El Proyecto Inocencia se encuentra trabajando activamente al menos un caso más –pero hay otros en evaluación preliminar- donde se cree que pruebas de ADN demostrarían que sujetos que llevan décadas en prisión son inocentes de los crímenes imputados, explicó el director de esta iniciativa en Puerto Rico Julio Fontanet.

Ayer trascendió que en el caso del asesinato de la joven Glorimar Pérez Santiago en 1988, donde hay personas presas desde 1994, las evaluaciones realizadas por el Instituto de Ciencias Forenses revelaron que no hay material genético de ninguno de los acusados Nelson Ortiz Álvarez, Nelson Ruiz y José Caro en la evidencia ocupada en la escena. Fontanet procuraría la inmediata excarcelación de sus clientes.

Fontanet, quien es decano de la Facultad de Derecho de la Universidad Interamericana, confía que la misma suerte del caso de la joven ocurra con el de Juan Carlos Meléndez Serrano y Antonio Ramos Cruz, convictos por el asesinato de una madre y sus dos hijos ocurrido el 28 de junio de 1989, crímenes por los cuales fueron sentenciados en 1992.

Ambos fueron acusados y convictos por las muertes de Haydée Teresa Maymí Rodríguez, de 24 años, quien apareció en una bañera, y de sus hijos Eduardo y Melissa Morales Maymí, de cinco y tres años, respectivamente, quienes fueron encontrados en una nevera.

“Estamos convencidos de que la prueba de ADN demostrará que nuestros clientes no cometieron ese delito”, expresó el expresidente del Colegio de Abogados.

En este caso de la llamada matanza de Trujillo Alto, Fontanet explicó que se han encontrado con oposición del Departamento de Justicia a que se les hagan las pruebas a los presos, y que ya solicitaron un aplazamiento a una vista que se había pautado para discutir el caso.

“Los fiscales pidieron tiempo para replicar a la moción para que se hagan las pruebas de ADN y hay vista para principios de junio”, indicó Fontanet. “Este caso (de Trujillo Alto) es tan injusto como esta condena de Glorimar”.

El abogado lamentó la posición de los fiscales en este caso y dijo que espera que el resultado en la evaluación del asesinato de Glorimar lleve a un cambio de postura por parte de Justicia en el de Trujillo Alto y en futuros casos.

“Justicia debe tener la entereza de reconocer los errores o de lo contario se convierten en encubridores”, sostuvo Fontanet.  "La mejor lección de este caso (Glorimar) es que justicia sea más receptivo a las peticiones de Proyecto Inocencia para evitar injusticias. La prueba de ADN exonera al inocente e identifica con gran precisión al culpable". 

Proyecto Inocencia es una iniciativa que comenzó en Estados Unidos para buscar que se realicen pruebas de ADN a convictos que llevan presos tanto tiempo que este tipo de evidencia científica no existía o no era adecuada al momento en que fueron sentenciados. Más de 300 personas, uno de los más recientes Luis Vargas en California, han sido declarados inocentes mediante estas pruebas de ADN.

Otros en la mira

Al mismo tiempo, Fontanet dijo que la entidad está todavía en proceso de evaluación de otros casos que han sido referidos a la entidad para determinar si procede solicitar las pruebas de ADN.

"Estamos evaluando muchos casos, pero todavía requieren mucha investigación", dijo Fontanet.

El abogado contó que tras la firma del gobernador Alejandro García Padilla en diciembre pasado de la ley que facilita estas pruebas, Proyecto Inocencia recibió "una avalancha de solicitudes".

Eran tantos los solicitantes que Fontanet, expresidente del Colegio de Abogados, acudió a la comunidad jurídica. "Hicimos una convocatoria en los medios a los abogados para que nos ayudaran de forma gratuita y hubo una reacción extraordinaria, reaccionaron como 70 abogados", comentó Fontanet.

Parte de esa evaluación es ver si los hechos del caso ameritan hacer la solicitud de pruebas de ADN y además que cumple con los requisitos de ley. Explicó que solo aplica a casos donde hay evidencia genética, y no aplica a confesiones falsas, identificaciones extrajudiciales contrarias a derecho o mala representación legal.