Con pase para trabajo Edison Misla
![Hace cinco meses, Misla Aldarondo fue trasladado al Centro de Tratamiento Residencial El Mangó, en Humacao. <font color="yellow">(Primera Hora / Gerald López-Cepero)</font>](https://www.primerahora.com/pf/api/v3/content/fetch/image-resizer-v1?query=%7B%22website%22%3A%22primera-hora%22%2C%22imageUrl%22%3A%22https%3A%2F%2Farc-anglerfish-arc2-prod-gfrmedia.s3.amazonaws.com%2Fpublic%2FAOQEXHXQOJEYBAW3QAWTBG3LFI.jpg%22%2C%22width%22%3A2560%2C%22redirect%22%3A%221%22%2C%22external%22%3A%221%22%7D)
Nota de archivo: esta historia fue publicada hace más de 14 años.
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Humacao.- Luce delgado, un poco cansado y siempre tiene colgados a su camisa sus espejuelos de lectura. Estaba acicaladito y estrenando tenis nuevos. Son marca Fila, de esos que se utilizan para jugar baloncesto, deporte en el que él es “malísimo”. Pero bueno, les sacará el jugo caminando, por aquello de estar activo, mantener en control el colesterol y estar en forma para el nuevo paso a su “rehabilitación” y “reintegración a la sociedad”: un empleo.
Así se resume el estado físico y de ánimo del convicto ex presidente cameral, Edison Misla Aldarondo, quien podría ver reducida su sentencia de 22 años de cárcel por delitos sexuales y de corrupción a través de un programa de “tratamiento” individualizado en el que participa un selecto grupo de reos a los que se recompensa -después de evaluar su comportamiento- con ciertos privilegios.
Entre éstos se destacan pases para visitar la familia -los cuales van de dos a ocho horas- y permisos especiales para trabajar en la libre comunidad, como se vislumbra que comience dentro de poco el ex legislador, que hace cinco meses fue trasladado al Centro de Tratamiento Residencial El Mangó, en Humacao.
“Nos estamos preparando para salir a trabajar con el visto bueno del Departamento (de Corrección). Claro, siempre con unas restricciones...”, dijo quien, al igual que a los otros confinados que se les permite trabajar, tendrá que dejar el 20 por ciento del salario devengado en la institución.
Este dinero, según explicó Carlos Molina, secretario de Corrección, se utiliza para mantenimiento de instalaciones, comida y hasta ropa para los mismos presos.
El ex legislador -quien entre otras cosas fue sentenciado por un delito sexual contra una menor de 14 años- dice que han sido varias las ofertas de empleo que ha recibido “sin buscar mucho” . Entre éstas, mencionó, está la posibilidad de trabajar en unas oficinas que se dedican al servicio público pero “que no son propiamente del Gobierno”.
“También estoy abierto a la posibilidad de producir un programa de radio y he consultado con algunos medios comerciales... yo lo que quiero es tener la mente ocupada y que, a la vez, me deje un ingreso”, expresó Misla Aldarondo, quien evitó abundar sobre el tema porque “no quisiera dañarlo”.
Y es que, según dijo, sus planes se podrían ver “torcidos por algunas personas que hacen comentarios en los medios de comunicación... éste es el país de los analistas que no analizan y crean controversias sobre algo que no lo tiene”.
Sentado sobre el catre en el que duerme, Misla Aldarondo tiró el milagro pero se abstuvo de mencionar al santo. Eso sí, dejó claro que todas las mañanas, luego de leer los periódicos, escucha programas radiales de foro público y de análisis de temas de gobierno.
Expresó que está “al tanto de todo lo que sucede allá afuera” y que “son muchas las cosas que me preocupan” que están sucediendo en el país, pero no quiso mencionar cuáles.
Lo que sí aseguró es que goza del apoyo de sus compañeros de prisión y hasta se ha destacado como líder en las instituciones en las que ha estado, tanto a nivel estatal como federal.
El tiempo que estuvo en la cárcel de Estados Unidos, dijo, sirvió de traductor para personas que no dominan el inglés.
Aquí en la Isla, agregó, se ha desempeñado como representante de los grupos de convictos que abogan por tener mejores servicios en las instituciones carcelarias.
De hecho, aprovechó la presencia ayer del secretario de Corrección, Carlos Molina, para solicitarle que instale más televisores y que se ofrezcan más alternativas recreativas en la institución, en la que vive junto con otros 48 confinados.
A preguntas de si ha recibido estos privilegios -incluida su ubicación en una institución tan selecta- por ser quien es, contestó que todo se ha hecho conforme con la ley.
“La ley es bien restrictiva y yo cualifico para esto. Claro, habrán unas restricciones, pero yo no tengo problema con eso. Lo importante es que yo pueda comenzar a recoger los pedacitos y a organizar mi vida, y el trabajo es parte de eso. Luego, vendrá el pase...”, auguró quien, al momento, no puede salir a hacer diligencias, como ir al médico, sin la supervisión directa de un custodio.
La sentencia mínima de Misla Aldarondo se cumple en el 2013 y si para esa fecha ha aprovechado, con buena aprobación de los psicólogos, los privilegios que se le den, podría acogerse a otros beneficios en el sistema penal, incluida la libertad bajo palabra.
“Yo espero que sí (estar pronto en la libre comunidad). En el peor de los escenarios, estamos hablando de tres años, pero espero que la flexibilidad que tiene el sistema me permita salir antes”, expresó.
Por lo pronto, el ex legislador continuará aprovechando su tiempo de encierro escribiendo un libro en el que ya había adelantado redactará sus memorias y, de vez en cuando, despejará también la mente jugando con sus compañeros de cárcel dominó, briscas y monopolio.