Causa para juicio contra hijo de Melina León
La cantante compareció al proceso judicial en el que su hijo encara cargos por sustancias controladas.
Nota de archivo: esta historia fue publicada hace más de 9 años.
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Manuel Alejandro Felipez Aponte, hijo de la cantante Melina León, enfrentará juicio por violación a la Ley de Sustancias Controladas, según lo determinó hoy, martes, la jueza Yazdel Ramos Colón.
En vista preliminar en el Centro Judicial de Carolina, tres agentes de la División de Drogas y Narcóticos de esa misma región describieron una transacción ocurrida el 16 de agosto de 2014 en el estacionamiento del centro comercial Plaza Trujillo, en Trujillo Alto, y señalaron a Felipez Aponte, de 22 años, como quien vendió a un agente encubierto media libra de marihuana por $2,200.
Tras determinarse causa para juicio por distribución y venta de sustancias controladas, León, quien estuvo presente en la vista y en ocasiones se le vio llorosa, expresó que la decisión “obviamente, es una decisión que uno no la quiere jamás y nunca”. Añadió, sin embargo, estar confiada en el resultado final del proceso. En su breve intervención con la prensa, agradeció al público que la mantiene en sus oraciones, “eso es lo que me mantiene con fortaleza”.
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A su llegada al tribunal, la artista había señalado que “no hay preparación” para lo que vive con su hijo. “Simplemente es un proceso fuerte”, dijo antes de entrar en sala.
Durante la vista, el primero en testificar fue el policía Noel Real Báez, quien realizó la transacción como agente encubierto y la grabó con una microcámara colocada en el baúl de un vehículo oficial no identificado. Real Báez indicó que en agosto de 2014 conoció a un sujeto identificado como “Carlos”, también llamado “Harry Potter”, en el negocio “El taquito” en Isla Verde, a quien abordó luego de identificar que tenía una pipa que se utiliza para fumar marihuana. Este sujeto, dijo, se convirtió en un confidente inconsciente, pues no sabía que Real Báez era policía. El agente indicó que buscó ganarse la confianza del hombre que luego sirvió como intermediario para que se pudiera realizar la compra de la droga unos días más tarde.
Real Báez testificó que nunca habló directamente con Felipez Aponte, pues la comunicación fue siempre entre “Harry Potter” y el imputado, también identificado como “Melino”.
Según narró este agente, el plan para realizar la compra de evidencia se discutió el mismo 16 de agosto en las oficinas de la División de Drogas y Narcóticos de Carolina. Para ejecutarlo, Real Báez se encontró con “Carlos” a la entrada de Plaza Trujillo en Trujillo Alto, donde éste último abordó el vehículo del agente. A continuación, Real Báez se estacionó y luego llegó Felipez Aponte a bordo de un Lexus que detuvo detrás de él, quedando los autos con los baúles de frente.
Real Báez describió el material ilegal que recogió, el cual estaba separado en ocho bolsitas tipo “zip lock”. Añadió que el joven le ofreció otra bolsa de marihuana del tipo conocido como “popcorn” por $150, pero la rechazó porque tenía el dinero contado.
El intercambio, señaló, culminó con un estrechón de manos.
Durante la transacción, tres vehículos oficiales, dos de ellos no identificados como tal, establecieron un perímetro para asegurar apoyo en caso de que fuera necesario.
También testificó el agente Wilfredo Rivera Rivera, quien estaba uniformado y manejaba el vehículo rotulado. Dijo que siguió al joven poco tiempo después de la transacción, lo detuvo porque su carro tenía una de las luces de frenos fundida y le expidió un boleto. Al ver su licencia de conducir, obtuvo los datos personales.
El último testigo del ministerio público fue el agente de contacto Manuel Piñero, encargado de grabar la transacción y ofrecer seguridad durante el intercambio. También describió los hechos.
La defensa, a cargo de los abogados Luis Santiago González y Alfredo Umpierre Soler, intentó establecer que los tres agentes mentían debido a inconsistencias y contradicciones en sus testimonios. En su argumentación final, Umpierre Soler cuestionó que no se presentara en la vista preliminar el vídeo de la transacción.
“Están mintiendo y lo único que salvaría esas mentiras es el vídeo, que no se ha presentado porque debe ser adverso al testimonio que aquí se ha dado”, expresó el abogado en su intento final por convencer a la jueza de que declarara no causa.
También objetó que los cargos contra su cliente se radicaran en ausencia bajo la alegación de que se estaba protegiendo al confidente inconsciente, como declaró el agente Piñero. Y es que el policía Real Báez había dicho primero y en múltiples ocasiones que no sabía el nombre completo de este sujeto ni había dado con otra información que lo identificara.
El fiscal Alexis Arraiza ripostó que los agentes describieron una transacción de venta de sustancias controladas, razón por la cual se realizaba el proceso contra Felipez Aponte, por lo que la jueza debía determinar causa para juicio, como finalmente hizo.
El juicio fue señalado para el 13 de julio a las 8:30 a.m., mientras que la lectura de acusación será el 22 de junio.