Pablo Casellas Toro, hijo del juez federal Salvador Casellas, llegó al centro judicial de Bayamón donde fue arrestado y esposado previo a la vista para enfrentar cargos por el asesinato de su esposa Carmen Paredes.

Casellas Toro arribó al tribunal en compañía de dos guardaespaldas y fue arrestado por agentes que lo esposaron y le leyeron los derechos en el estacionamiento. Posteriormente, fue ingresado en la celda de la sala de investigaciones.

"Yo siempre he llegado preparado a sala" declaró el abogado Harry Padilla a su llegada al tribunal en compañía del juez Casellas. Padilla es parte de la defensa de Casellas Toro, junto al abogado Arturo Negrón García.

Visiblemente sudado, Casellas fue trasladado posteriormente a la Oficina de Servicios con Antelación a Juicio (OSAJ).

Se espera que la vista de determinación de causa para el arresto (Regla 6) esté a cargo del juez Rafael Villafañe.

La fiscal de distrito de Bayamón, Phoebe Isales, adelantó que se propone someter las acusaciones por el expediente por los delitos de asesinato en primer grado, violación a la ley de armas, destrucción de evidencia y por reportar falsamente un delito.

Casellas Toro salió temprano de la casa de su padre en una guagua con uno de sus abogados, sin embargo, ninguno quiso emitir comentarios a los medios que estaban a las afueras de la residencia.

Mientras, en el Tribunal de Bayamón, el juez de distrito, Rafael Villafañe, abandonó a toda prisa el estacionamiento del tribunal al ver periodistas que esperaban por Casellas Toro.

Casellas Toro fue señalado como sospechoso por el fiscal general Obdulio Meléndez el 4 de agosto pasado, luego de que se negara a cooperar con los investigadores que buscaban ocupar nueva evidencia y recrear la escena de los hechos. El abogado de Casellas Toro, Arturo Negrón, ha manifestado que su cliente no es el autor del crimen.

Paredes fue asesinada la mañana del 14 de julio en su casa en la urbanización Tierralta III, en Guaynabo.

Casellas Toro alegó que la mañana del crimen regresó a su casa de visitar a su padre y observó a un individuo salir por la puerta del garaje de la residencia. Entonces, acudió a verificar las armas de fuego que guardaba en la casa y luego pasó por la terraza, donde se encontró con el cadáver de su esposa. Luego, salió de la casa y vio a un sujeto brincar una verja de cemento ubicada al lado de la propiedad.

El cuerpo de Paredes estaba sentado en una silla de la terraza con las piernas cruzadas y como si estuviera leyendo el periódico. Sin embargo, análisis periciales apuntan a que Paredes fue asesinada en un cuarto de la residencia y su cuerpo fue colocado luego en la mesa de la terraza.

Incongruencias en la versión de Casellas Toro y versiones sobre problemas en la pareja llevaron a las autoridades a cuestionar su versión.

Casellas Toro y Paredes tenían dos hijas adolescentes que permanecen bajo la custodia de un familiar. Ninguna de las dos estaba en la residencia el día de los hechos.

La investigación del crimen está a cargo del teniente Carlos Ríos, del Cuerpo de Investigaciones Criminales de Bayamón.