Bóvedas donde se guardaban los maletines de las elecciones no eran seguras, dice observador de la ACLU
Tenían huecos donde podían entrar personas.
Nota de archivo: esta historia fue publicada hace más de 3 años.
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Las bóvedas donde se guardaban los maletínes con las miles de papeletas votadas durante las elecciones generales no eran seguras, según testificó este viernes un observador de la Unión Americana de Libertades Civiles (ACLU), José Luis Lebrón Rosa.
Explicó, durante la vista en su fondo que se realiza en el Tribunal de Primera Instancia de San Juan para atender la demanda que radicó el candidato a alcalde de San Juan por el Movimiento Victoria Ciudadana (MVC), Manuel Natal, para que se deje sin efecto la votación adelantada y ausente de la capital, que las verjas levantadas en ‘cyclone fence’ para resguardar los maletínes tenían huecos donde cualquier persona podía entrar.
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Además, dijo que las entradas principales de las bóvedas eran dejadas abiertas durante el proceso de entrar y sacar maletines sin personas que se quedaran resguardando los portones.
“Cuando había, habían tres muchachos aquí... y a veces no había nadie”, explicó Lebrón Rosa, al mostrar un dibujo que realizó para mostrar cómo eran las entradas de las bóvedas.
La falta de vigilancia de las bóvedas de la cual habló el testigo era tal que expuso que en una ocasión decidió entrar.
“Quise probar cuán efectiva era la seguridad. Hice un vídeo de yo entrando por la puerta principal de la bóveda para ver si realmente había algún tipo de seguridad que evitara que yo pudiera entrar allí. Seguí entrando y seguí, seguí. Casi llegando a la mitad, como estoy tomando vídeo, un guardia de seguridad interna del coliseo (Roberto Clemente, en Hato Rey,) me detiene de por qué estoy tomando vídeo”, manifestó en su testimonio, al revelar que tenía un chaleco de la ACLU cuando fue sorprendido.
Indicó que le causó sorpresa de que lo detuvieran por tomar vídeo, cuando se suponía que lo detuvieran por estar en un área vetada y limitada a personal bajo balance electoral.
Lebrón Rosa también mostró preocupación porque las jaulas tenían unos huecos a las que las personas podían arrastrarse para tener acceso. También dijo que estas verjas no llegaban al techo. Tenían aperturas de entre 12 a 15 pulgadas, según promedió.
“Hablamos con seguridad de que eso lo debían tapar”, señaló el observador.
Otra denuncia que realizó fue que uno de los portones principales de la bóveda tenían dos candados no los cinco que se suponía que tuvieran por cada uno de los cinco partidos. Ese portón daba hacia las oficinas de los partidos, dijo.
Asimismo, denunció que las cámaras de seguridad no eran custodiada por nadie de la CEE. Dijo que así se lo hizo constar el presidente de la institución electoral, Francisco Rosado Colomer, en las dos ocasiones que le preguntó sobre el tema.
“Me preocupaba las cámaras de seguridad, porque habían cámaras de diferentes puntos. Pero, haciendo preguntas de quién controlaba las cámaras, todo el mundo me decía que nadie controlaba las cámaras”, precisó.
A modo de conclusión, dijo que “no había control de las cámaras que estaban custodiando los maletines”.
Asimismo, Lebrón Rosa habló de un incidente que grabó en el área de Junta Administrativa de Voto Ausente y Voto Adelantado (JAVA), donde en una mesa se discutía un problema de que “los números no cuadran”.
Reveló que los funcionarios de colegio, un funcionario de la CEE y un agente de la Policía se lo hicieron borrar.
El testigo también mostró preocupación porque las máquinas de escrutinio electrónico no tenían sellos de que estaban calibradas y porque algunos maletines no tenían escrito el número del sello correspondiente al que en realidad estaba colocado en la caja de cartón.
Agregó que también le llamó la atención que se dejaran en las noches sobre cada una de las mesas cuatro maletines para ser analizados el próximo día cuando había una deficiencia en la seguridad.
La veracidad del testigo fue cuestionada por el abogado del Partido Nuevo Progresista, Francisco González Magaz, ya que este escribió mensajes en su cuenta de Facebook a favor de Natal y en contra del alcalde de San Juan, Miguel Romero.
Pero, cuando le cuestionó si votó por el MVC, Lebrón Rosa indicó que “yo voté PIP”.
También dijo que “nada me puede impedir a mi trabajar como observador de una forma imparcial”.
Tras el testimonio de Lebrón Rosa, se sentó en el banquillo de los testigos una empleada de JAVA y miembro del MVC, Tatiana Castro Santiago. Esta informó que habían solicitudes de voto ausente con direcciones de Puerto Rico, cuando se suponía que el voto ausente es para personas que estén fuera de la Isla. Comentó que, a pesar de la discrepancia, las papeletas se enviaron.
También mencionó que denuncia muchas solicitudes que estaba duplicadas de voto por correo y voto a domicilio, debido a problemas en las solicitudes que llegaban y la manera en que las procesaba las Junta de Inscripción Permanente versus JAVA. La funcionaria no supo establecer si el error se corrigió antes de enviar las papeletas por correo para evitar que los electores votaron doble.
La empleada dijo que renunció a su labor en JAVA cuando supo que sobres que llegaron por correo sin identificaciones o con algún problema se echaron en una urna para que los votos fuesen contabilizados.
“Yo entendí que las irregularidades ya se habían pasado, que lo que se estaba haciendo allí no se estaba validando los votos como debía hacer, y decidí que yo no iba a hacer ese trabajo”, manifestó.