Cargo de perjurio a exfiscal imputado de colaborar con Lutgardo Acevedo
Se alega que Edwin López mintió sobre su conocimiento y participación en accidente que causó el convicto excontable.
Nota de archivo: esta historia fue publicada hace más de 8 años.
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El exfiscal Edwin López Pérez enfrentará un cargo de perjurio por presuntamente mentirle al Departamento de Justicia sobre su conocimiento y participación en la escena del accidente de tránsito que su amigo, el excontable Lutgardo Acevedo López, alegadamente provocó y que segó la vida del guardia de seguridad Félix Babilonia, el 30 de junio de 2012.
López Pérez, quien compareció a su cita judicial con el licenciado José Delgado Rodríguez, se allanó la mañana del jueves a la determinación de causa para arresto en su contra por el citado delito. Por ello, la jueza María de Lourdes Camareno Dávila, del Tribunal de San Juan, le impuso una fianza de $1,000, que el abogado prestó a través de un fiador.
Camareno Dávila fijó la vista preliminar para el 28 de marzo.
El cargo de perjurio contempla una pena de tres años de cárcel, pero cualifica para el beneficio de la sentencia suspendida.
"La denuncia imputa que la persona bajo juramento ante una investigación administrativa del Departamento de Justicia con conocimiento de la falsedad declaró algo que era falso y la prueba que complementa esa oposición la suministra el FBI", apuntó el fiscal especial independiente, Emilio Aril García, a su salida de la breve audiencia.
Según la denuncia presentada por el Ministerio Público, representado por los fiscales especiales independientes, Aril García y Manuel Núñez Corrada, el abogado se perjuró al mentirle a la fiscal Celia Vega Pagán el 16 de octubre de 2013 durante una investigación que realizaba el Departamento de Justicia sobre su participación en el accidente vehicular ocurrido en Moca.
Justicia inició la investigación administrativa contra el entonces fiscal de Arecibo tras descubrir que el 30 de junio hubo llamadas entre el celular de Acevedo López y el celular de López Pérez, antes y después del accidente.
Esta información surgió del registro de llamadas del celular de Acevedo López, que el Ministerio Público solicitó como parte de la investigación criminal del choque de tránsito.
López Pérez, quien fue destituido del cargo en diciembre pasado, negó que ese día, justo cuando había sido confirmado por el Senado su ascenso a fiscal II, hubiera ayudado a su amigo y excompañero de la Policía.
Sin embargo, el 14 de mayo de 2015 el exfiscal le aceptó al agente Miguel Vega del Negociado Federal de Investigaciones (FBI), quien investigaba el caso de Acevedo López, que estuvo en la escena del accidente, que tomó fotografías con su celular y que posteriormente envió esas fotos al hoy convicto federal.
También le explicó al agente federal que se escondió entre un camión de bomberos y el público para que el fiscal encargado de la escena, Israel Chico Moya, no lo viera en el lugar.
Fuera de sala, el licenciado Delgado Rodríguez explicó que el Ministerio Público presentó una denuncia por el delito de perjurio "bajo una alegación de que prestó dos declaraciones inconsistentes entre ellas relacionadas con Lutgardo Acevedo".
"La respuesta a esa pregunta depende de las inconsistencias que se alegan en las declaraciones. Si son incosistencias triviales, sin importancia la respuesta es sí, pero si son inconsistencias sustanciales, la situación sería otra", apuntó el letrado sobre las posibilidades de su representado de prevalecer en el caso.
Actualmente Acevedo López extingue una pena de nueve años de cárcel y cinco de libertad supervisada tras declararse culpable a nivel federal de sobornar al exjuez Manuel Acevedo Hernández para que emitiera un fallo absolutorio por todos los cargos que encaró por la muerte de Babilonia.
El exjuez Acevedo Hernández, por su parte, extingue una pena de 10 años de cárcel y tres de libertad supervisada tras resultar convicto de cargos de soborno y conspiración por absolver a Acevedo López el 27 de marzo de 2013 de los cargos de homicidio negligente, guiar ebrio y resistirse a la autoridad al negar a hacerse una prueba de alcohol que enfrentó por la muerte del guardia de seguridad.
Ambos convictos apelaron sus sentencias.