Imagine que se encuentra junto a su familia en la comodidad de su hogar, viendo el noticiario nocturno, cuando  se percata que la noticia de primera plana, sobre el arresto de un presunto criminal peligroso,  se refiere a su hijo menor. 

Súbitamente la tranquilidad se torna en horror, preocupación y desesperación.

Esa es la realidad que experimenta una familia humacaeña, residente en la urbanización Extensión Roig, que se enteró   el martes -a través los medios-  del arresto de su hijo José M. González Flores, de 18 años y conocido como “Wicho”, a quien se le acusa de cometer un violento robo domiciliario el pasado lunes en Toa Baja, donde  una pareja de septuagenarios fue apuñalada.

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Precisamente, González Flores, quien fue  arrestado el martes, confesó los hechos previo a su identificación en una rueda de confrontación efectuada por agentes del Cuerpo de Investigación Criminal (CIC) del área de Bayamón.

“Estábamos viendo las noticias y vemos el vídeo y le digo a la mamá, '¿adió, ese no es el hijo mío?' y entonces arrancamos para el cuartel. Hasta ese momento nadie nos había avisado de nada”, relato aún sorprendido don Ángel González Beltrán, de 71 años y padre del sospechoso. 

Según don Ángel, su hijo frecuentaba el caserío  Jardines de Oriente en Humacao, por una alegada adicción a drogas y en donde recientemente comenzó a convivir con una mujer de 29 años que no fue identificada.

“Él es un muchacho humilde y decente hasta lo último. Desde que se empezó a meter en el maldito caserío ese, es que empezó a coger mala juntilla. Le dije, 'papi salte de ese maldito caserío que vas a tener un tropiezo allí'. Ahí se pegó a enamorar, a tirar y a jalar, y mira el bochinche que se ha busca'o”, explicó el septuagenario desde su humilde residencia ubicada en la calle 1 del conocido sector humacaeño.

“Llevaba una semana que se había ido con ella. Ella le dijo, 'yo te amo y te voy a llevar a casa'  y así fue. Hasta donde sé, ella vive sola con su nene, pero ese caserío está caliente. Yo discutí con él el sábado mismo cuando lo vi;  le dije, 'mira José, de ahí te van a sacar o pal cementerio, o pa' un hospital o para la cárcel' y mira. Yo sentía que algo iba a pasar”, aseguró el hombre quien también es nacido y criado en el sector.

Los progenitores del acusado aseguraron que el caso de su hijo bien podría tratarse de uno en el que el acusado estuvo en el lugar equivocado, en el momento equivocado.

“Él no conoce a nadie por allá (Toa Baja), yo no sé qué el hacía allí. Yo con él nunca he tenido problemas. Ahora mismo yo no le puedo conseguir ni un abogado porque yo no tengo en qué caerme muerto. Yo llevo muchos años por incapacidad y no tengo dinero. La fianza que le pongan no se va a poder pagar, va a tener que quedarse allí adentro hasta el juicio”, lamentó don Ángel. 

Por su parte, la madre del acusado, doña Nancy Flores Del Valle, no salía de su asombro ante el arresto de su hijo. 

“Nosotros no esperábamos algo así. En todo momento pensábamos que estaba allí, en el caserío con la mujer. El terminó su cuarto año y estaba cogiendo barbería en un instituto aquí. Yo pude hablar con él horita, por teléfono, y me dice que está arrepentido de lo que hizo. Que no quería hacerlo pero que llevaba tres días sin comer y por la droga se volvió loco, y cuando vio lo que hizo ya era tarde y estaba huyendo”, explicó Flores Del Valle.

“Yo no entiendo, porque él no tiene un carácter así. Él siempre estaba ayudando a los viejitos y tenía mucho respeto a los mayores. Se pasaba recortando a los viejitos y no les cobraba. Lo hacía para practicar. Ahora en agosto un representante vino a los caseríos llevando barberos para ayudar a las personas que no tenían dinero para recortarse y él se metió de voluntario y le dieron una medalla y todo”, agregó la madre.

Mientras, el joven de 18 años fue identificado por una de sus víctimas, Antonia Irizarry Pietri, de 72 años, quien fue dada de alta el martes.

Su esposo, Héctor González Ruiz, de 79 años, permanece hospitalizado en condición estable, por lo que no pudo participar del proceso en esta etapa de la pesquisa, reveló el director del CIC, el comandante Rafael Rosa Córdova.

El vecino de Humacao fue arrestado en los predios del Centro Médico en Río Piedras, mediante confidencias recibidas por los investigadores.

La pesquisa está a cargo del policía Edilberto Mojica, quien consultará el caso con el fiscal de turno para proceder con los cargos correspondientes.

El asalto ocurrió en la madrugada del martes, donde el individuo rompió una de las ventanas de la casa para entrar a la vivienda. 

Allí, sorprendió a la pareja de septuagenarios mientras dormían en su alcoba.

El detenido agredió con un cuchillo al hombre, quien intentó evitar que hiriera a su esposa, al colocarle encima una almohada.

No obstante, esta también recibió varias heridas punzantes.

El comandante reveló que cerca de la residencia de los ancianos fue ocupado un automóvil marca Toyota Tercel, color blanco, que es propiedad de la esposa del detenido; en su interior no se ocupó nada ilícito.

Sin embargo, las autoridades le ocuparon al sospechoso una identificación perteneciente a la septuagenaria herida y también un teléfono celular, reveló Rosa Córdova.