, al despertarse la compañera, el sujeto les exigió dinero. Ambas le dijeron que se llevara sus carteras, pero que se fuera de la casa, ubicada en un segundo nivel.
El sujeto, que había forzado la puerta principal para entrar, las obligó a arrodillarse frente a la cama, les cubrió los rostros con cinta adhesiva, las ató de pies y manos y les cortó la ropa con un arma blanca.
Tras acostarlas en la misma cama, les advirtió que no abandonaría la casa hasta que no sostuviera relaciones sexuales con una de ellas. A la seleccionada, la golpeó en la cabeza y en la boca con la culata de un arma de fuego. Buscó un lubricante y la violó utilizando un condón.
Durante su estadía en la casa, el violador hizo comentarios tales como: “Éste es mi trabajo, no me van a atrapar nunca”. En otros dos casos hizo comentarios para dar a entender a las víctimas que se trata de un policía. En el caso de ayer también manifestó que no quería hacerles daño y al salir les dijo: “Que Dios te bendiga”.
El sujeto cargó con dinero, un teléfono celular y una computadora portátil; y antes de abandonar el lugar le cortó la cinta adhesiva de las muñecas a una de las jóvenes.
Posteriormente, las víctimas pidieron ayuda a los vecinos, que llamaron a la Policía.
Perfil del violador
La directora de la División de Delitos Sexuales de San Juan, teniente Jazmín Pérez, explicó que, de acuerdo con las víctimas, el violador es agresivo, pero trata de ser amable. Puede tener de 20 a 30 años, no es gordo, pero es “barrigón”, tiene la cara redonda, es de tez trigueña clara y mide entre 5’ 7” y 5’ 9” de estatura.
Aunque utilice pantalones deportivos, usa zapatos negros de vestir.
Sin embargo, no se ha podido elaborar un retrato hablado del abusador sexual por falta de otros detalles, ya que les cubre los ojos a sus víctimas.
“Se toma el tiempo para observar cómo va a operar”, dijo Pérez, tras explicar que el delincuente recoge toda la evidencia, incluyendo los candados rotos y los condones que utiliza.
Durante la violación amenaza de muerte a sus víctimas para que no griten, no por el temor a ser capturado, sino porque pierde la erección.
Golpea a sus víctimas cuando comienza el ataque y antes de retirarse. Además, les pide perdón por lo que hizo.
En algunos casos ha tomado fotografías con las cámaras de las jovencitas mientras las viola.
El mismo modus operandi
El primer caso se registró el 29 de julio en la urbanización Hyde Park de Río Piedras. El sujeto atacó a una estudiante de 19 años de la Universidad Politécnica. Tras violarla, le robó su celular, dinero, un iPod y una computadora portátil.
El 23 de agosto violó a una estudiante del Recinto de Ciencias Médicas de la UPR en la urbanización Reparto Metropolitano de Río Piedras. En este caso la ató con el cable del cargador de su celular. También le robó su computadora portátil, tarjetas de crédito y el celular.
El 14 de septiembre, en la urbanización El Vedado, en Hato Rey, sorprendió a una estudiante de la UPR, de 22 años, mientras calentaba una pizza en la cocina.
En este caso le permitió responder una llamada en su celular mientras la mantenía encañonada, permaneció en la casa desde las 2:30 hasta las 5:55 de la madrugada. Al salir, tras violarla en varias ocasiones, se comió la pizza que la joven preparaba cuando él llegó.
En todos estos casos las víctimas tenían compañeras de apartamento, pero no estaban presentes al momento del ataque.
No se descarta que haya cometido alguna violación no reportada en octubre.
En lo que va de año han ocurrido 19 violaciones en el área policiaca de San Juan, seis más que en el 2007.
Cualquier información que ayude a la identificación de este sujeto será recibida bajo estricta confidencialidad al (787) 793-1234 extensión 3165.