La pareja sentimental Marcia Iris Vázquez Rijos y José Rafael Ferrer Sosa hicieron alegación de no culpabilidad por el cargo de conspirar para usar equipo electrónico interestatal (teléfono), con el objetivo presuntamente de asesinar por encargo al empresario canadiense Adam Joel Anhang.

Ferrer Sosa y su novia Marcia Iris, quien es hermana Aurea Vázquez Rijos, entonces esposa de la víctima en este caso, comparecieron vestidos con uniforme de presos y esposados ante el magistrado federal en San Juan, Bruce McGiverin, para la lectura de acusación.

Un Gran Jurado federal emitió un pliego acusatorio enmendado en el que acusa a Aurea por cuatro cargos por usar teléfonos y dos vehículos -una Porsche Cayenne y un BMW- para conspirar para asesinar a Anhang, muerte ocurrida el 22 de septiembre de 2005, en el Viejo San Juan.

La pareja Vázquez Rijos y Ferrer Sosa aparecen en la misma acusación que Aurea, pero por solamente uno de los cuatro cargos por uso de teléfono.

Cuando se leyó la de Marcia, ella indicó que tiene 36 años y que se dedicaba a "chef de repostería".

Tras emitir una alegación de no culpabilidad, el magistrado establecería un término de tiempo para que la fiscalía federal entregue el descubrimiento de prueba a la defensa de Marcia, pero el abogado Héctor Guzmán, de la Oficina del Defensor Público federal, lo interrumpió y le solicitó que no estableciera límite de tiempo porque no quería que se efectúe por ahora el procedimiento de descubrimiento de prueba.

Fuera de sala, el abogado se limitó a decir que su petición era parte de la estrategia de defensa.

Ferrer Sosa también se declaró no culpable. Manifestó que tiene 38 años y que se dedicaba a estudiar y trabajar en refrigeración y acondicionadores de aire. El magistrado le ordenó a fiscalía federal realizar el descubrimiento de prueba en siete días, y al abogado Ovidio Zayas le recordó que tiene 14 días para emitir cualquier moción.

No hay fecha de juicio aún, pero el proceso en el tribunal sería presidido por el juez federal Daniel Domínguez.

La pareja fue arrestada en la Isla el 30 de junio pasado, luego de que se emitiera una denuncia en contra de ambos. Aurea fue detenida el mismo día, pero en el aeropuerto de Barajas en Madrid, España, a donde viajó como guía turística desde Italia.

Según las autoridades federales, Aurea residía desde poco antes de que se emitiera una acusación en su contra en 2008 en Italia. El proceso de su extradición de España a los Estados Unidos podría tomar entre seis y nueve meses.

A base del pliego acusatorio, los tres se pusieron de acuerdo para contratar a Alex "El Loco" Pabón Colón para asesinar a Anhang porque él quería divorciarse presuntamente de Aurea, con quien se casó el 18 de marzo de 2005.

El matrimonio firmó capitulaciones que beneficiaban a Aurea de quedar viuda, ya que la fortuna del empresario era de $24 millones para el 2005, según la información en poder de los federales.

De la investigación y de la confesión de Pabón Colón surge que los tres acusados se reunieron con él el 18 de septiembre de 2005, en Pink Skirt, el negocio de Aurea, para ofrecerle $3 millones por asesinar a Anhang.

Volvieron a encontrarse el 21 de septiembre de 2005, para ofrecerle dinero para que comprara un arma, pero supuestamente lo rechazó porque era un cheque. Ese día, Anhang sometió la demanda de divorcio, según la información en poder de los federales.

Al día siguiente, Aurea llamó diez veces a Anhang a su celular y tres veces a su oficina para convencerlo para que fueran a cenar y tratar de llegar a un acuerdo en cuanto al divorcio.

Se alega que Ferrer sosa llamó a Pabón Colón para que cometiera el asesinato esa noche cuando salieran del restaurante Dragon Fly en el Viejo San Juan, pero bajo las instrucciones de que lo hiciera ver como un asalto.

Según la declaración jurada del agente del caso adscrito al Federal Buró de Investigaciones (FBI), Pabón Colón se le acercó a Anhang y le pidió dinero, forcejearon y terminó golpeando al perjudicado en la cabeza con un adoquín, y luego lo apuñaló con un cuchillo varias veces.

Testigos alegan que Aurea observaba a corta distancia y no gritó ni intentó detener el ataque. Fue entonces que Pabón Colón le golpeó en la cabeza con el adoquín para que el incidente se viera "real".

Pabón Colón -quien se declaró culpable por estos hechos y está en espera de ser sentenciado- huyó hacia la barriada La Perla y años después confesó los hechos.

Los fiscales del caso son María Domínguez y José Ruiz.