William Rohena Benítez salió del Tribunal de Caguas sin grillete y sin tener que cumplir cárcel tras enfrentar acusaciones de sodomía a su propio hijo por espacio de siete años.

El residente de Colinas del Este, en Juncos, fue sentenciado a cinco años de probatoria tras hacer alegación de culpabilidad por dos cargos de agresión física en lugar del delito de naturaleza sexual tras llegar a un acuerdo con la fiscalía.

Por lo tanto, no aparecerá en el Registro de Ofensores Sexuales.

El acuerdo fue solicitado por el propio joven - que ahora tiene 18 años- porque no quería seguir declarando y querer seguir con su vida.

Acompañado por su esposa y madre del perjudicado, Mirnaida Rivera, Rohena Benítez no quiso hacer expresiones a la prensa al salir de sala.

"Nada que declarar", se limitó a decir el hombre de 43 años.

Tampoco hizo expresiones cuando el juez Daniel López González le preguntó si quería decir algo antes de emitir la sentencia.

Entre las condiciones que deberá cumplir Rohena Benítez, está no intervenir con la parte perjudicada; no relacionarse con menores de 18 años; no ingerir bebidas alcohólicas, ni sustancias controladas; recibir terapias de rehabilitación para ofensores sexuales y maltrato de menores; y no visitar el pueblo de Fajardo, donde está viviendo el adolescente bajo la tutela del Departamento de la Familia.

Su hijo no estuvo presente en sala.

La abogada Ana González alegó que la versión del joven no era cierta, pero que aun así, decidieron acoger el acuerdo porque "siempre hay un riesgo y se enfrentaba a un mínimo de 15 años, y con el nuevo Código Penal son 50 años".

El fiscal Néstor Acevedo sostuvo que era "un buen caso" pero que se llegó al acuerdo "considerando los mejores intereses del joven y fue una decisión propia de él para poder rehacer su vida y terminar el caso lo más pronto posible".

Recordó que el acuerdo contemplaba que cumpliera cinco años, pero el informe presentencia determinaría si debían cumplirse en prisión o bajo probatoria. El informe recomendó la sentencia suspendida.

"Si no cumple con las condiciones, va preso", recalcó Acevedo.

Según la pesquisa, el joven fue víctima de su padre biológico desde los ocho hasta los 15 años. Un día, su padre le dio una bofetada y fue a casa de una vecina, a quien le relató los hechos y ella fue quien llamó a la Policía.

El joven se graduó recientemente de cuarto año de escuela superior y cursa estudios en un colegio técnico.