Continúa vista para determinar si Ana Cacho verá a sus hijas
La vista comenzó el lunes pasado, cuando la defensa de Ahmed Alí solicitó la inhibición del juez Ricardo Román por supuestamente comunicarse con un testigo del caso.
Nota de archivo: esta historia fue publicada hace más de 12 años.
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La vista en las que se determinará si Ana Cacho podrá restablecer las relaciones materno-filiales con sus hijas continúa hoy en el Tribunal de Familia y Menores de Bayamón ante el juez José A. Cardona Rodríguez.
A las 9:45 a.m. llegó la abogada del padre de Lorenzo González Cacho, María Juarbe, quien recalcó que hay orden de mordaza y no puede hacer comentarios sobre el caso. Ahmed Alí González llegó poco después al tribunal, y se limitó a decir que está preparado para la continuación del proceso. No contestó si las niñas quieren ver a su madre.
Cacho llegó acompañada de su madre Amneris Yvette González y su abogada Brenda Berríos. Tampoco hicieron comentarios al entrar al centro judicial a la vista a puerta cerrada. Berríos se limitó a decir que están "esperanzadas".
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Al salir para el receso de almuerzo, la abogada de Cacho, Sharon González, se limitó a decir que las partes buscan el bienestar de las menores y que cree que va a ser una "buena Navidad".
El proceso continúa a las 2:00 p.m.
La vista comenzó el lunes pasado, cuando la defensa de Ahmed Alí solicitó la inhibición del juez Ricardo Román por supuestamente comunicarse con un testigo del caso.
Este proceso pretende evaluar si beneficiaría o no a las niñas de 9 y 16 años relacionarse con su madre, señalada por las autoridades como sospechosa del asesinato del niño de ocho años el 9 de marzo de 2010. Las menores son testigos esenciales del caso y, según trascendió en un inicio, la familia materna supuestamente las sometió a un "pacto de silencio" para que no hablaran de los hechos ocurridos en la casa de Cacho en la urbanización Dorado del Mar.
El Departamento de la Familia removió a las menores del hogar el 30 de marzo de 2010 y en octubre de ese año, el tribunal determinó otorgarle la custodia provisional de las niñas al padre.
Desde entonces, Cacho ha solicitado poder tener contacto con las niñas. El 18 de junio pasado, el Tribunal Supremo ordenó al Tribunal de Primera Instancia a llevar a cabo vistas para auscultar la posibilidad de permitirle relacionarse con sus hijas, paralizando así la decisión emitida por el Tribunal de Apelaciones, que había ordenado al Departamento de la Familia concederle visitas supervisadas a Cacho.
"Se confirma el dictamen con relación a la celebración de una nueva vista de esfuerzos razonables; y mientras tanto se mantiene la custodia provisional de las menores a favor de su padre Ahmed Alí González", lee la determinación del Supremo, devolviendo el caso al Tribunal de Primera Instancia.
En las vistas, el Departamento de la Familia "tendrá que probar la existencia de maltrato o negligencia" por parte de Cacho hacia las menores.
"El Estado solo puede alegar hechos que constituyen maltrato y/o negligencia o que el padre o la madre a quien se busca afectar su patria potestad padece de una enfermedad, defecto o condición mental o emocional, o que padece de una condición de alcoholismo o adicción a sustancias controladas", se agregó de la decisión emitida en junio pasado, que estableció además que la Ley para la Seguridad, Bienestar y Protección de los Menores condiciona los esfuerzos razonables a "aquellas situaciones donde sea viable y se pueda garantizar la seguridad, el bienestar y el mejor interés de los menores".
Además, aún queda pendiente el caso de la pensión alimentaria que González solicitó a su exesposa para la manutención de sus hijas.
Lorenzo, de ocho años, falleció el 9 de marzo de 2010 en el Centro de Diagnóstico y Tratamiento (CDT) de Dorado. La madre alegó que lo encontró ensangrentado en la cama donde dormía con su hermana, de entonces seis años, en su hogar en Dorado del Mar. Fue entonces que lo llevó a la institución médica.
No obstante, la autopsia determinó que la muerte no fue accidental, sino homicidio. El menor recibió un fuerte golpe en la cabeza y tenía heridas de arma blanca en el rostro.
Desde entonces, las autoridades señalan a Cacho y a sus amigos Jesús Genaro Camacho, William Marrero Rivera y Arnaldo "Naldy" Colón como sospechosos del crimen, ya que se alega estuvieron la noche de los hechos en la residencia de Cacho. Aún no han radicado acusaciones en este caso.