Moisés Valentín Hernández, imputado de comerle la cabeza a un pollito vivo el año pasado en presencia de menores en una barbería en Trujillo Alto, dijo este miércoles que está arrepentido del suceso que fue grabado en un vídeo casero que se propagó por las redes sociales.

 El hombre de 40 años, que fue declarado no procesable por los cargos en enero de 2013, continúa recibiendo tratamiento psiquiátrico, pero de forma ambulatoria.

“Estoy arrepentido, bien arrepentido”, dijo Valentín Hernández al salir de la sala 205 del Tribunal de Primera Instancia de Carolina, tras una vista de seguimiento al amparo de la regla 241 de procesabilidad.

Cuando se le preguntó qué le impulsó a cometer el acto, indicó que se dejó llevar por el momento sin pensar en las consecuencias.

"Uno se deja llevar de las cosas y cuando viene a ver, mire dónde estoy. Pero, ya estoy de lo más bien. Un saludo a Trujillo Alto y al mundo. Le doy las gracias por que estoy de lo más bien. Le doy las gracias al juez", explicó.

Valentín Hernández acudió solo a la vista de seguimiento en la sala del juez superior Alberto Luis Pérez Ocasio.

“Es malo estar ante las cámaras...”, indicó el hombre que estaba internado en el Hospital de Psiquiatría Forense de Río Piedras.

En la vista de hoy, el psiquiatra del Estado, Rafael Cabrera Aguilar, declaró que Valentín Hernández se encuentra en la libre comunidad y que continúa no procesable de cargos.

“Fue evaluado el jueves pasado y está estable. No ha habido incidentes con animales ni otras situaciones de peligro”, declaró el psiquiatra.

El juez Pérez Ocasio le dijo al imputado de maltrato de animales, que el 12 de diciembre próximo deberá entrevistarse con el psiquiatra y el 18 del mismo mes, deberá comparecer al tribunal a la próxima vista de seguimiento.

Al hombre se le imputa un cargo por violación a la Ley 154 de Bienestar y Protección de Animales por los hechos ocurridos el 16 de noviembre pasado, al decapitar a un pollito vivo y comerse la cabeza frente a menores de edad.

Al momento de su arresto le dijo a la Policía que el día de los hechos estaba “empepao” y que veía el suceso como un vacilón aunque alegó también que tiene creencias basadas en “el ocultismo”.