Justino Sánchez Díaz, el hombre sentenciado por causar la muerte de seis familiares al incendiarlos durante una cena efectuada el 1 de enero de 2011 en el pueblo de Florida, murió esta tarde en el Centro Médico de Río Piedras, confirmó César Fiallo, portavoz del Departamento de Corrección y Rehabilitación (DCR).

Sánchez Díaz fue hospitalizado desde el Miércoles Santo, cuando fue encontrado inconsciente en el área de máxima seguridad del Complejo Correccional de Ponce, dijo Fiallo.

El portavoz del DCR explicó a este medio que inicialmente el confinado fue ingresado en un hospital en Ponce y luego trasladado al Centro Médico de Río Piedras, donde se certificó su deceso a las 2:30 p.m.

El comandante Jimmy Ortiz, por su parte, informó que Sánchez Díaz estaba recluido en el área de intensivo “por una alegada sobredosis de medicamentos”. En un breve mensaje escrito, agregó que personal de la División de Homicidios se movilizaría para iniciar la investigación de rigor.

Antes del reporte de Ortiz, el teniente Epifanio Torres suscribió un informe en el que consignó que el doctor José Rodríguez, director médico en el Complejo Correccional de Ponce, informó que el 1 de abril, a las 7:55 a.m., atendió a Sánchez Díaz por un “trauma en la cabeza” y determinó que el reo estaba en “estado comatoso”.

Torres, director de la División de Homicidios en Ponce, precisó que el confinado fue sacado de prisión en ambulancia y llevado al hospital Damas, pero ese mismo día lo refirieron al Centro Médico de Río Piedras “debido a que no tenían un neurólogo disponible” en la institución ponceña.

De inmediato las autoridades no han estimado formalmente la causa de muerte de Sánchez Díaz, pero la autopsia de rigor debe determinar qué provocó el deceso. Desde que fue encarcelado, el hombre sentenciado a 198 años de reclusión intentó suicidarse al menos en dos ocasiones, según reportes policiacos.

Sánchez Díaz fue sentenciado por seis cargos de asesinato en primer grado, así como por siete tentativas de asesinato y por el delito de incendio agravado. La pesquisa de las autoridades determinó que cuando su familia se disponía a cenar el 1 de enero de 2011 los roció con gasolina en la mesa y con una antorcha incendió al grupo.

El incendio provocado por Sánchez Díaz cobro la vida de su madre, Josefina Díaz, de 86 años. También murieron calcinados sus sobrinos Jesús y Pamela Sánchez, Samuel Molina y su cuñada Nereida Vázquez. También pereció quemada la estadounidense Kate Donahue, invitada especial a la cena y novia de Jesús Sánchez.

Después de la sentencia, Sánchez Díaz impugnó y se argumentó que no era procesable, pero el año pasado el Tribunal de Apelaciones confirmó la condena impuesta al hombre de 51 años y se planteó que su acción “no fue producto de una reacción irreflexiva”.

Glorimar de Jesús Mangual, viuda de Samuel Molina, testificó en el juicio que Sánchez Díaz le insistió para que ella y sus dos hijos acompañaran a su esposo a la reunión familiar en el pueblo de Florida. "Ve con los nenes y Sammy, que hay una sorpresita para Sammy", declaró de Jesús Mangual sobre lo que Justino le repitió en varias ocasiones, luego de señalarle que no pensaba ir a la reunión.

La viuda señaló que el día antes de los hechos, la abuela de su esposo le había comunicado que tenía un bizcocho con la idea de aprovechar la reunión para celebrar el cumpleaños de Samuel y el de Pamela.

La testigo señaló que cerca de diez minutos después que su esposo cruzó de su casa a la de sus abuelos, escuchó gritos y poco después observó humo en la residencia.

De Jesús Mangual dijo que vio a su esposo salir a gatas de la casa de sus abuelos y que su cuerpo estaba completamente quemado. El hombre murió día siguiente. Poco después las autoridades confirmaron los decesos de otras cinco víctimas calcinadas en una tragedia familiar que consternó a todo el país.

La reportera Maribel Hernández colaboró en esta historia.