La jueza María T. Rivera Corujo determinó esta tarde causa probable para juicio contra Jensen Medina Cardona por el asesinato de Arellys Mercado Ríos, quien murió de un tiro en el cuello en un confuso incidente por un celular en el muelle de Villa Marina Boulevard, en Fajardo.

Contra Medina Cardona pesan tres cargos criminales: uno de asesinato en primer grado y otros dos de violaciones a la Ley de Armas, por portar y usar un arma de fuego sin tener licencia y por disparar o apuntar un arma contra alguien. Al acusado se le impuso una fianza de $1,150,000 que no pudo prestar por lo que permanece sumariado en una cárcel en Bayamón.

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El tribunal recesó a las 3:20 de la tarde y cincuenta minutos después los alguaciles le anunciaban a las partes que la magistrada había tomado una determinación.

Al sentarse en el estrado la jueza explicó que la vista preliminar se celebra con el propósito de determinar si se cometió un delito y si hay causa probable para creer que la persona imputada lo cometió. “En otras palabras, el ministerio público tiene que presentar evidencia sobre los elementos del delito y relacionarlos al imputado”, manifestó Rivera Corujo.

Antes de expresar su determinación, la jueza le advirtió a los presentes que debían mantener compostura y no emitir declaraciones en sala. Luego hizo el anuncio de que había causa para juicio en los tres cargos criminales contra Medina Cardona, quien de salir culpable en todos los delitos podría enfrentar una pena aproximada a los 130 años de cárcel.

Los familiares de Arellys se abrazaron y lloraron al escuchar a la jueza hablar. Afuera doña Nitza Ríos, madre de la víctima dijo que siempre se sintió confiada en la justicia. “Sigo con la confianza puesta en el Padre Celestial… la justicia para mi hija se va a hacer realidad”, expresó la progenitora.

La lectura de acusación quedó fijada para el 3 de octubre, mientras que el juicio en su fondo se calendarizó para el 24 de octubre.

Previo a la determinación de causa, se había dicho que iba a testificar el agente Luis Alejandro, quien hablaría sobre las pruebas de balística que se hicieron en el Negociado de Ciencias Forenses (NCF) al casquillo 9mm que se encontró en el muelle donde ocurrió el crimen. También se haría una comparativa con dos armas que se encontraron durante un allanamiento en la residencia de Medina Cardona.

En cambio, la fiscalía tomó la palabra para anunciar, sorpresivamente, que su caso quedaba sometido. Durante la vista preliminar el ministerio público sentó a testificar a cuatro de 21 personas que tienen para probar su caso: al agente Alexis Pérez, del área de servicios técnicos el Cuerpo de Investigaciones Criminales (CIC); al agente Jorge Rosario, técnico de la unidad de grabaciones del CIC; a Joseph Howe García, identificado como novio de Arellys y a Gabriel Ávalo, quien es marino mercante de profesión.

En total, el Ministerio Público -compuesto por los fiscales Yamil Juarbe, Jaime Perea, Eduardo Beale y Diannette Aymat- presentó 11 exhibits en su desfile de prueba. Por su parte, la defensa- representada por Jorge Gordon Menéndez, Orlando Cameron Gordon y Jorge Gordon Pujol- sólo presentó un exhibit.

A su salida del tribunal, Juarbe -fiscal de distrito en la región de Fajardo- indicó que durante la vista preliminar se presentó prueba técnica y testifical que refuerza la teoría del estado y que sustentan los tres cargos radicados contra Medina Cardona. “Nuestra esperanza siempre fue tener este resultado”, dijo Juarbe.

Sobre la posibilidad de que la mujer que acompañaba a Medina Cardona sea testigo dijo que son gestiones investigativas que no puede discutir en público. Sin embargo, en los pasados días el fiscal Juarbe expresó que es un asunto que no se descarta.

¿Qué transcurrió hoy?

De otra parte, el cuarto día de vista preliminar contra Medina Cardona inició esta mañana con el contrainterrogatorio a Joseph Howe García, quien fue puesto en jaque en varias ocasiones por el abogado de defensa ante aparentes contradicciones en sus versiones sobre lo que ocurrió la noche del crimen.

En el proceso, se proyectó en sala el vídeo que obtuvo la policía de las cámaras de seguridad instaladas en la marina.

El licenciado Gordon Menéndez hizo correr el vídeo por pequeños lapsos con la intención de cuestionar al testigo lo que mostraban las imágenes versus lo que había testificado en la vista anterior (el pasado 12 de septiembre) y lo que expresó en su declaración jurada (el 21 de agosto).

Por ejemplo, a instancias del abogado el testigo admite que transcurren tres minutos desde el momento en que el sujeto -quien identificó en sala como Medina Cardona- llegó a la marina procurando por su celular hasta el instante en el que se lo entregó a la mano.

De otra parte, Gordon le preguntó a Howe si era cierto o no que había testificado en sala que vio al acusado llegar sin camisa. En cambio, ese es un dato que no consta en la declaración jurada que prestó al agente Alejandro Velázquez, aún cuando ese documento fue enmendado en tres ocasiones, según trascendió en la vista preliminar del pasado jueves. También obvió incluir en la declaración que Arellys, Luis y Joan estuvieron tomando bebidas alcohólicas durante casi toda la travesía.

En otro momento de la vista -y utilizando el vídeo de las cámaras de seguridad en el horario de las 9:40 de la noche con 16 segundos- Gordon lleva al testigo (Howe) a reconocer que es Arellys la que va detrás de Jensen y detrás de ella camina Joan, pese a que este había dicho anteriormente que el acusado había llegado alterado y "manoteando". Ese supuesto altercado inicial no se percibe en las imágenes, estableció Gordon al agregar que tampoco se apreció en la proyección que ocurriera algún "manoteo" a Joan, como había dicho el testigo.

Durante la vista, Gordon también le cuestionó a Howe si en el filme se ve a Arellys yendo tras Jensen y empujarlo. "Se vio algo", respondió el testigo. En ese instante la jueza se salió del estrado y se acercó al monitor para ver la escena. De hecho, solicitó repetir la imagen para observarla detenidamente.

Entonces, Howe indica que según su percepción el acusado empujó a Arellys primero y luego ella responde con el mismo gesto. Aparentemente, se aprecia que hubo tres empujones entre las partes y Gordon trataba de determinar quién de los dos fue el primero que dio los golpes que, segundos después, culminó con el asesinato de Arellys tras recibir un disparo en el cuello.

Es justo cuando Gordon indagaba sobre lo ocurrido en ese instante de la escena proyectada en vídeo, que el contrainterrogatorio se detuvo pues el testigo comenzó a llorar en sala y pidió “un break”.

Otro asunto trascendental es que Howe García admitió que antes de identificar a Medina Cardona en un line-up fotográfico llevado a cabo el 21 de agosto en el cuartel de Ceiba, ya había visto una foto del acusado (en aquel momento sospechoso) circulando en las redes sociales. Dijo, además, que se lo había notificado al agente Alejandro y aún así el proceso de rueda de confrontación se llevó a cabo.

Posteriormente, el proceso concluyó con la revelación de que Howe García no está licenciado como ingeniero mecánico y que sólo tiene un bachillerato. Además, el abogado quiso sacar a relucir un aparente accidente acuático ocurrido el 24 de julio de 2013 en la playa La Monserrate (Luquillo) y en el que el testigo pudo haber estado involucrado. En cambio, la jueza dio un “ha lugar” a la objeción de fiscalía para que el testigo no respondiera pues ese dato no era pertinente al caso.

De otra parte, también se presentó en sala el testimonio de Gabriel Ávalo, un joven de 21 años y marino mercante de profesión, que la noche del crimen se encontraba en un negocio llamado The Point dentro de Villa Marina Boulevard.

A preguntas del fiscal Perea, Ávalo indicó que era poco más de las 9:30 de la noche cuando recibió una llamada de su mamá en el celular de una amiga. Se dispuso a atender a su progenitora por teléfono cuando, alega, oyó una detonación. Posteriormente, según Ávalo, escuchó una guagua negra Dodge Ram 2500 transitando de forma “acelerada”. Narró que el vehículo se dirigía hacia el portón de salida de la marina.

Su instinto en ese momento fue montarse en un carrito de golf que vio cerca de donde estaba y se fue detrás de la guagua para tratar de detener a su conductor, a quien se le paró al frente. “Le hice seña para que baje el cristal… baja el cristal y pude ver quién era la persona… intercambiamos miradas. Le vi la cara de nervioso, asustado”, detalló Ávalo quien identificó al conductor en sala como Medina Cardona.

Agregó que, posteriormente, se retiró de la guagua -de la que estaba a unos dos pies de distancia- porque temió que el conductor fuera la persona que acababa de hacer la detonación. “Yo no me quiero buscar un tiro también”, explicó al añadir que tras ver salir a la Dodge Ram pudo cogerle “los primeros tres números de la tablilla”.

Perea le preguntó al testigo por qué había detenido a la persona. “Porque si alguien sale de un lugar donde hubo un tiro, y va así de rápido, es porque algo hizo”, respondió Ávalo.