La búsqueda de evidencia que pudiera arrojar luz sobre la desaparición y presunta muerte de tres niñas de las que no se sabe nada en años, pudiera extenderse a terrenos de la zona montañosa del país.

El lugar estaría ubicado en el sector Limaní, de Adjuntas, precisamente el barrio donde vivía la madre de Amílcar Matías Torres, un pederasta convicto que se presume que es el autor de los hechos.

La versión de un posible traslado de la investigación surge a pocos días de que la Interpol de Puerto Rico, agentes del Negociado de Investigaciones Especiales (NIE) y el Cuerpo de Investigaciones Criminales (CIC) de Ponce, excavaran en el patio de una residencia de un pariente de Matías Torres -en la urbanización Las Delicias, en Ponce-, y hallaran unas 26 fotos en las que aparecen varias jovencitas, enre ellas la joven Yeritza Aponte Soto, quien desapareció el 10 de febrero de 2001 de su casa en Juana Díaz. Posteriormente, en el 2006, otras dos menores (Cristina Ruiz y Kamile Stephanie Burgos) desaparecieron y el denominador común entre ambas, era Matías Torres. Tanto a Yeritza como a las otras dos adolescentes se les presume muertas.

Aparte de las fotografías, las autoridades confiscaron un vehículo Kía Sephia y el mismo fue llevado al ICF para análisis pericial.

Aunque al momento las autoridades descartaron realizar alguna búsqueda relacionada al caso, en Adjuntas, fuentes de Primera Hora aseguran que el traslado de la pesquisa es oficial.

“Y participarán tanto las autoridades locales como las federales”, dijo la fuente.

Este diario trató de confirmar la información a través de Harry Rodríguez, el portavoz del Negociado Federal de Investigaciones (FBI), pero éste se limitó a aceptar que esta entidad colabora con las autoridades locales.

“Estamos colaborando en la investigación que hace la Policía de Puerto Rico por la razón de que llevamos un caso federal en el que se acusó a Amílcar Matías Torres”, dijo Rodríguez, quien no quiso ofrecer más detalles.

En cambio, a Alexis Morales Cales, quien durante años ha denunciado múltiples casos de presunta trata humana en la cordillera central de la Isla, le hace sentido la movida.

“Creo que sí se va a extender a la montaña, específico al sector Limaní de Adjuntas(el cual colinda con el poblado Castañer, de Lares) porque ése era un sector en el que él se movía mucho para la época en que desaparecieron Cristina y Kamile. De hecho, las autoridades federales tienen conocimiento de que se había señalado que en ese lugar fueron enterradas o tiradas dos niñas”, expresó Morales Cales, quien no duda que el imputado, quien cumple 20 años de cárcel por cargos de pornografía infantil, esté involucrado en otros casos de explotación infantil a los que alude en su libro Vi al diablo vestido de azul.

“De hecho, allí se hizo ya una búsqueda, pero la hicieron en el terreno equivocado”, aseguró.