Como si no fuera suficiente con el rechazo y la marginación que enfrentan a diario por la sociedad y el aparato gubernamental, los usuarios de drogas que viven en la calle lidian  ahora con una  nueva amenaza de vida.

En este ocasión se trata de los bichotes o dueños de puntos de drogas que, al parecer, ahora les cobran sus deudas con agresiones físicas que, en algunos casos, los pueden llevar al borde de la muerte. 

El agente Israel Castro, coordinador del programa de la Policía de Puerto Rico “De Vuelta a la Vida” en Mayagüez, confirmó a Primera Hora   esta  modalidad, aunque aclaró que se da “mayormente porque tienen algún tipo de deuda de drogas en el punto o le deben algo a alguien”. 

“Cuando son agredidos físicamente, de golpes o demás, es posible que sea por cuestiones de riñas y no llegan a querellarse. Cuando son agredidos por disparos, es seguramente por deudas y llegan a los hospitales, donde se notifica a la Policía para su debida investigación”, indicó.

Castro explicó que hay ciertas interpretaciones de los disparos que puede recibir un individuo en un punto de drogas. Dijo que a veces cuando es en algún miembro no vital del cuerpo, ya sea un brazo o piernas, es para llevar algún mensaje. Por lo general cuando les disparan en la cabeza o áreas donde hay órganos vitales es para terminar con su vida,  concluyó.

Sin embargo, algunos agredidos  optan por guardar  silencio ante los agentes de la Policía cuando acuden a hacer su investigación  por temor a algún otro ataque en su contra.

De hecho, la semana pasada la Policía investigó un caso con un usuario de drogas que fue herido de bala en sus extremidades frente al residencial El Carmen, en Mayagüez. 

El hombre,  de 30 años y residente del  mencionado residencial,  recibió dos impactos de bala  en la rodilla izquierda y  uno en la derecha.

El salubrista José Vargas Vidot, de Iniciativa Comunitaria,  ha conocido  a través de su trabajo en las calles de casos similares al reportado en Mayagüez, específicamente en la zona de Hato Rey y  la Parada 27. Allí  trabaja  de madrugada con sus brigadas de voluntarios atendiendo a deambulantes y adictos. 

“Empieza a convertirse en algo común y es que  en vez de matar a las personas, les tiran a las piernas o los brazos”,  expresó Vargas Vidot. 

Usualmente, la razón para un ataque de esta naturaleza puede atribuirse a una deuda de droga o a que le tiró una “cañona”, lo que quiere decir que se llevó o robó un paquete de sustancias ilegales.

En ocasiones los dueños de puntos mandan a esconder los paquetes de drogas o “muertos”, como le llaman en la calle, para no ser descubiertos por la Policía y los adictos que viven en la calle los descubren y, en ocasiones, se los llevan, provocando la ira de los tiradores. 

No es la norma

Castro señaló, sin embargo, que usualmente el trato que reciben los usuarios de drogas   por parte de los ciudadanos no es uno de agresión  ni acoso, sino de solidaridad. Al menos esa ha sido su experiencia  en la región donde trabaja. 

“Las personas les dan dinero cuando solicitan por las esquinas y les dan alimentos también si tienen”, sostuvo el oficial que trabaja directamente con personas sin hogar y adictas a sustancias, para rescatarlas de las calles y llevarlas a hogares donde pueden recibir tratamientos para dejar el vicio o lograr independencia personal.

“De Vuelta a la Vida” ha  rescatado a muchas almas vagabundas de las calles alrededor de toda la Isla, impactando esas poblaciones por municipios, donde se les tramita ayudas tales como plan médico, papeles de identidad como el seguro social, beneficios económicos y tratamiento psicológico y espiritual, entre otros servicios, abundó.