La directora del Instituto de Ciencias Forenses dijo este martes que desconoce si el Negociado Federal de Investigaciones (FBI, por sus siglas en inglés), sometió para su análisis nuevas piezas de evidencia relacionadas al crimen del niño Lorenzo González Cacho, de 8 años, ocurrido el 9 de marzo del 2010.

Una escuadra del FBI y de la División de Homicidios del área de Bayamón recreó durante horas la escena del crimen del niño el domingo pasado, en su residencia de la urbanización Dorado del Mar.

El FBI ha insistido en que solo está asistiendo a la Policía y al Departamento de Justicia en esta investigación, tras aclarar que la incursión no se trató del diligenciamiento de una orden de allanamiento.

“No tengo conocimiento de que hayamos recibido piezas del operativo que se hizo el domingo”, declaró Edda Rodríguez, directora del ICF, durante una improvisada conferencia de prensa en el Laboratorio de Balística, durante un recorrido por las instalaciones con el presidente de la Cámara de Representantes, Jaime Perelló.

Rodríguez tampoco quiso responder si como parte del acuerdo colaborativo entre el Departamento de Justicia y el FBI, se incluyó el peritaje forense. “No tengo conocimiento”, reiteró.

De otro lado la nueva evidencia que analiza el laboratorio de ADN del Instituto de Ciencias Forenses relacionada al caso del asesinato del niño Lorenzo González Cacho, de 8 años, podría estar lista durante las próximas semanas, confirmó la funcionaria. 

“Depende de la evidencia y los análisis que haya que hacer. Estamos dándole prioridad al caso, varias semanas probablemente", expresó.

Sobre la cantidad y el tipo de objetos que se van a analizar, Rodríguez, se reafirmó en que no divulgará esa información. “No te puedo dar información en torno al tipo de evidencia que se sometió”.

El laboratorio forense de ADN-Serología analiza los diferentes tipos de evidencia biológica recuperada en escenas del crimen con el propósito de identificar y caracterizar biofluidos como sangre, semen y saliva, también de muestras de pelo recuperadas en piezas de evidencia o el lugar de los hechos para identificar características y compararlas con las muestras sometidas o que se encuentran en sus archivos.

La patóloga aclaró que los investigadores del ICF no pasan juicio sobre el valor de la prueba a evaluar. “Nosotros analizamos la evidencia y tan pronto está lista se le somete al fiscal”.

El 13 de mayo del 2010, el ICF, había anunciado que le entregó la totalidad del expediente del caso con los resultados de los análisis solicitados por la Unidad Especializada de Violencia Doméstica y Maltrato de Menores de la fiscalía de Bayamón.

En esa ocasión, la doctora María Conte Miller, pasada directora de Ciencias Forenses, había declarado que la prueba científica de este caso es “robusta, es inexpugnable” y que era de un gran valor científico.

Para esa fecha la doctora se reafirmó en que el niño fue atacado con un chuchillo y se le golpeó con un objeto que podía ser una superficie “lisa, amplia y plana”.

La prueba inicial había establecido que además de la progenitora del menor, Ana Cacho, señalada por las autoridades como una de las personas sospechosas del crimen, había otras personas en la residencia el día de la muerte del menor.

Prueba adicional pertinente al caso fue analizada para marzo del 2011, por el ICF.

Además de a la madre del niño, el Departamento de Justicia ha señalado como sospechosos al agente federal del Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE), William Marrero Rivera, al que fuera identificado como la pareja de la madre del niño al momento de los hechos, Jesús Genaro Camacho y Arnaldo "Naldy" Colón.

El domingo trascendió que el FBI llevó a Luis Gustavo “el Manco” Rivera Seijo, en un auto compacto con cristales oscuros, a la casa en donde murió Lorenzo.

A el Manco se le consideró en un momento dado sospechoso del crimen luego que confesara a agentes del FBI que entró a robar a la casa de Lorenzo y que mató al niño cuando el menor le sorprendió en medio de su fechoría. El cuchillo que supuestamente utilizó nunca fue recuperado. Sus documentos de excarcelación fueron hallados en el patio de la vivienda.