La comunidad de La Pachanga, en Toa Baja, está “consternada” por el asesinato de quien describen como uno de sus miembros más queridos, Daniel Rijos López, y está colaborando con las autoridades para dar con el paradero del asesino.

“La gente en la comunidad lo conocían muy bien. Es de una familia muy querida. Está la comunidad bien consternada. Todo el mundo da fe de que era una buena persona”, indicó Bernardo “Betito” Márquez, alcalde de Toa Baja.

“Es de ese tipo de familia tradicional, y aunque muchos están afuera, y él era de los que quedaban acá, pero se guardan recuerdos muy gratos y los vecinos están muy consternados”, reiteró Marquez, agregando su preocupación por el hijo de 9 años de Rijos López, quien permanece hospitalizado luego que resultara herido cuando el asesino vació su pistola contra el carro en que viajaba con su papá.

La Policía también confirmó el pesar en la comunidad y añadió que ha habido cooperación para dar con el asesino.

“El perjudicado era bien querido en la comunidad. Era una persona que le hacía favores a todo el mundo allí. Y la comunidad ha cooperado con la investigación. Allí todos se conocen, muchos son familia. Son gente que llevan muchos años viviendo allí”, comentó el teniente Varwin Alvarado, de la división de Homicidios de Bayamón.

El oficial agregó que no han encontrado nada que sugiera que Rijos López estuviese envuelto en alguna actividad delictiva.

“Es una persona que no tiene récord (criminal). No hay ningún indicio de nada de sustancias controladas, ningún tipo de información que apunte a cosas delictivas. No ha surgido nada de eso. Pasional, tampoco entendemos que haya esa motivación”, explicó Alvarado.

“Nosotros seguimos trabajando duro en la investigación. No descartamos nada de las informaciones que nos están dando. En cuanto nos dicen algo vamos y lo verificamos”, afirmó el teniente.

Alvarado agregó que la información que tenían sobre el menor es que estaba “estable”, y esperaban poder hablar con él cuando fuera posible para ver si podía ayudar de alguna manera en la pesquisa.

“Estamos esperando la mejoría del menor. Está estable, pero los médicos han preferido dejarlo en observación. Estamos esperando porque es una situación bien traumática, y además a que no esté medicado, para poder entrevistarlo y ver qué podemos corroborar”, indicó el teniente.

Por su parte, el alcalde expresó preocupación por el menor y la viuda, y subrayó el hecho de que es un niño con padecimiento de autismo.

“Que salga un nene herido en hechos como esos es inaceptable. Y un nene con una condición así es todavía más difícil. Es terrible. Mira la repercusión que tiene esto. Esa familia, esa mamá que se queda ahora sola”, lamentó Márquez. “Yo espero tener pronto comunicación con la esposa (viuda). Sicológicamente tenemos que buscar la forma de apoyarlos a ella y al nene”.

“Y no hay nada criminal con ese muchacho. Es que no sé qué pudo ser. Son gente que perdió el respeto a la vida. Ese individuo descargó el arma, hirió a ese nene también. Está brutal”, agregó el alcalde, en un tono triste y consternado.

“¡Que bueno que la comunidad está cooperando (en la pesquisa)! Yo espero que las autoridades den con ese criminal. Esto se tiene que acabar. Es que, es parte de la mucha gente buena, que nos quedamos patidifusos que privan de la vida a un buen ciudadano. Así que esto no puede quedar impune. Porque cuando no se esclarecen estas injusticias tan viles, esos individuos luego campean por su respeto. Y eso no lo podemos permitir”, afirmó el alcalde.

El asesinato de Rijos López se produjo el marte a eso de las 6:47 p.m., en la carretera 165, cerca de su residencia en el sector La Pachanga de Toa Baja. Rijos López, de 52 años, viajaba en un vehículo Honda Fit negro del 2013 con su hijo de 9 años, cuando fueron interceptados por un sujeto que comenzó a dispararle. Rijos López murió en el lugar y el menor resultó herido y fue transportado al Centro Médico de Río Piedras, donde permanecía recluido recuperándose.