Anuncian como testigos a dos agentes y al hombre que le dio pon a Rivera Seijo
Hoy se reanuda la vista preliminar en alzada en el caso Lorenzo.
Nota de archivo: esta historia fue publicada hace más de 8 años.
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Policías que intervinieron en la escena, la ex fiscal federal, María Domínguez y la hija mayor de Ana Cacho, ocuparían esta semana la silla de testigos en la continuación de la vista preliminar en alzada que se ventila contra Luis Rivera Seijo, conocido como El Manco, por el asesinato del niño Lorenzo González Cacho.
La fiscalía anunció como testigos en la tarde de hoy a los agentes Nicolás Maldonado y Juan Romero y a Juan Vázquez, el hombre que declaró en la vista preliminar que le dio pon a River Seijo desde la cárcel de Arecibo al área de Dorado.
Domínguez, quien reside en Estados Unidos, declararía el viernes 3 de mayo, confirmó a Primera Hora, la fiscal Maricarmen Rodríguez Barea, quien integra el equipo del Ministerio Público en el caso, junto con los fiscales, Aracelys Pérez y Mario Rivera Géigel.
“Domínguez fue parte de la investigación de las autoridades federales (en el caso) y le hace una entrevista al señor Rivera Seijo”, sostuvo la fiscal.
En esta vista en alzada el Ministerio Público tiene una segunda oportunidad de lograr una determinación de causa probable contra Rivera Seijo.
La semana pasada, en los primeros dos días de vista, los fiscales sentaron a declarar a Ana Cacho y a los tres investigadores forenses, quienes tuvieron a su cargo el manejo de la escena del crimen, ocurrido el 9 de marzo de 2010, en la urbanización Dorado del Mar en Dorado.
El viernes, tanto Cacho como la investigadora forense Wanda Candelaria fueron sometidas a un intenso interrogatorio del abogado que lleva el timón de la defensa, Mario Moczó, de la Sociedad para la Asistencia Legal (SAL).
Moczó dirigió su línea de preguntas a establecer que Candelaria obvió importantes piezas de evidencia en la investigación del asesinato de Lorenzo.
En cuanto a Cacho, el abogado intentó traer aspectos de la vida íntima de la mujer para impugnar su credibilidad, pero la jueza Vilmary Soler Suárez, no se lo permitió.
No obstante, la mujer admitió a preguntas del letrado, que fumaba marihuana ocasionalmente. Sin embargo, indicó que no lo hizo la noche del 8 y madrugada del 9 de marzo de 2010.