El afamado y poderoso narcotraficante, Héctor Miranda Rojas, de 55 años, conocido en el bajo mundo como “Pito Shell”, fue ejecutado durante la tarde de ayer, miércoles, cuando se cree se disponía a realizarse una prueba dopaje en el Centro de Adaptación Casa Alborada en Santurce.

Miranda Rojas iba en el asiento del conductor de una guagua marca Honda Odyssey Elite color gris y del año 2018, cuando dos individuos que transitaban en un vehículo se bajaron y lo ejecutaron en la calle Bolívar cerca del edificio Cobián’s Plaza, en Santurce.

“Él tenía que hacerse una prueba de dopaje, pero no llegó. Desconocemos si se dirigía a hacérsela”, comentó el inspector Edwin Figueroa Maldonado, director del Cuerpo de Investigaciones Criminales (CIC) de San Juan.

El occiso residía en Toa Baja.

Figueroa Maldonado, estableció el narcotráfico como el motivo del crimen y certificó que el ataque iba dirigido hacia él. El conductor del vehículo, que no tenía gravamen, huyó de la escena por lo que los investigadores se encuentran tras su pista para interrogarlo.

“El motivo del asesinato es el narcotráfico, tenemos información de que estaba activo todavía. No tenemos duda de que es por narcotráfico”, reafirmó el inspector.

Según el archivo de Primera Hora, en el 2013, fue sentenciado a cumplir ocho años de cárcel por lavado de dinero relacionado a narcotráfico por más de $1 millón, ya que era el cabecilla de una organización criminal que operaba desde la comunidad Altos de Cuba en Vega Baja. Este coordinaba cargamentos de sustancias controladas provenientes de Venezuela y Colombia.

Aeronaves soltaban el cargamento en el mar y la recogían en embarcaciones para traerla a la Isla y transportarla a los Estados Unidos. Se estima que lograron traer 4,000 kilos en un periodo de cinco años.

Fue arrestado el 6 de mayo de 2012, en medio de una persecución en Hatillo.

El informe presentencia detalló múltiples violaciones a la Ley de Armas por parte de Miranda Rojas en el foro estatal entre 1993 y 2002, pero en todos fue sentenciado a cumplir en probatoria. Incluía un caso en el que resistió el arresto amenazando a un agente con una macana por el cuello. También tuvo otro caso por violencia doméstica.

Se ocupó como evidencia 20 casquillos de calibre .40 y tres de 9 milímetros y su billetera en cuero con $227 en efectivo y en un bolsillo $204 más de diferentes denominaciones desde $1 hasta $100.

La agente Jonnelys De La Cruz Ramos, adscrita a la División de Homicidios de San Juan y el fiscal Omar Afanador, trabajaron la escena.