La División de Explosivos y Seguridad Pública en conjunto con el Negociado Federal de Investigaciones (FBI) se encuentran recopilando vídeos de seguridad y realizando las entrevistas de rigor como parte de la pesquisa de la colocación de una bomba de tiempo en los predios de la oficina de Servicio al Cliente de LUMA Energy, localizada en el kilómetro 139.8 de la carretera PR-3, en Guayama.

Surge de la querella que, en horas de la mañana de ayer, martes, mientras la gerencia abría el local encontraron amarrada al portón de la entrada principal una bolsa y solo abrieron un lado para entrar, pero no la tocaron o abrieron.

Se le notificó al guardia de seguridad lo que había sucedido y este la tiró en el contenedor de basura color azul que se encontraba al lado del portón. Afortunadamente no detonó.

Posteriormente, en horas del mediodía se notifica al Negociado de la Policía, ya que al verificar el contenido de la bolsa se percataron que contenía un tanque pequeño color verde de gas butano, con dos baterías D, adheridas con cinta adhesiva color amarillo y varios cables conectados.

El artefacto fue colocado en una orilla del contenedor hasta que llegó la unidad especializada para atender la situación.

Mientras que, en la oficina se siguió con el protocolo de desalojo y establecer un perímetro.

El director de la división, teniente Ismael Cartagena, detalló que encontraron un artefacto explosivo improvisado tipo casero el cual comparó con el artefacto preparado usando una olla de presión para ocasionar una explosión durante el maratón de Boston, ocurrido el 15 de abril de 2013, cerca de la línea de llegada de los corredores.

El explosivo tenía la fuente de energía, el sistema iniciador, el envase y la carga, que son los elementos de este tipo de bomba de fabricación casera, lo que indica que la persona que lo preparó tenía algún tipo de preparación.

“Es un artefacto explosivo improvisado de tipo casero que se prepara utilizando materiales o accesorios que se pueden encontrar en cualquier lugar, hasta el almacén de su casa como en una ferretería, en este caso específico estamos haciendo la comparación para que las personas entiendan que el artefacto explosivo que se localizó ayer es similar la función y el mecanismo al utilizado en el maratón de Boston, donde se utilizó una olla de presión para confinar la sustancia explosiva y se colocó luego en un bulto”, puntualizó Cartagena.

En este atentado terrorista en Boston murieron tres personas y se reportaron alrededor de 264 heridos.

A diferencia del sistema utilizado en Boston, el que colocaron frente a las oficinas no contenía accesorios adicionales como clavos ni bolines para que cuando estallara se fragmentara y se convirtiera en más peligroso.

En este caso la magnitud de los daños podría ser similar en términos de la cantidad de material explosivo que estaba en el interior del envase de gas butano y “la intención era ocasionar daños graves o hasta la muerte a cualquier persona que pasara por el área del portón”.

“Ya comenzamos junto al FBI a hacer entrevistas de todas las personas que tuvieron acceso al lugar, entiéndase hasta clientes que podemos identificar para hacerles entrevistas, estamos verificando todas las cámaras de seguridad y estamos exhortando a la ciudadanía que cualquier información la canalicen a través del (787) 343-2020 de manera confidencial para poder trabajar la situación y traer la tranquilidad a la ciudadanía”, sostuvo Cartagena.

Comentó que en los 22 años que lleva laborando en la división en diferentes funciones no había trabajado con una situación como la de ayer, aunque han trabajado con granadas a las cuales se les ha activado el mecanismo o artefactos militares alterados.

El artefacto fue desactivado y se detonó de manera controlada por los agentes víctor Vargas y Eugenio Santiago, ocupando la evidencia para su análisis.

Personal de la División de Servicios Técnicos trabajó la escena.

Anoche, el comisionado del Negociado de la Policía, Antonio López Figueroa, subrayó que el FBI está colaborando con la investigación para identificar a los autores de este acto para que respondan por sus actos.

Los responsables se exponen a enfrentar cargos federales bajo la Ley de Terrorismo.

A nivel estatal, se incurriría en violaciones a la Ley de Explosivos que con agravantes se pueden aplicar a él o los autores hasta 25 años de prisión sin derecho a probatoria.

Al presente nadie se ha atribuido el atentado.

“Puerto Rico nos pertenece a todos. Conductas de esta naturaleza y magnitud, que alteran la paz de nuestros ciudadanos y ponen en riesgo la vida de otros, son actuaciones repudiables y deben ser condenadas por todos”, sentenció López Figueroa.