A pesar de las decisiones de dos jueces por separado de que ni siquiera había causa para juicio contra Luis Gustavo Rivera Seijo, hoy el secretario de Justicia, César Miranda, insistió en su culpabilidad por el asesinato del niño Lorenzo González Cacho en marzo de 2010.

“No tengo ninguna duda que la persona imputada es la que incurrió en este terrible asesinato. Ninguna. Si tuviera una duda jamás hubiera llevado el caso, nos tomó dos años, escuchara todo el mundo y ver lo que había disponible antes de entender que se justificara una radicación. Si hubiera tenido alguna duda no se hubiera radicado”, dijo Miranda hoy en entrevista radial en Radio Isla, quien también descarta reinvestigar el caso.

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Miranda dijo en entrevista en Radio Isla que la prueba presentada en esta etapa era suficiente para lo que se supone que sea una vista preliminar, donde lo que se busca es una determinación de causa para juicio y no probar más allá de duda razonable, que es lo que corresponde a un juicio plenario.

“Sencillamente se le va la mano al tribunal”, dijo sobre la determinación ayer de no causa para juicio.

Un proceso judicial criminal consta de tres etapas: la vista para determinar causa para arresto, la vista para determinar causa para juicio y el juicio. No es hasta la última etapa que se requiere prueba más allá de duda razonable para que una persona sea hallada culpable.

“La determinación de la jueza (Vilmary) Soler es equivocada en derecho como fue equivocada la determinación del juez que vio el caso en primera instancia. Entiendo que la prueba desfilada era más que suficiente en ambos casos para que se determinara causa para un juicio plenario. Me parece que se ha creado una gran confusión sobre cuál es el verdadero alcance de una vista preliminar. Se está requiriendo prueba como si fuera un juicio plenario y eso no es correcto, pero tanto el Departamento de Justicia, y yo me propongo así, seguirá luchando para que se aclare finalmente cuál es el alcance. Creo que hay una gran confusión en derecho sobre el alcance de esta vista”, indicó.

Sobre las expresiones de la jueza, de que las confesiones eran admisibles en derecho, pero a su vez eran contradictorias, Miranda dijo que una persona que ofrece varias confesiones puede de forma que no es equivocada en derecho tener variaciones.

Pero insistió en que, en una vista preliminar en alzada, no le correspondía a la jueza entrar en esas consideraciones y que esta acción de la jueza corresponde a “una tendencia en Puerto Rico” y “si puedo contribuir así que se aclare así lo voy a hacer”.

El próximo paso de Justicia es acudir al Tribunal de Apelaciones mediante un poco tradicional recurso de revisión a una determinación de no causa para juicio en una vista preliminar en alzada, algo que Miranda reconoce que es “difícil”.

“Entiendo que es revisable… es difícil, es cuesta arriba de, ordinario la determinación de vista preliminar en alzada es final pero si embargo nosotros no podemos dejar descansar este caso, luego de una investigación  que hemos reconocido que tiene dificultades pero que aun así es un caso probable  y lo hemos radicado porque tenemos el convencimiento profesional de que es probable. Anticipando que algo así pudiera ocurrir, yo he ordenado que le diéramos seguimiento a esta vista y vamos a intentar subir en nuestro sistema judicial para que haya un pronunciamiento.