Confirman casos de sarna en campamento penal de Arecibo
La constatación la hizo el propio secretario José Negrón Fernández.

Nota de archivo: esta historia fue publicada hace más de 11 años.
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Arecibo.- Al menos cinco casos de sarna humana en reos del campamento de Sabana Hoyos fueron confirmados por el Departamento de Corrección y Rehabilitación (DCR).
La constatación la hizo el propio secretario José Negrón Fernández, quien al cabo de unos días desde que este medio le solicitara respuestas en torno a este asunto, aceptó en declaraciones escritas las alegaciones que le fueron expuestas.
“Con relación a los casos de sarna, hace varias semanas se reportaron cinco confinados de una misma unidad con síntomas e inmediatamente se activó el protocolo médico. Los mismos se atendieron y al presente ningún confinado presenta los síntomas”, indicó en la misiva.
El funcionario no ofreció explicaciones sobre qué provocó y permitió que se propagara la enfermedad entre los reclusos. Tampoco detalló el supuesto protocolo médico que se llevó a cabo para tratar la condición, que se manifiesta mediante diferentes síntomas, como picazón continúa, inflamación y enrojecimiento del área afectada, y úlceras sobre la piel.
Pobre el trato para los reos
Para el consejero Ramón de Jesús Cuevas, representante del Comité de Amigos y Familiares de Confinados, el contagio con sarna es solo una de tantas situaciones “alarmantes” que ocurren a diario dentro del complejo penal.
De Jesús Cuevas denunció un problema de hacinamiento y alegó que la situación llega a tal extremo que ni se le permite a los reos utilizar las duchas para asearse.
“Los tienen encerrados, no los dejan salir ni tan siquiera a bañarse”, dijo.
El problema, según el denunciante, viene desde que el pasado mes de mayo un gran grupo de confinados provocara un motín.
“Ese mismo día el secretario de Corrección le implantó una regla 9 (querella) por el motín, que se pudo haber evitado si los guardias hubieran sido más profesionales”, dijo, al alegar que cuando fueron a buscar a uno de los reos, lo llamaron por su nombre y lo agredieron, lo que exasperó el ánimo de los demás reclusos.
“El problema fue que los guardias llegaron gritando, vociferando, y enterando a todo el complejo de lo que iba a ocurrir. Al ver eso, el preso que fueron a buscar mostró resistencia y ellos lo agredieron y le echaron pepper spray. Al ver eso, los demás presos intentaron defenderlo”, indicó.
Como resultado de la reyerta, Corrección le suspendió los privilegios a los confinados -incluyendo las visitas de familiares- por un periodo de 90 días, algo que De Jesús Cuevas entiende es ilegal puesto que “viola el acuerdo Morales Feliciano”.
El caso de Carlos Morales Feliciano es un histórico pleito de clase que data del 1979 y fue resuelto en el 2012, cuando el Gobierno de Puerto Rico se comprometió a garantizar que las visitas de los familiares a los confinados no se cancelarían repentinamente como castigo colectivo al comportamiento de algunos presos.
“Lo que están haciendo es contrario al acuerdo Morales Feliciano porque le quitaron el derecho a usar las áreas recreativas, a recibir visitas de sus familiares… tampoco tienen acceso a la biblioteca, ni a comisaria”, afirmó.
“Yo sé que esos muchachos están allí porque delinquieron pero hay que ofrecerle respeto y un trato digno porque son seres humanos. Hay que propiciarle alternativas de rehabilitación reales”, subrayó.
Por su parte, el DCR indicó que la medida disciplinaria se hizo conforme a los reglamentos vigentes de la agencia y que los servicios esenciales a los presos se continúan ofreciendo.