Guayama. “Reivindicado”.

Así dijo sentirse el reportero radial José Raúl Arriaga Esteva luego de escuchar el fallo de no culpabilidad por los cargos de agresión sexual contra un menor por parte de la jueza Mariela Miranda Recio, quien luego de más de un año escuchando la prueba presentada emitió su decisión, aunque le recomendó revaluar su conducta.

“Me siento más tranquilo y aliviado”, dijo el reportero, quien no hizo otras expresiones.

Su abogada, Mayra López Mulero, expresó que la verdad prevaleció y que se demostró la inocencia de su representado.

“Esto fue la crónica de una muerte anunciada”, sostuvo la abogada. 

Aseguró que el Ministerio Público expuso a un inocente a un juicio injusto. Sostuvo que el caso tuvo ausencia total de prueba y que, al mismo tiempo, nunca se produjo evidencia de llamadas y textos entre el alegado perjudicado y el imputado sobre su edad.

“Ese joven aceptó en repetidas ocasiones haber mentido sobre su edad”, comentó la abogada, quien se mostró complacida con el trabajo realizado junto a la abogada Lucille Borges Capó.

Por su parte, la fiscal Judith Borrás expresó estar satisfecha con el trabajo realizado y reiteró que el perjudicado siempre fue honesto.

 “Estoy convencida de mi caso y lo estaré siempre”, manifestó Borrás. 

Asimismo, insistió en que hizo su trabajo responsablemente. Esta expuso en sus argumentos finales que la prueba presentada corroboraba el testimonio del perjudicado, quien declaró ante la magistrada que conoció al reportero a través de las redes sociales y que tras este ofrecerle de regalo una cámara web, se encontraron en Cayey, donde el reportero “quiso cobrarle el favor”.

Entre los argumentos presentados, esta señaló que, para los hechos en mayo de 2009, el joven tenía 15 años y que así fue corroborado por una empleada de la red social Myspace traída desde California. Sostuvo que el día del encuentro entre ambos, Arriaga Esteva lo invitó a dar una vuelta por Cayey y lo llevó hasta el estacionamiento de un parque en Guavate, donde lo invitó a bajar de la guagua y lo sodomizó.

“La perito del Instituto de Ciencias Forenses encontró evidencia en la computadora de correos electrónicos entre ambos”, añadió la fiscal en sus argumentos, quien solicitó que fuera declarado culpable para que otros niños y jóvenes no fueran víctimas.

La magistrada señaló que la “gran encrucijada siempre fue” la edad del perjudicado: si era mayor o menor de edad en mayo de 2009.

“Usted (Arriaga) debe revaluar su conducta y busque ayuda si usted cree que la necesita”, expresó la jueza.

 Igualmente, felicitó tanto al Ministerio Público y a todos los fiscales que trabajaron en el caso como a las abogadas de la defensa por un trabajo de excelencia. “Llevamos más de un año escuchando prueba y esa prueba es difícil de digerir”, dijo Miranda.

Asimismo, le reiteró que revalúe su comportamiento, ya que en una ocasión pasada por poco pierde la vida.