Asesino de Miguel Cáceres rompe el silencio
Pide disculpas con un “pero” de por medio, pues insiste en que actuó en defensa.
Nota de archivo: esta historia fue publicada hace más de 12 años.
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Son dramáticas imágenes que captaron el momento en el que –aun con el clamor de varias personas que solicitaban clemencia– el líder recreativo Miguel Cáceres fue atacado a tiros por el ex policía Javier Pagán. Pero hoy, a más de cinco años del crimen y mirando atento las escenas grabadas por un videoaficionado, el convicto asesino de Cáceres rompe el silencio para narrar su versión de los hechos en una historia en la que se ubica como víctima de la recordada tragedia.
Un apaciguado Pagán –quien conserva varios cedés con copias del vídeo en el que se ve claramente cuando ultima a Cáceres– conversó en exclusiva con Primera Hora sobre las incidencias ocurridas aquella tarde del 11 de agosto de 2007, en el sector Punta Santiago, en Humacao.
Hablando de sí mismo en tercera persona –el ex policía que cumple sentencia de 109 años de cárcel– alegó ser víctima de una “agenda” provocada por Cáceres, a quien acusó de haber tenido la intención de “quitarle la vida” a él y a sus compañeros de oficio: los ex agentes Carlos Sustache y Zulma Díaz de León.
Según el convicto, el día del asesinato él y sus colegas –con quienes perdió todo tipo de comunicación en los últimos años– intervinieron con Cáceres y otras personas que estaban obstruyendo la vía de rodaje. Alegó que el occiso nunca le mencionó que estaba controlando el tráfico debido a que era parte de la escolta de un quinceañero y que comenzó a insultarlos con palabras soeces, por lo que Díaz de León decidió arrestarlo.
“Pero el tipo ofende a Zulma, la maltrata verbalmente... (Luego) sacó su brazo y la agredió en los pechos”, alega Pagán al agregar que en ese momento se dispuso a someter a la obediencia a Cáceres y este lo agredió con un “objeto contundente” que, dice, se ve “claramente” en el vídeo.
“Ese objeto se ve en las imágenes que han pasado... pero nadie se ha fijado... Dicen que no hay peor ciego que el que no quiere ver. Y con ese objeto me laceró el pómulo y me fracturó la nariz”, aseguró el hombre que cumple sentencia en el área de máxima seguridad de la cárcel 501 de Bayamón, donde solo puede salir de su celda una hora al día.
Pagán insiste en que fue en ese momento que se inició la trifulca que fue captada en un vídeo que ha recorrido el mundo y ha sido utilizado por organizaciones de derechos civiles como ejemplo de casos de brutalidad policiaca ocurridos en la Isla.
La versión de Pagán es que recibe un segundo golpe segundos antes de que Cáceres cayera al piso. En ese instante, alega, la víctima rompió su vaqueta, agarró su pistola y en medio de un forcejeo haló el gatillo con el que resultó herido en el muslo izquierdo.
“Miguel Cáceres tenía una agenda... la agenda que empezó fue de quitarme la vida y de quitarle la vida a Sustache y a Zulma... Nadie agarra un arma de fuego si es que no la va a usar”, expresó.
¿Ha pensado que el tiro fue parte del forcejeo de ambos?
Aquí no pudo pasar que se zafó un tiro. Las manos de Miguel Cáceres estaban en el gatillo.
Y, ¿qué pasó luego?
Cuando miré los chorros de sangre que corrían, inmediatamente dije: ‘Me va a matar’... y cuando me toco, encuentro el arma y repelo la agresión. Y el que ve el vídeo dice: ‘Le disparó a Miguel Cáceres’. Pero yo disparé hacia el suelo. Orienté mi arma hacia donde él se encontraba en lo poco que podía estar estable y lo poco que podía ver... comencé a disparar para defender mi vida. Esa fue mi reacción.
Este momento de los hechos son las imágenes más desgarradoras del vídeo que fue utilizado en corte como prueba. En el suelo se ve el cuerpo de Cáceres –boca abajo– brincar en el pavimento con cada uno de los impactos de bala. El hombre resultó con heridas en el brazo derecho, el antebrazo izquierdo, el costado derecho y el último tiro fue en la nuca. Allí, en una acera, murió desangrado. Según Pagán, era la primera vez en su carrera de 14 años en la Uniformada que le disparaba a alguien.
¿Por qué cuatro disparos si pudo haberlo inmovilizado?
Esa es la cuestión. Todo el mundo dice “inmovilizarlo”. Cómo voy a inmovilizar si no he recibido ayuda... Javier Pagán estaba solo, haciendo un arresto sin la ayuda de nadie. Estaba herido y fue agredido en la cara. Cuando le dan un golpe en la cara a una persona, la masa encefálica se mueve. Uno pierde la noción.
Pero, ¿por qué cuando lo ve herido no desiste de hacer otros disparos?
Yo disparé continuo. Hay que estar en la situación... En ese momento lo que pensaba era en salvar mi vida y detoné mi arma de fuego en cuatro ocasiones corridas.
Cuando lo vio en el suelo tirado, ¿qué hizo?
Me marché de allí... Traté de irme como pude. Me caí... Allí había gente con actitud, gente con cuchillos, gente que tiraron objetos, gente que tiró piedras a la patrulla.
¿Quién le dice que había asesinado a Cáceres?
Me entero en el hospital... Es una situación lamentable que no debió haber sucedido. Javier Pagán no está alegre con lo que pasó allí.
¿Está arrepentido?
Nadie está contento con una situación así... Obviamente, pido disculpas a la familia. Pero la familia sabe cómo era Miguel Cáceres.
¿Está pidiendo perdón con un pero?
Yo sé que hay una viuda, unos hijos, pero Javier Pagán tiene hijos que también están sin un padre... Las dos familias sufrieron. La de ellos sufrió y la mía también sufrió porque esto no es algo fácil.
¿Usted habla de dos familias sufridas... de los hijos?
Sí, porque tengo dos hijos pequeños, de nueve y 10 años.
Diez años tenía el hijo menor de Miguel Cáceres cuando pasó esto...
El mío tenía cuatro.
¿Usted sabía que ese niño de 10 años tuvo pensamientos suicidas luego que su papá murió?
(Su semblante cambió. Fue la única vez durante la entrevista que su rostro perdió el sosiego) No, no , no. No lo sabía.
¿Qué le diría a ese niño si lo tuviera de frente?
Esa pregunta no sabría contestarla. Tendría que tenerlo de frente para después decirlo. Pero dudo que se diera esa oportunidad... Pero, y a los míos, ¿qué se le diría a los míos?
A los suyos, ¿qué usted le dice?
Están pequeños y he hablado superficialmente con ellos... Pero, ¿qué le diría? Que por causa de una persona que no siguió una instrucción legal, que por causa de una persona que le disparó a papá y trató de matar a su papá ahora papá está en la cárcel cumpliendo una condena de 109 años de cárcel. Eso le podría decir a mis hijos. Esa es la verdad de lo que pasó aquí...